La fragancia que derrib¨® los t¨®picos del machismo se viste con los colores del Orgullo
La nueva edici¨®n limitada de Le Male Pride recuerda las ra¨ªces transgresoras, diversas y libres del universo creativo de Jean Paul Gaultier
En la segunda colecci¨®n de pr¨ºt ¨¤ porter para hombre de Jean Paul Gaultier, ¡°Et Dieu cr¨¦a l¡¯Homme¡± (1985), dos innovaciones desataron la pol¨¦mica. Uno era una falda "posmachismo". El otro, un look con anchos pantalones y un jersey marinero con la espalda al descubierto. Los extremos, una vez m¨¢s, se tocaban, y Gaultier confesaba que su inspiraci¨®n era todo un mito gai: Querelle (1982), la pel¨ªcula en que Fassbinder adapt¨® la perturbadora novela de Jean Genet Querelle de Brest, protagonizada por un marinero que Gaultier describi¨® como ¡°un s¨ªmbolo gay hipersexualizado, una fantas¨ªa, un icono, una forma de virilidad que tambi¨¦n podr¨ªa ser ambigua¡±.
Aquello fue una paso decisivo en la trayectoria de un creador que llevaba a?os a vueltas con la cuesti¨®n del g¨¦nero y lo sexual. ¡°Despu¨¦s de lo hipersexualizado, Jean Paul Gaultier se atrevi¨® con la inversi¨®n de g¨¦neros¡±, escribi¨® Thierry Maxime Loriot, responsable de la mayor exposici¨®n dedicada a Gaultier hasta la fecha. ¡°?l, que en su ni?ez sufri¨® a causa de su diferencia sexual, ahora ofrece a todo el mundo la libertad de reivindicar su propio g¨¦nero: la hipermujer, el macho, la mujer objeto, el hombre objeto¡¡±.
Con estos antecedentes, y con la imagen del marinero grabada en la retina de toda una generaci¨®n de amantes de la moda, no es extra?o que una d¨¦cada despu¨¦s Gaultier quisiera dar precisamente esa forma a su primera fragancia masculina, que se llamaba Le Male (el macho) pero era tan poco machista como cl¨¢sica era Classique, su alter ego femenino. El frasco, en forma de torso masculino ¨Cel modelo fue un maniqu¨ª Stockman¨C con jersey marinero, ya era diverso y transgresor. El toque maestro vino gracias a la intervenci¨®n del perfumista Francis Kurkdjian, entonces en el inicio de su carrera, y que supo crear una f¨®rmula que juega con los c¨®digos del eterno masculino sin borrarlos del todo. Le Male se basa en el contraste entre la menta, la lavanda y la vainilla. Recuerda al jab¨®n de afeitar pero tambi¨¦n a una presencia ex¨®tica y sexi, calladamente ambigua. Las campa?as que Jean-Baptiste Mondino fue creando a?o tras a?o aumentaron el efecto. Y as¨ª fue como esta aventura cambi¨® para siempre las reglas de la perfumer¨ªa, ocupando hasta el d¨ªa de hoy una posici¨®n insustituible en el d¨ªa a d¨ªa de millones de hombres.
Por ello es de justicia que, cuando se cumplen 25 a?os desde su lanzamiento, Le Male de Jean Paul Gaultier se reinvente en una edici¨®n limitada con los colores de la bandera del Orgullo. Disponible ya por tiempo limitado, no solo es la celebraci¨®n de esta fiesta de la libertad, sino tambi¨¦n un objeto de coleccionismo que ocupa un lugar por derecho propio en la mitolog¨ªa personal y creativa de Jean Paul Gaultier, el dise?ador que ya hablaba de g¨¦nero fluido y diversidad cuando esos temas a¨²n no formaban parte del debate p¨²blico generalizado.
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