Redes vecinales para apoyar a los mayores

Una cuarta parte de los vecinos de Moratalaz supera los 65 a?os. Es uno de los barrios m¨¢s envejecidos de Madrid y, por tanto, uno de los m¨¢s vulnerables por la crisis desatada por la pandemia causada por el nuevo coronavirus. Lo han visto de cerca en la Red Cuidados Moratalaz, nacida precisamente al inicio del decreto del estado de alarma para atender las necesidades de la gente mayor del distrito. ¡°Empezamos a hacerles la compra, a comprarles las medicinas que necesitaban, les tir¨¢bamos la basura, y luego viendo que detect¨¢bamos muchos casos de soledad, pusimos a su disposici¨®n n¨²meros de tel¨¦fono para acompa?arles¡±, cuenta Mercedes San Ildefonso, portavoz de la red y una de las voluntarias que la pusieron en marcha; que aunque reconoce que ha sido un ¡°paliz¨®n¡± y se han llevado muchos disgustos, asegura que el esfuerzo ¡°ha merecido la pena¡±.

Pensiones, despensas solidarias y soledad

En total desde la Red Cuidados Moratalaz han atendido a m¨¢s de 600 personas, la mayor¨ªa, mayores de 65 a?os. Los voluntarios empezaron colocando unos carteles con seis n¨²meros de tel¨¦fono ¨Cgracias a una donaci¨®n de papeler¨ªas de la zona que les posibilitaron las fotocopias¨C en sitios estrat¨¦gicos. Inmediatamente les empezaron a llamar. ¡°Montamos un grupo de WhatsApp con todos los voluntarios y empezamos a funcionar. Seg¨²n iban solicitando ayuda los mayores, los voluntarios se iban repartiendo las tareas¡±, explica Mercedes. Lo que empez¨® con 15 voluntarios, acab¨® con un total de 140, la mayor parte gente joven que enseguida se mostr¨® dispuesta a ayudar y a involucrarse en las tareas de apoyo. Entre ellos se encuentran psic¨®logos, profesores de gimnasia o profesionales dedicados a temas administrativos, que, adem¨¢s de apoyo con las compras y necesidades del d¨ªa a d¨ªa, aportaron tambi¨¦n sus capacidades profesionales para ayudar a los mayores.

La organizaci¨®n de una despensa solidaria en el momento m¨¢s grave de la crisis fue lo que dispar¨® el n¨²mero de voluntarios. En el caso de los mayores, su mayor dificultad fue que muchos tuvieron que comenzar a ayudar econ¨®micamente a sus hijos. ¡°Hay gente muy mayor con pensiones muy bajitas, y hasta ahora pod¨ªan ir saliendo adelante, pero en cuanto han tenido que volcarse para sostener a sus hijos, s¨ª que ha habido mucha demanda¡±, sostiene la portavoz de la red.

A¨²n se est¨¢ analizando el alcance de la emergencia social y alimentaria derivada de la crisis del coronavirus. En un comunicado lanzado a finales de mayo?Redes de cuidados Madrid, un espacio de encuentro de las redes de cuidados vecinales de la Comunidad Madrid, insist¨ªa en que debido a la precariedad econ¨®mica evidente, muchas redes se hab¨ªan visto obligadas a ¡°actuar como bancos o despensas de alimentos, ropa y productos de primera necesidad, atendiendo as¨ª las demandas b¨¢sicas de las vecinas y vecinos¡±. Poco despu¨¦s, la Federaci¨®n Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) hac¨ªa p¨²blicos los datos recopilados del trabajo de las redes: en Madrid capital m¨¢s de 45.000 personas recibieron ayuda de las despensas solidarias, y m¨¢s de 50.000 en los municipios madrile?os. Vicente P¨¦rez Quintana, soci¨®logo y responsable de la comisi¨®n de Urbanismo de la FRAVM, destacaba en una rueda de prensa el importante papel que las redes vecinales de apoyo mutuo y solidaridad de los barrios han jugado y est¨¢n jugando en la crisis. ¡°Los n¨²meros de hogares a los que hoy apoyan lo dicen todo¡±, se?alaba.

Mercedes, que tambi¨¦n forma parte de la asociaci¨®n de vecinos de Moratalaz Avance, nacida en 1975, explica que desde esa asociaci¨®n buscan ahora nuevas formas de apoyo a los mayores para seguir acompa?ando a quienes lo necesitan. ¡°Todo esto sigue funcionando, aunque en much¨ªsimos menos casos porque desde que se ha empezado a poder a salir estas personas han podido empezar a gestionar su d¨ªa a d¨ªa. No queremos que quede todo en la red, sino que queremos buscar nuevos caminos de apoyo. Estamos reuni¨¦ndonos con otras entidades vecinales y plante¨¢ndonos c¨®mo podemos ayudar a los mayores en cuestiones m¨¢s de tipo administrativo, como en la gesti¨®n de tr¨¢mites burocr¨¢ticos o en temas relacionados con la tecnolog¨ªa¡±. Si bien siguen colaborando en lo que pueden, reconoce Mercedes que ¡°muchos voluntarios han empezado a dejar de teletrabajar y han tenido que reducir su disponibilidad¡±.

La soledad es otra de las cuestiones que m¨¢s evidentes se han hecho durante el confinamiento. Desde muchas redes de cuidados, como es el caso de la de Moratalaz, en seguida detectaron que cuando les llamaban para pedir ayuda ¡°ten¨ªan una necesidad enorme de hablar¡±, por lo que se habilitaron una serie de tel¨¦fonos ¡°de la esperanza¡± para que los mayores pudieran comunicarse. Seg¨²n Mercedes, era como ¡°una especie de atenci¨®n psicol¨®gica¡±. Juan Mois¨¦s de la Serna, doctor en psicolog¨ªa y experto en neurociencias y biolog¨ªa del comportamiento, cree que hay que diferenciar entre la soledad y el aislamiento. El primero, seg¨²n el experto, habla de momentos de compa?¨ªa y otros en que no est¨¢ con nadie; mientras que el segundo se trata de una ausencia total de comunicaci¨®n con seres queridos. ¡°Si bien la soledad, sobre todo en los mayores, se ha visto asociada con sintomatolog¨ªa depresiva, en el caso del aislamiento ¨¦ste puede precipitar ciertos cuadros ansiosos por la incertidumbre generada por la situaci¨®n. Esa atenci¨®n telef¨®nica para charlas, as¨ª como las visitas a los ancianos, por ejemplo, a la hora de repartirles comida para que no tuviesen que salir y con ello evitar que se expongan al contagio, han sido seguro muy importantes para los mayores¡±, apunta.