As¨ª afectan las peleas de los padres a los ni?os
Los expertos argumentan que, si no se toman medidas, los m¨¢s peque?os pueden padecer problemas de sue?o, acad¨¦micos y tener conflictos en sus relaciones sociales y de futuro
Las peleas entre dos personas siempre son dolorosas y, sobre todo, si son constantes y no est¨¢ en manos de terceros intervenir para mediar, suavizar y mucho menos solucionarlas. Cuanto menos los ni?os, los m¨¢s vulnerables en estos casos, que pueden llegar a sentirse muy tristes, avergonzados, e incluso, muy enfadados cuando estas situaciones se dan. Y es que, en cierta forma, es natural que las personas que conviven y pasan mucho tiempo juntas, sobre todo en estos ¨²ltimos tres meses de confinamiento de la covid-19, no est¨¦n de acuerdo y se pierdan los estribos. Por lo que, al final, los pensamientos recurrentes en tu mente son que, en realidad, no quisiste decir todo lo que dijiste y mucho menos, delante de tus hijos, pero si esto se extiende en el tiempo, el da?o ya podr¨ªa estar hecho.
Para el psic¨®logo y terapeuta de pareja, Rafael Arag¨®n, las fuertes peleas entre los padres estresan mucho a los ni?os, y puede que les afecte a su comportamiento y desarrollo cerebral cognitivo. ¡°Que las parejas discutan es algo habitual, el problema viene cuando estos enfrentamientos no se solucionan desde el respeto o se resuelven de forma que una discusi¨®n se convierta en una batalla campal¡±, comenta. Porque los ni?os perciben esa mala energ¨ªa, la sienten y sufren por ello, por lo que las partes implicadas que tengan problemas por resolver, deber¨¢n hacerlo sin estar ellos presentes, ya que se sienten muy frustrados y culpables al no poder hacer nada, tal y como conclu¨ªa un estudio realizado por la Sociedad para la Investigaci¨®n en Desarrollo Infantil en 2003. ¡°Es necesario calmarse, no actuar en caliente, y plantear los debates que generan m¨¢s tensiones alejados de los ni?os, ya que estos pueden verse implicados emocionalmente en algo que, en realidad, no va con ellos¡±, contin¨²a.
Riesgos en ni?os de no cuidar las discusiones de los padres
Cuando los conflictos entre padres o cuidadores ocurren con frecuencia, y estas se expresan con intensidad, y hasta con cierta violencia, al final, a los ni?os les pasa factura. La investigaci¨®n m¨¢s reciente sobre este tema, publicada en el Journal of Child Psychology and Psychiatry y realizada por expertos de la Facultad de psicolog¨ªa de la Universidad de Sussex, incide en que los ni?os de todas las edades, desde el nacimiento hasta los 18 a?os o m¨¢s, tienen un riesgo muy elevado de padecer problemas de salud mental, y seg¨²n enumeran en la investigaci¨®n son: problemas de sue?o temprano, problemas de externalizaci¨®n, problemas de internalizaci¨®n, problemas acad¨¦micos, problemas sociales e interpersonales, de salud f¨ªsica y de una futura relaci¨®n y pareja ¨ªntima de calidad.
Para Rafael Arag¨®n, de primeras, a los ni?os les disminuyen capacidades tan importantes como la atenci¨®n, la concentraci¨®n y la resoluci¨®n de conflictos. ¡°Al final, las medidas a tomar son sencillas y se solo se basan en tener autocontrol, y de verdad, practicarlo¡±, agrega. Frente a esto, ?qu¨¦ pueden hacer los padres o cuidadores para limitar el da?o derivados de sus peleas? El experto agrega que, dar ejemplo a la hora de resolver los conflictos, les puede beneficiar y servir de modelo. ¡°Las discusiones, inevitables en cualquier relaci¨®n, se pueden convertir en oportunidades para dar ejemplo a los ni?os y ofrecerles soluciones a trav¨¦s del respeto y el compromiso¡±, agrega.
Factores para reducir el da?o causado
El autor del estudio del JCPP, Gordon Harold, asevera que los ni?os son observadores muy astutos del comportamiento de sus padres. A menudo, perciben y entienden sus argumentos, incluso cuando los padres piensan que sus hijos no lo hacen, o creen que los han protegido discutiendo en "privado". ¡°Lo que importa es c¨®mo los ni?os interpretan y entienden las causas y las posibles consecuencias de los conflictos, as¨ª, los ni?os deciden si creen que es probable que los problemas aumenten, y que los involucren potencialmente, o que puedan suponer un riesgo para la estabilidad familiar, una preocupaci¨®n muy particular para algunos ni?os peque?os¡±, explica.
"Es normal discutir o estar en desacuerdo, y de hecho, los ni?os responden bien cuando los padres explican o resuelven, de manera apropiada, una discusi¨®n. De hecho, donde los padres resuelven con ¨¦xito sus disputas, los ni?os pueden aprender importantes lecciones positivas que pueden ayudarlos a navegar por sus propias emociones y relaciones m¨¢s all¨¢ del c¨ªrculo familiar¡±, comenta. Algo, que refuerza Rafael Arag¨®n al definir c¨®mo los ni?os desde muy peque?os act¨²an por imitaci¨®n, ya que sus progenitores, son sus referentes. ¡°Si los ni?os ven que sus padres solucionan los problemas a gritos, el ni?o podr¨ªa procesar esta informaci¨®n, y hacerlo igual en el futuro, pero, si observan las herramientas para las soluciones, ellos tambi¨¦n las aplicar¨¢n mucho m¨¢s f¨¢cilmente¡±, dice.
As¨ª, ayudar a los padres a comprender c¨®mo sus relaciones afectan el desarrollo de los ni?os prepara el escenario para ni?os saludables hoy y familias saludables en el futuro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.