?Debo especializarme o no?

La vocaci¨®n no siempre da de comer, pero de inicio siempre dibuja un horizonte m¨¢s alentador. Hay vocaciones que nacen en la infancia y se afianzan con los a?os; de estas es casi imposible desprenderse. Las hay tambi¨¦n que debutan en etapas m¨¢s maduras, cuando ya todo parec¨ªa estar encaminado. Valientes quienes transitan entonces los caminos del deseo. En ambos casos, tres etapas: elegir la carrera, poder hacer frente al gasto y superar la barrera de la nota de corte. Y aqu¨ª el eterno debate: ?es mejor una carrera generalista con un m¨¢ster que aporte una especializaci¨®n o un grado que desde el principio incluya esa especializaci¨®n? Para los expertos cada v¨ªa tiene sus pros y sus contras. Si lo que prima es la vocaci¨®n, y se tienen los medios para hacerlo, la decisi¨®n es m¨¢s sencilla que para quienes buscan m¨¢s opciones de empleo. Pero, en ambos casos, estudiar una carrera generalista y enriquecerla con un m¨¢ster e idiomas, aunque es la opci¨®n que necesita de una mayor inversi¨®n de tiempo y dinero, parece ser la combinaci¨®n con m¨¢s garant¨ªas para que vocaci¨®n y demanda de empleo vayan de la mano.

El primer paso para tomar una decisi¨®n que, en principio, marcar¨¢ la ruta profesional de toda una vida, es elaborar una lista de pros y contras. Para Pedro Allueva Torres, doctor en Psicolog¨ªa, profesor de la Universidad de Zaragoza y coordinador del libro Orientaci¨®n y Calidad Educativa Universitaria, en esa lista las carreras generalistas suelen ofrecer per se mayores posibilidades de empleo, dado que pueden adaptarse a diferentes puestos. Tambi¨¦n apunta que considera que "muchas empresas prefieren trabajadores con formaci¨®n generalista porque con la formaci¨®n espec¨ªfica que se les da en la empresa pueden adaptarse a diferentes puestos dentro de la misma y as¨ª poder cubrir las necesidades que haya en cada momento". Pone un ejemplo claro en ese sentido: Ingenier¨ªa de Tecnolog¨ªas Industriales. En contra ve la "falta de cualificaci¨®n de inicio en un ¨¢rea determinada y requerida para ciertos puesto de trabajo".

En la lista de pros, Marta Prados, coach laboral y universitaria, a?ade que una carrera generalista "aporta a los alumnos un amplio umbral de conocimiento para poder decidir una vez finalizada qu¨¦ especializaci¨®n quieren realizar dentro de su profesi¨®n en forma de m¨¢ster". Asimismo cree que la reorientaci¨®n laboral puede ser m¨¢s sencilla ("Teniendo la carrera gen¨¦rica y habiendo hecho el m¨¢ster en una especializaci¨®n concreta, si resulta que a?os m¨¢s tarde el profesional decide tomar otro derrotero, ser¨¢ m¨¢s familiar y sencillo abarcar esa nueva especializaci¨®n que si de entrada ha estudiado un Grado finalista") y tienen una mayor homologaci¨®n ("Las carreras generalistas tienen validez en 47 pa¨ªses miembros del Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior y conceden puntos en las oposiciones o concursos de la Administraci¨®n P¨²blica. Est¨¢n reguladas por la ANECA, entidad que depende directamente del Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte (MECD), por tanto, su dise?o depende de unos est¨¢ndares oficiales de calidad"). En la lista de contras, la experta observa algunos inconvenientes: un mayor problema en cuanto a la desactualizaci¨®n en algunos casos ("A menudo se trata de carreras con tantos a?os de existencia y experiencia que en ocasiones tienden a "academizar" mucho y se escapan detalles de lo que sucede alrededor"); una entrada m¨¢s tard¨ªa al primer empleo y el a?adido de que los salarios m¨¢s elevados en este tipo de carreras suelen ser en puestos directivos a los que no es tan f¨¢cil acceder.

En cuanto a las finalistas, Allueva considera que cuando la demanda laboral en una especialidad es alta, los estudiantes egresados suelen ser muy bien valorados, y el estudiante se asegura en cierta medida que trabajar¨¢ (si hay demanda) en algo que realmente le gusta. "Se sentir¨¢ realizado profesionalmente. Lo que favorecer¨¢ su realizaci¨®n personal. L¨®gicamente, tambi¨¦n depender¨¢ de las variables relacionadas con las condiciones laborales y el entorno sociolaboral", se?ala. Sin embargo, considera que es importante saber que en algunos casos la demanda laboral en la especialidad puede bajar, aun cuando en un principio parec¨ªa elevada. "Hay grados finalistas en los que los primeros egresados encontraron trabajo f¨¢cilmente, pero los de cursos posteriores se encontraron con pocas posibilidades de empleo y debieron adaptarse (formarse) en materias afines".

A lo que se?ala Allueva, Prados agrega que al ser carreras con un grado de especializaci¨®n muy elevado, una vez entren en el mercado laboral, en general, es m¨¢s f¨¢cil que perciban un salario mayor en proporci¨®n a las carreras generalistas debido a esa preparaci¨®n espec¨ªfica, pero tambi¨¦n a una mayor adaptaci¨®n al medio: "El mundo en lo social, tecnol¨®gico, empresarial y cient¨ªfico tal y como lo conocemos ahora no tiene mucho en com¨²n con el de hace 20 a?os. De ah¨ª muchos de los empleos que vemos a menudo en los portales de empleo y que nos resultan muy nuevos. Las carreras finalistas responden a las nuevas necesidades de las empresas derivadas de los avances". Como inconveniente, Marta Pardos apunta que no todas las carreras finalistas est¨¢n homologadas y se reconocen como oficiales. Esto deriva, para la experta, en algunos puntos en contra: "No tienen validez fuera del territorio en que es expedido el t¨ªtulo, en este caso en Espa?a. Por lo tanto, suelen ser t¨ªtulos curriculares de estudios no reglados debido a lo que antes apuntamos: la novedad y reciente creaci¨®n en relaci¨®n con carreras m¨¢s "de toda la vida" o "tradicionales" que son las generalistas".

La elecci¨®n final del recorrido, seg¨²n Pedro Allueva Torres, no solo deber¨ªa depender de la demanda laboral: "Lo primero que el alumno o la alumna debe tener claro es que la mayor parte de su vida la pasar¨¢ en el entorno laboral por lo que la primera pregunta que deber¨ªa hacerse es d¨®nde se ve dentro de 10 a?os. A partir de esta reflexi¨®n y de la oferta formativa que haya, se deber¨ªa tomar la decisi¨®n. Cuando un estudiante no tiene claro qu¨¦ estudiar, quiz¨¢s no sea bueno decidirse por un grado muy especializado". Las circunstancias del alumno tambi¨¦n son un importante marcador y en ocasiones fuente de presi¨®n para la elecci¨®n de una carrera. Recuerda Marta Prados que, por un lado, est¨¢n los valores familiares de nuestro entorno y que son la base de muchas de nuestras decisiones, m¨¢s a¨²n en una etapa vital en la que a¨²n nos se han incorporado completamente los valores individuales. "En el momento que se incluyen los valores individuales, pueden pasar dos cosas: que se contin¨²e estudiando la carrera porque no hay replanteamiento de modificar su elecci¨®n o que se genere un rechazo hacia la elecci¨®n y se plantee una reconducci¨®n para estudiar otra carrera diferente. Por tanto, en ambos sentidos es muy importante el apoyo de su entorno m¨¢s cercano en este caso", concluye.