Elegante destrozo de K¨¢rpov

Sea cual sea el futuro del ajedrez, Linares 1994 ser¨¢ siempre uno de los torneos m¨¢s importantes de la historia. Y el triunfo de Anatoli K¨¢rpov deber¨ªa incluirse entre las mayores haza?as de todos los deportes: once puntos de trece posibles tras una liga entre catorce estrellas, invicto, con nueve victorias y cuatro empates, 2,5 puntos de ventaja sobre Kasp¨¢rov y Sh¨ªrov. Por detr¨¢s quedaron Bar¨¦iev, Lautier, Kr¨¢mnik, Top¨¢lov, Anand, Kamsky, Ivanchuk, Gu¨¦lfand, Illescas, Judit Polgar y Beliavsky. Y para mayor significado de esa proeza, ocurri¨® un a?o despu¨¦s del cisma, cuando Kasp¨¢rov era el campe¨®n oficioso, pero reconocido como el aut¨¦ntico por la gran mayor¨ªa de los aficionados, y K¨¢rpov el oficial, a menos de tres meses de cumplir 43 a?os.

La partida de este v¨ªdeo es la m¨¢s brillante de las trece que componen tal proeza. Frente a V¨¦selin Top¨¢lov, un joven astro que luego ser¨ªa campe¨®n del mundo, K¨¢rpov introduce un nuevo concepto en la apertura, lo desarrolla con un ataque tan bello como brutal y lo remata con la precisi¨®n de los chips todopoderosos que estaban a punto de existir. Los aficionados se quitar¨¢n eternamente el sombrero ante esta maravilla.