La docencia ¡®online¡¯ pide pista en la ense?anza
Los campus se preparan para un arranque de curso marcado por un modelo universitario dual, el redise?o de espacios y la formaci¨®n digital del profesorado
"Nuestro principal problema es que somos presenciales, y hemos tenido que cambiar nuestra forma de hacer, pensar y planificar para adaptarnos a una docencia online". Las palabras de Joan Elias, rector de la Universidad de Barcelona (UB), en rueda de prensa por videoconferencia, pueden sonar a perogrullada, pero resumen muy bien la sensaci¨®n reinante en unos campus que en marzo tuvieron que pasar precipitadamente a una ense?anza no presencial por culpa de la pandemia, y ahora afrontan el curso 2020-2021 apostando por un modelo h¨ªbrido (o doble, o mixto, o bimodal) que combina la asistencia a clase en grupos m¨¢s reducidos ¡ªpara respetar la distancia de seguridad¡ª con una docencia online cuando el auditorio es m¨¢s amplio. Lo cual supone un pandemonio organizativo y un importante esfuerzo econ¨®mico, destinado sobre todo a equipamiento tecnol¨®gico, refuerzo de limpieza, redise?o de aulas y espacios o formaci¨®n del profesorado.
"El mayor reto ha sido redefinir los grupos, ajustar las matr¨ªculas... No hemos podido asignar plazas adicionales, porque cada aula y cada silla est¨¢n medidas, y eso ha supuesto un importante esfuerzo log¨ªstico", confiesa Isabel Guti¨¦rrez, vicerrectora de Estudios de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Esta instituci¨®n lo ha dise?ado todo para que el alumnado pase la mitad del tiempo en el aula, lo que quiere decir, tambi¨¦n, en las zonas comunes, y en el campus, que, seg¨²n est¨¢ previsto, permanecer¨¢ al 40% o al 45% de su capacidad hasta nueva orden. Para ello concentrar¨¢ la docencia presencial de cada grupo en varios d¨ªas, y la online en otros tantos. La UC3M ya ten¨ªa establecidos en sus grados dos tipos de grupos, grandes y peque?os: los primeros atender¨¢n la teor¨ªa, pantalla mediante, con el profesor en su despacho y los estudiantes desde casa, de manera s¨ªncrona e interactiva; los segundos, que ya eran de unos 40 alumnos, se han reducido a 25 o 35 como m¨¢ximo (seg¨²n el espacio), y asistir¨¢n a clases de tipo m¨¢s pr¨¢ctico o experimental.
Las instituciones est¨¢n siguiendo las recomendaciones generales de seguridad: mascarilla obligatoria, distancia de seguridad de metro y medio, alumnos con sillas asignadas para facilitar los rastreos, aforos en los espacios comunes, delegado covid, sala para aislar a un positivo. La UEF (Escuela de Enfermer¨ªa y Fisioterapia San Juan de Dios, integrada en la Universidad Pontificia de Comillas) avisa de que exigir¨¢ a su alumnado que sea "extremadamente cuidadoso" y de que castigar¨¢ con sanciones la "actitud irresponsable". Todas tienen su plan de contingencia para saber qu¨¦ hacer si se detectan contagios. El de la UB, por poner un ejemplo, descansa en los profesionales sanitarios de su Oficina de Seguridad, Salud y Medio Ambiente (OSSMA). ?Y si hay que confinar? "Est¨¢ prevista la posibilidad de una docencia absolutamente remota; tenemos la estructura tanto tecnol¨®gica como formativa para hacer frente a una nueva situaci¨®n de emergencia", enfatizan Amelia D¨ªaz y S¨ªlvia Burset, vicerrectoras de Ordenaci¨®n Acad¨¦mica y Calidad, y de Docencia.
Cada cual atiende su caso
La movilidad, tocada
Los grados no han bajado de matr¨ªculas; los posgrados, un poco. "Esperamos una reducci¨®n de las cifras de movilidad f¨ªsica [entre autonom¨ªas] en este primer semestre", reconocen desde Crue Universidades. Si la situaci¨®n despierta recelos entre el alumnado patrio, el panorama internacional pinta peor. Salvo excepciones, el flujo de estudiantes entre pa¨ªses ha quedado muy tocado. Los intercambios con EE UU est¨¢n parados. El programa Erasmus+ se mantiene, pero mucha oferta para el primer semestre se ha anulado, y la del segundo se encuentra "a la espera de la evoluci¨®n de la situaci¨®n sanitaria en cada destino", seg¨²n admite N¨²ria Massons, responsable de la Oficina de Movilidad y Programas Internacionales de la UB. "Hemos permitido la movilidad a nuestros estudiantes, aunque aconsej¨¢ndoles que aplacen su desplazamiento al segundo trimestre", a?ade.
Mientras la situaci¨®n permanezca entre las dos aguas de la ense?anza h¨ªbrida, cada cual ir¨¢ aterrizando las generalidades que marca el Gobierno a su realidad concreta. "No hay un ¨²nico modelo ni siquiera dentro de cada universidad, ya que cada centro, y a veces cada titulaci¨®n, tiene diferentes situaciones: n¨²mero de estudiantes, aulas, horarios, y se ha de hacer todo ad hoc. Incluso hay diferencias entre asignaturas, en funci¨®n del grado de experimentalidad. Tampoco reciben el mismo tratamiento las clases expositivas que las pr¨¢cticas, dentro de una misma asignatura. Cada universidad ha publicado sus protocolos atendiendo a sus especificidades", responde por correo electr¨®nico la CRUE (Conferencia de Rectores de Universidades Espa?olas).
Para algunos m¨¢steres muy numerosos, como el de acceso a la abogac¨ªa, la UC3M ha decidido que la mitad de la clase acuda en presencial y el otro 50% la atienda desde casa. "Para ello hemos equipado aulas con pizarras digitales interactivas [PDI] y c¨¢maras web", explica la vicerrectora. Es la misma f¨®rmula arbitrada por la Universidad de Granada (UGR), que no habla de docencia mixta sino de "presencialidad segura". La idea es priorizar la asistencia a clase; en algunos casos, con grupos peque?os, se podr¨¢ conseguir al 100%; cuando no sea posible se instalar¨¢n c¨¢maras de v¨ªdeo de alta resoluci¨®n que permitan seguirlas en streaming. "Cada centro decide c¨®mo lo hace; por ejemplo, la Facultad de Econ¨®micas ha dispuesto que la docencia presencial y online se organice en semanas alternas: una semana los estudiantes cuyos apellidos comprendan de la A a la L; a la siguiente los de la M a la Z". Seg¨²n informan ambas universidades, las dos han hecho ajustes en sus claustros para no tener que contratar m¨¢s profesores.
"Presencialidad, siempre que se pueda": ese es el objetivo del Ministerio de Universidades para el curso que entra. La aconseja salvo que choque con la seguridad. O con la econom¨ªa. "Teniendo en cuenta la escasez de recursos docentes a corto plazo, no se considera conveniente doblar las clases por grupos para mantener la presencialidad, porque ello implicari?a una sobrecarga insoportable para el cuerpo docente", admite en sus recomendaciones, publicadas en junio. "Vamos a una presencialidad m¨¢xima; la docencia virtual es complementaria", insisten desde la UGR. La EUEF, con una l¨ªnea de 50 alumnos de fisioterapia y dos de 60 de enfermer¨ªa, puede garantizar un 100% de clases f¨ªsicas a partir de octubre, cuando el primer grupo se vaya a hacer pr¨¢cticas. Pero de las cuatro semanas iniciales, las m¨¢s te¨®ricas, tres ser¨¢n presenciales y una a distancia, con c¨¢maras web y sistemas de audio incorporados a las aulas para seguir la clase de forma s¨ªncrona e interactiva.
Lo cierto es que, sin la pata online, este curso la mesa se les habr¨ªa ca¨ªdo estrepitosamente a la educaci¨®n superior en Espa?a. Otra cosa es entrar en c¨®mo cada cual ha montado esa pata. A Albert Sangr¨¤, director acad¨¦mico de la C¨¢tedra Unesco de Educaci¨®n y Tecnolog¨ªa para el Cambio Social de la UOC, le preocupa que la excepcionalidad con la que las universidades terminaron el curso pasado no haya sido entendida por todo el mundo como lo que fue: ense?anza remota de emergencia. "Aquello no fue docencia online de calidad", recalca. Ni siquiera, en algunos casos, docencia online. Para que lo sea, seg¨²n prosigue, no puede limitarse a replicar con pantalla de por medio lo que se hac¨ªa en el aula, sino que ha de haber un cambio de mirada, cuidadosamente dise?ada, porque tampoco se trata de improvisar. Ha de fomentar el trabajo colaborativo, y crear din¨¢micas de interacci¨®n activa, en sincron¨ªa y asincron¨ªa, en un entorno virtual. Cuando se hace adecuadamente, marida muy bien con la presencial en un modelo h¨ªbrido, viene a concluir el experto.
"Habr¨¢ docentes e instituciones que este a?o se queden en educaci¨®n a distancia de emergencia, pensando que con eso basta, y otras que hayan descubierto lo positivo de lo online", dice Sangr¨¤. "Nuestra escuela es ahora mucho m¨¢s tecnol¨®gica, con herramientas que se van a quedar, para mejorar, cuando volvamos a la normalidad", reconoce Carlos L¨®pez, jefe de estudios de Fisioterapia de ?EUEF. La IE University, que lleva a?os transitando por ese camino, tuvo su prueba de fuego con el confinamiento, cuando logr¨® mantener conectados (nunca mejor dicho) a sus estudiantes, un 76% de ellos internacionales, muchos de los cuales terminaron el curso desde sus pa¨ªses de origen. Apuesta por un modelo de ense?anza l¨ªquida (liquid learning, en ingl¨¦s) que explora la combinatoria entre lo virtual y lo f¨ªsico. "La ense?anza l¨ªquida nos permite movernos en las dos direcciones", recalca su rector, Salvador Carmona. Foros, ense?anzas s¨ªncronas y as¨ªncronas, c¨¢maras dentro del aula, que permiten interactuar. Tambi¨¦n grupos presenciales desdoblados, que pasan de 52 a 26.
?Qui¨¦n paga el esfuerzo extra?
El Consejo de Ministros aprob¨®, en junio, un fondo covid de 400 millones para la educaci¨®n superior, que transferir¨ªa a las comunidades aut¨®nomas y es esperado como agua de mayo. "Las universidades no podr¨¢n hacer frente a los nuevos retos organizativos a coste cero", alerta la CRUE. "Esperemos que se lleve a cabo y que las comunidades aut¨®nomas lo destinen a universidades, como est¨¢ previsto", interviene Oriol Escard¨ªbul, gerente de la UB. A la espera de que llegue el man¨¢, y de c¨®mo se distribuye (la Conferencia de Rectores conf¨ªa en que se haga atendiendo al n¨²mero de estudiantes), los fondos salen, de momento, de los recursos propios. "Ya veremos c¨®mo acabamos el a?o 2020, presupuestariamente hablando, si no recibimos las ayudas correspondientes", advierte Escard¨ªbul.
"Hemos contratado docentes e incrementado la carga lectiva de una parte del profesorado asociado, siempre que no le impida su labor de investigaci¨®n", a?ade Carmona. Y los ha formado, tanto esta instituci¨®n como todas las consultadas. La UB ha dise?ado una formaci¨®n espec¨ªfica en docencia mixta. En la UC3M, los profesores del segundo cuatrimestre se reciclaron a final del curso pasado; los del primero, este verano. Cuando el confinamiento ya se ve¨ªa venir, el departamento de apoyo a la innovaci¨®n docente de la EUEF se puso con el claustro a trabajar la docencia virtual. De ah¨ª salieron, entre otros frutos, tutoriales para resolver las cuestiones m¨¢s pr¨¢cticas, como las t¨¦cnicas de masaje o los tipos de vendajes. Fue una herramienta de emergencia. "Llevamos a?os con el debate de si se podr¨ªa montar fisioterapia online; nosotros defendemos que es imposible", sostiene L¨®pez.
Ciencias con contacto
Las carreras de ciencias de la salud, en general cualquiera que implique tocar, palpar y manipular como parte clave de su formaci¨®n, arrastran pr¨¢cticas necesariamente presenciales que no se pudieron realizar el curso pasado a causa de la pandemia. La EUEF las lleva recuperando desde el 1 de septiembre. Y cruza los dedos para que no vuelva a decretarse un confinamiento, que todas las universidades contemplan, por otra parte (escenario B, lo llaman algunas). "Reorganizar¨ªamos los curr¨ªculos para concentrar la teor¨ªa en el primer cuatrimestre", avanza L¨®pez, que se resigna a que, en el peor de los casos, sus futuros enfermeros y fisioterapeutas tendr¨¢n que alargar sus estudios un semestre o un a?o m¨¢s. El resto de universidades consultadas no se plantean tal posibilidad.
"?Y por la evaluaci¨®n? ?No me vas a preguntar por ella?", comenta, entre bromas y veras, uno de los entrevistados. La evaluaci¨®n fue una de las cuestiones candentes en el ¨²ltimo cuatrimestre del curso 2019-2020, cerrado 100% a distancia. En aquel momento se comprob¨® que 1) las plataformas digitales funcionaron a la hora de hacer los ex¨¢menes, y seguir¨¢n haci¨¦ndolo en el actual panorama de semipresencialidad, quiz¨¢s combinadas con controles presenciales para grupos peque?os, y 2) hab¨ªa vida m¨¢s all¨¢ de la tradicional prueba final presencial. El escenario B (completamente online) que prev¨¦ la UGR, y es solo un bot¨®n de muestra, apunta, como primer criterio, que "la evaluaci¨®n debe ser preferentemente continua". Eso, al menos, s¨ª tiene pinta de reto superado.
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