?Es de fiar el aire que respiramos en los aviones?
Al contrario de lo que muchos creen (y les frena para viajar en tiempos de pandemia), el aire de la cabina de un avi¨®n es mucho m¨¢s puro y saludable de lo que podr¨ªamos imaginar y supera en calidad al de otros medios de transporte
¡°Con la de contagios que hay, yo no me montar¨ªa en un avi¨®n ni loco¡±. La frase se la he escuchado ya a varias personas, personas bienintencionadas que temen meterse en un tubo met¨¢lico durante horas con otros pasajeros, pero que quiz¨¢ cada ma?ana desayunan en la barra de un bar donde los clientes se quitan las mascarillas, toman luego un atestado metro en hora punta y trabajan en oficinas mal ventiladas donde las normas ya se van relajando y las mascarillas est¨¢n m¨¢s tiempo bajo la barbilla que sobre la nariz.
El miedo parece fundado: para un profano la cabina de un avi¨®n es un entorno cerrado, sin ventanas, donde dos o tres centenares de personas respiran, hablan y tosen durante horas. Vamos¡ la tormenta perfecta para pillar la covid-19. Pues no. Aunque no se lo crea, la cabina de un avi¨®n es uno de los medios de transporte m¨¢s higi¨¦nicos que existen.
Muchos antes de que la pesadilla del coronavirus entrara en nuestras vidas, los principales fabricantes de aeronaves (Boeing y Airbus) llevaban d¨¦cadas innovando e investigando para dise?ar y conseguir un entorno de cabina seguro en el que se garantice un aire limpio y puro durante los viajes a los pasajeros y a las tripulaciones.
El aire dentro de la cabina de un avi¨®n es una mezcla de aire fresco procedente del exterior y aire purificado que se obtiene mediante el reciclado por filtros. Fluye principalmente en direcci¨®n descendente del techo al suelo y con un patr¨®n circular. Este circuito ayuda a minimizar flujos de aire descontrolados que se muevan de adelante hacia atr¨¢s y viceversa, es decir, en horizontal a lo largo del avi¨®n, que ser¨ªa lo que propagar¨ªa contagios entre pasajeros, limitando la posible propagaci¨®n de contaminantes y virus y reduciendo el riesgo de contaminaci¨®n cruzada entre las filas de asientos.
?C¨®mo se consigue esto? Pues porque el flujo de aire nuevo ingresa a trav¨¦s de esas rejillas de ventilaci¨®n que ve sobre su cabeza, cerca de los compartimentos superiores para el equipaje (s¨ª, esas rejillas de las que en determinados momentos del vuelo parece que sale humo congelado), cae y se elimina por otras rejillas de ventilaci¨®n en el suelo, tras completar un recorrido solo descendente. Pr¨¢cticamente, cada pasajero recibe un flujo de aire desde la cabeza a los pies que no se mezcla con el del pasajero de al lado.
Una vez fuera de la cabina, el aire se expulsa del avi¨®n o se recircula a trav¨¦s de unos sistemas de filtraci¨®n de aire, tambi¨¦n conocidos como HEPA. Los HEPA son filtros de detenci¨®n de part¨ªculas de alta eficiencia (similares a los que se utilizan en los hospitales) capaces de eliminar m¨¢s del 99,9% de las part¨ªculas presentes en el aire, incluyendo bacterias y virus microsc¨®picos y garantizando un aire purificado. El volumen de aire de la cabina se renueva cada dos o tres minutos.
En resumen, si nos atenemos a las informaciones de los fabricantes, el aire de la cabina de un avi¨®n est¨¢ m¨¢s limpio de g¨¦rmenes que el interior de un vag¨®n de metro o tren, el de un autob¨²s p¨²blico y si me apura, que el de su propio coche.
Jes¨²s Elices, senior manager de Est¨¢ndares y Procedimientos de Iberia, resume en este v¨ªdeo el concepto que aplican los gigantes aeron¨¢uticos Airbus y Boeing en sus aviones para que incluso con todos los pasajeros a bordo, el aire en cabina sea de una pureza igual al que se exige en una zona quir¨²rgica de un hospital:
En esta infograf¨ªa de Emirates?se muestra en detalle el funcionamiento de los filtros, la circulaci¨®n y la renovaci¨®n del aire durante todo el viaje.
Vivimos tiempos dif¨ªciles para el viaje, hay miedo generalizado y los cierres y aperturas de fronteras (que fluct¨²an m¨¢s que las cotizaciones de Bolsa) tampoco ayudan, pero, al menos, que la raz¨®n para no tomar un avi¨®n no sea que es un lugar de alto riesgo para los contagios.
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