Vuelve el dirigible: una aeronave de hace 100 a?os para llevarnos hasta el Polo Norte de forma sostenible

Llevar un dirigible con pasajeros al Polo norte en 2023. Ese es el objetivo de la empresa sueca Ocean Sky Cruises (OSC), que pretende convertirse en la primera aerol¨ªnea de dirigibles comerciales del siglo XXI. "Es mirar hacia atr¨¢s para avanzar", explica Gonzalo Gimeno, director de la agencia de turismo de lujo Elefant Travel , que fletar¨¢n el primer vuelo espa?ol, y embajador de OSC en Espa?a.

Se refiere al plan para resucitar estos aparatos como un medio de transporte viable, casi un siglo despu¨¦s de su desaparici¨®n. Los dirigibles vivieron su era dorada entre 1912 y 1936. Eran entonces aeronaves lujosas capaces de recorrer distancias imposibles para los aviones. Pero el accidente del Hindenburg, que se incendi¨® en 1937 al llegar a Nueva Jersey procedente de Alemania, fue un golpe que no pudieron superar. Se convirti¨® en el primer accidente a¨¦reo de importancia registrado por las c¨¢maras, y sus competidores, las incipientes empresas que apostaban por los aviones, aprovecharon aquellas espectaculares im¨¢genes para meter en el cuerpo de los posibles clientes el miedo a estos nav¨ªos. Por culpa del Hindenburg, los dirigibles perdieron la batalla comercial contra los aviones trasatl¨¢nticos, m¨¢s r¨¢pidos, pero tambi¨¦n m¨¢s contaminantes y dependientes de enormes infraestructuras.

Era un miedo injusto. Graf Zeppelin, el predecesor del Hindenburg, hab¨ªa volado m¨¢s de un mill¨®n y medio de kil¨®metros. En 1936, su primer a?o de uso comercial, el Hindenburg recorri¨® 308.323 kil¨®metros, transportando 2798 pasajeros y 160 toneladas de carga. Cruz¨® 17 veces el Atl¨¢ntico, diez a Estados Unidos y siete a Brasil. En julio de ese a?o bati¨® un r¨¦cord al cruzar dos veces el oc¨¦ano en cinco d¨ªas, 19 horas y 51 minutos.

No eran para nada m¨¢s peligrosos. S¨ª eran m¨¢s lentos, y ese fue el remate en un mundo obsesionado con la velocidad. Pero ahora, en la nueva normalidad, las necesidades de los viajeros, al menos de algunos, son otras y los dirigibles pretenden convertirse en una forma revolucionaria de transporte tras haber sido pr¨¢cticamente borrados de la historia. "Un proyecto como este busca un efecto mundial en el sector del transporte de pasajeros. La clave es la sostenibilidad", dice Gonzalo Gimeno. "Ahora mismo, para viajar en un avi¨®n est¨¢s obligado a conectar mediante aeropuertos. Infraestructuras masificadas y caras. Pero este aparato aterriza donde sea, en un prado o en el agua.?La autonom¨ªa de vuelo es de tres d¨ªas. Al ser muy ligero gasta muy poca energ¨ªa. Es supereficiente. Utiliza motores di¨¦sel para desplazarse generando un 75% menos de emisiones que una aeronave equivalente, y puede recorrer 3000 kil¨®metros. En un momento dado se podr¨ªan hacer dirigibles de 50 o 100 pasajeros. Es un proyecto pionero con el que podr¨ªas hacer un trayecto de Namibia a Mozambique sin necesidad de posarte", concluye

Para los pioneros en esta forma de viajar se ha planeado el vuelo inaugural. Durar¨¢ 36 horas partiendo de la ciudad noruega de Longyearbyen, en la isla de Svalbard. Viajar¨ªan siete tripulantes y 16 pasajeros que habr¨ªan pagado 90.000 euros por cabina para dos personas. Las preinscripciones est¨¢n ya abiertas.

El dirigible ser¨¢ un Airlander 10, la aeronave m¨¢s grande del mundo, un modelo h¨ªbrido que combina caracter¨ªsticas de los aviones de ala fija y helic¨®pteros con la elevaci¨®n est¨¢tica por helio. Fue originalmente desarrollado en 2010 por el Ej¨¦rcito de los Estados Unidos como una plataforma de vigilancia, reconocimiento y transporte de carga que se podr¨ªa sostener en vuelo durante d¨ªas. Cuando las fuerzas armadas estadounidenses abandonaron el proyecto, la empresa brit¨¢nica Hybrid Air Vehicles (HAV) compra el prototipo para llev¨¢rselo a Reino Unido. Tras seis vuelos de prueba el Airliner 10 entr¨® en producci¨®n en enero de 2020.

El modelo final tiene 98 metros de largo y 44 de ancho. Fabricado en fibra de carbono, su superficie est¨¢ recubierta con 3 capas de fibras, con tela poliaramida de fibra de kevlar, m¨¢s conocida por ser usada en los chalecos antibalas. "Si le dispar¨¢semos, la bala no penetrar¨ªa", explica Gimeno.? "El gas utilizado para conseguir la sustentaci¨®n, es helio, el cual no es inflamable. Adem¨¢s, se almacena en multitud de compartimentos independientes. En el improbable caso de que uno perdiese presi¨®n, no tendr¨ªa ning¨²n efecto en el vuelo, pues todos los dem¨¢s compartimentos seguir¨ªan dando la sustentaci¨®n necesaria para volar".

El Airlander 10 alcanza una altitud m¨¢xima de 3.000 metros y una velocidad de 111 kil¨®metros por hora y puede desplazar hasta 10 toneladas. OCS ha adquirido uno para el vuelo al Polo norte. "Se saldr¨¢ en la tarde-noche para llegar al Polo Norte geogr¨¢fico a las tres de la tarde del d¨ªa siguiente. Se vuelve a la ma?ana siguiente. Ser¨¢ la primera vez que un dirigible aterrice en el Polo Norte", explica Gimeno. Ahora solo falta que la autoridad a¨¦rea le d¨¦ el visto bueno final. Si todo va seg¨²n lo previsto, no tardar¨¢ demasiado. A partir de ah¨ª, todo es posible.