Pablo Albor¨¢n: ¡°No vendo mi vida; vendo mi m¨²sica¡±
Al final del confinamiento anunci¨® su homosexualidad. Un secreto hasta entonces. Tambi¨¦n mont¨® un estudio de grabaci¨®n donde ha dado forma a un disco que saldr¨¢ a final de a?o. Y ahora tambi¨¦n sue?a con ser actor. Pablo Albor¨¢n es un hombre nuevo. As¨ª redirige una carrera de ¨¦xito internacional y una nueva vida en la que aspira a ser m¨¢s feliz.
Cuando a finales de marzo casi toda Espa?a qued¨® paralizada por la pandemia del coronavirus, Pablo Albor¨¢n tom¨® una decisi¨®n: montarse ¡°un pedazo¡± de estudio de grabaci¨®n en casa. ¡°Lo renov¨¦ entero. Decid¨ª armarlo bien. Me tem¨ªa que todo iba a ir a peor y entonces dije: ¡®Si s¨¦ trabajar con un port¨¢til, pues se acab¨®. Me voy a poner a saber c¨®mo se monta un buen estudio con un ordenador¡±, cuenta. Llam¨® a sus ingenieros y lo primero que quiso saber fue el modelo de micr¨®fono que hab¨ªa usado en su anterior ¨¢lbum. A partir de ah¨ª, les fue consultando de todo hasta ponerse manos a la obra con el fin de grabar un nuevo disco, que ya est¨¢ terminado, se llamar¨¢ V¨¦rtigo y saldr¨¢ a finales de a?o.
¡°El estudio es un garaje de los a?os setenta de mi abuelo¡±, explica el m¨²sico. ¡°Es m¨¢s chico que un sal¨®n normal. Yo digo que es un tubo. Poco a poco lo fui armando. Primero fue una sala de ensayo, pero lo transform¨¦ en un estudio, incorporando wifi, micros, programas¡, hasta me compr¨¦ otra guitarra ac¨²stica. ?Para m¨ª fue como Navidad!¡±, exclama con una sonrisa. Llevaba un tiempo trabajando en unas cuantas canciones y, en pleno avance del coronavirus y con el pa¨ªs confinado, se top¨® con un dilema: parar o ¡°seguir como fuera¡±. ¡°Pens¨¦ que me quedaba encerrado ah¨ª media vida y no quer¨ªa parar. Estaban trabajando m¨¢s personas conmigo en esas canciones y no quer¨ªa detener todo¡±.
Albor¨¢n charla tranquilamente en un restaurante madrile?o. Horas antes, ha estado en una intensa sesi¨®n de fotograf¨ªas para esta revista en un club de veh¨ªculos antiguos donde se mueve como pez en el agua ante las directrices de estilistas y fot¨®grafos. A principios de septiembre, tambi¨¦n anda metido en la grabaci¨®n de un videoclip. Como es habitual en ¨¦l, consulta el m¨®vil r¨¢pidamente entre huecos que le va dejando el d¨ªa. Se comunica mucho con mensajes de audio, escribe veloces respuestas en WhatsApp y revisa las reacciones a sus publicaciones en las redes sociales. Antes de comer, cuando se sienta en la mesa con el resto de su equipo, saca una agenda repleta de citas y planes, repasa los nuevos compromisos para finales de mes y con un bol¨ªgrafo los apunta como si fuera un estudiante de bachillerato de los de antes.

Esa agenda de papel es muy distinta, aunque no por ello menos ¨²til, al ¡°Google Calendar¡± al que se refiere en m¨¢s de una ocasi¨®n para hablar del proceso de creaci¨®n de V¨¦rtigo, su quinto ¨¢lbum desde que hace una d¨¦cada empez¨® a subir canciones a YouTube y se convirti¨® en cuesti¨®n de meses en un fen¨®meno musical en Espa?a, llegando a fichar por una gran discogr¨¢fica y publicar un primer disco ya exitoso que vendi¨® 240.000 copias. Con V¨¦rtigo, se ha metido en un proceso de creaci¨®n nuevo para ¨¦l. ¡°Trabajaba a distancia con los productores. Mandaba una idea, ellos me pasaban la suya, yo enviaba otra y luego hac¨ªamos el popurr¨ª¡±, dice, moviendo las manos como para indicar en el aire el baile de ideas que entraban en esa especie de calendario compartido. Un popurr¨ª que acab¨® tambi¨¦n por hallar elementos de reinvenci¨®n en su propia m¨²sica. ¡°Quer¨ªa que fuera un disco distinto. Apenas hay reverb en mi voz. Canto de una forma m¨¢s seca. Buscaba ser m¨¢s introspectivo, m¨¢s cercano. No quer¨ªa que se me escuchase con distancia. Por eso, estoy m¨¢s susurrando¡±. Tambi¨¦n hay canciones con efectos de sonido caseros, como los de sus sobrinos ¡°corriendo por la casa¡±. ¡°Creo que la situaci¨®n hizo que todos pusi¨¦semos un poquito m¨¢s de nosotros en el proceso y al final hemos ido a por todas¡±.
Fueron a por todas, pero aprendiendo sobre la marcha. Acostumbrado a meterse en un estudio de grabaci¨®n durante horas, Albor¨¢n nunca hab¨ªa trabajado a distancia. ¡°Era dif¨ªcil porque al principio hab¨ªa m¨¢s frialdad, pero luego todos nos manejamos bien. ?bamos m¨¢s directos, no hac¨ªamos tantas bromas como en un estudio y no pod¨ªamos liarnos y¨¦ndonos a comer y gastar horas en la comida¡ Al final ha sido enriquecedor. ?Hasta se pod¨ªa trabajar en ch¨¢ndal!¡±, confiesa con media sonrisa. ¡°Lo que parec¨ªa imposible, al final se hizo posible¡±, sentencia. En ese Google Calendar estaban incluidos su productor habitual, Julio Reyes, en Miami; el m¨²sico Lolo ?lvarez para las guitarras, en Sevilla, y ¨¦l, que estaba desde Benalm¨¢dena, M¨¢laga. En su casa de toda la vida, la de sus padres.
En su c¨ªrculo de confianza, siempre fuera de micros y entrevistas, es f¨¢cil o¨ªrle hablar con orgullo de su familia. ¡°Una familia cojonuda, de verdad¡±, dispara cuando ya se queda sin m¨¢s buenas palabras. Habla de sus padres, pero tambi¨¦n de sus hermanos y sus sobrinos. De estos ¨²ltimos comenta cosas y muestra alg¨²n v¨ªdeo como si fueran sus hijos. El m¨²sico siempre ha defendido que su familia es su gran pilar. Durante el confinamiento, estuvo con su madre y su padre. ¡°Fue una gozada¡±, asegura. Desde que se convirti¨® en una estrella del pop, hace ya 10 a?os ¡°sin parar¡±, no hab¨ªa tenido la oportunidad de estar con ellos tres meses, ¡°d¨ªa y noche¡±. ¡°Quitando todo lo duro por el coronavirus, ha sido una de las mejores ¨¦pocas de mi vida. He podido pasar un tiempo maravilloso con los dos. He tenido charlas, he paseado con ellos por el jard¨ªn¡ Con mi madre he cocinado como nunca y hasta le he te?ido las ra¨ªces, cosa que no hab¨ªa hecho en mi vida, aunque le dej¨¦ el pelo naranja. Pelo pollo¡±, confiesa con una risotada. Un d¨ªa, su madre le lleg¨® a coger y, alegre y emocionada, le dijo: ¡°Pablo, esto que est¨¢ pasando me ha regalado tiempo contigo¡±.
¡°Un padre me cont¨® que su hijo le puso el v¨ªdeo que publiqu¨¦ para decirle que tambi¨¦n era homosexual. Es una de las muchas historias que tengo¡±
Albor¨¢n y su familia no han sido ajenos a ¡°esto que est¨¢ pasando¡±, es decir, la pandemia. Tanto sus padres como ¨¦l pasaron el coronavirus en marzo y sufrieron momentos dif¨ªciles con la muerte de un t¨ªo a causa de la enfermedad. El m¨²sico tambi¨¦n habla de amigas cercanas que viv¨ªan solas en pisos peque?os, que estuvieron deprimidas y que no las pod¨ªa ayudar. Reconoce que, pese a ser ¡°hiperpositivo¡± y disfrutar de la compa?¨ªa de sus padres, hab¨ªa noches, ¡°en los ¨²ltimos 10 minutos en la cama a oscuras¡±, que se sent¨ªa ¡°muy mal¡±. ¡°Te sientes fatal por sentirte bien, pero tambi¨¦n por no saber c¨®mo ayudar¡±, explica. Por eso, en abril, Antonio Banderas y ¨¦l, ambos malague?os, donaron conjuntamente 200.000 euros para la financiaci¨®n de un respirador espa?ol dise?ado en M¨¢laga que asistiera a los pacientes m¨¢s graves durante la emergencia sanitaria.
A diferencia de tanta gente, el confinamiento le trajo felicidad y tambi¨¦n le ayud¨® a pensar m¨¢s que nunca. En plena desescalada hacia la nueva normalidad, Albor¨¢n, que, a diferencia de otras estrellas, controla sus redes sociales, sorprendi¨® a todos cuando el pasado 17 de junio subi¨® un v¨ªdeo en el que informaba de su homosexualidad. Ahora, despu¨¦s de una sobremesa que se ha alargado hablando de los deportes de riesgo que le gustar¨ªa practicar alg¨²n d¨ªa, sentado y relajado, pide otro caf¨¦ para comentar con calma aquel mensaje. ¡°No fue un acto de valent¨ªa como algunos dijeron. Para m¨ª fue un acto de dignidad¡±, asegura con rotundidad, e insiste en que no sinti¨® ninguna responsabilidad con respecto a nadie, pero, seg¨²n historias que le han ido llegando, se alegra de haber ayudado a muchos j¨®venes. Con casi 5,8 millones de seguidores en Instagram, 4,2 millones en Facebook y 3,8 millones en Twitter, su mensaje lleg¨® a todas partes. ¡°Un padre me cont¨® que su hijo le puso el v¨ªdeo para decirle sin palabras que tambi¨¦n era homosexual. Es una historia de las muchas que tengo¡±.

El v¨ªdeo, de poco m¨¢s de tres minutos, fue destacado en informativos y debatido largo y tendido en programas de televisi¨®n, incluso en algunos pol¨ªticos. ¡°Sab¨ªa que iba a montarse un belencito¡, pero no tanto¡±, dice con una risa. Recibi¨® muchas muestras de cari?o y aplausos, pero tambi¨¦n le llovieron las cr¨ªticas por un mensaje que, seg¨²n sus palabras, fue ¡°una declaraci¨®n limpia¡±. ¡°Me sorprend¨ªa que se dijera que por qu¨¦ hab¨ªa salido con este mensaje en el siglo XXI, en 2020. Que a estas alturas ya no ten¨ªa ning¨²n sentido. No s¨¦. Yo no pens¨¦ en eso porque lo hice porque yo quise, sin m¨¢s, pero, vamos, que si hay programas de televisi¨®n y medios debatiendo sobre ello es que todav¨ªa no se ha avanzado lo suficiente¡±, reflexiona. Tambi¨¦n asegura que le hac¨ªa ¡°mucha gracia¡± ver en diversos foros afirmar que el v¨ªdeo formaba parte de una estrategia de marketing. ¡°Pero no ven que salgo mir¨¢ndote a los ojos, tranquilamente, y te digo que este soy yo. Y ya est¨¢. ?Qu¨¦ marketing? Llegu¨¦ a hacer varios v¨ªdeos de prueba esa ma?ana, d¨¢ndole vueltas a lo que iba a decir, pero fui a comer, luego me ech¨¦ una siesta y con el pijama [¡°?con el pijama!¡±, repite] lo hice, lo sub¨ª y no lo mir¨¦ m¨¢s¡±.
Poca gente sabe que Pablo Albor¨¢n no hizo la comuni¨®n por voluntad propia. Con nueve a?os les dijo a sus padres que no quer¨ªa hacerla y, aunque ellos contaban con que la hiciese como todos los ni?os de su clase, respetaron su decisi¨®n. ¡°En mi familia siempre prima la libertad¡±, apunta. Asegura que nunca ha tenido ni un solo conflicto con su homosexualidad en casa, incluso, dice, fuera de ella. Por eso reconoce que, si acaso, el ¨²nico problema que ten¨ªa en la cabeza con el tema de su sexualidad, y que tambi¨¦n le llev¨® a compartir el v¨ªdeo, es que a veces parte del entorno medi¨¢tico especulaba y chismorreaba, haci¨¦ndole sentir como que le pod¨ªa tener ¡°cogido de los huevos¡± por no expresarse p¨²blicamente, y eso no le gustaba ¡°ni era verdad¡±. ¡°No estaba pidiendo permiso. Hay gente que anda siempre buscando que me duela algo, pero cuando me duela no se van a enterar porque no vendo mi vida. Vendo mi m¨²sica, y en mi m¨²sica hay m¨¢s vida que toda la que pueda vender¡±.
Vender m¨²sica sabe hacerlo bien. Muy bien. Sus discos siempre est¨¢n entre los m¨¢s vendidos de Espa?a, y sus giras, entre las que m¨¢s recaudan. El nuevo ¨¢lbum llegar¨¢ en tiempos muy convulsos para la fr¨¢gil industria musical. ¡°Me planteo muchas veces si es bueno publicar un disco en tiempos de pandemia. Tengo miedo, pero ya he decidido que no me voy a parar. Seguro que es mejor otro momento, pero creo que toca ser valientes y, aunque no salga como esperamos, seguro que nos va a venir bien a todos para estrujarnos la cabeza¡±. Aunque V¨¦rtigo llegar¨¢ como un chute de energ¨ªa en el sector, habr¨¢ que estrujarse m¨¢s la cabeza con los conciertos. M¨¢s ¨¦l, que es una estrella de grandes pabellones. La mayor¨ªa de m¨²sicos espa?oles no puede permitirse no salir a tocar y ¨¦l se sabe que es un privilegiado que se lo puede permitir. ¡°Es muy preocupante. Yo no me veo saliendo en las circunstancias actuales. Hay que buscar la manera de hacerlo. Yo ahora no tengo plan b, pero lo buscar¨¦¡±.

¡°Conectar¡±. Es la palabra que m¨¢s repite al referirse a todo lo que tenga que ver con la m¨²sica, pero tambi¨¦n con la vida, en esta era de pandemia. Conectar con los dem¨¢s, pero tambi¨¦n con uno mismo. Es lo que ha hecho Albor¨¢n en estos meses atr¨¢s, tanto que, despu¨¦s de todo el ¨¦xito cosechado y a la espera de un nuevo disco ya en camino, le gustar¨ªa reinventarse fuera de la m¨²sica. Tiene los ojos puestos en el cine. Ya ha habido m¨¢s de una conversaci¨®n de tanteo. ¡°Ser¨ªa una gran responsabilidad porque no soy actor y respeto much¨ªsimo el oficio. Tambi¨¦n ser¨ªa un esfuerzo grande porque tendr¨ªa que parar todo lo relacionado con mi carrera¡±, explica el m¨²sico, que ha protagonizado la sesi¨®n de fotograf¨ªas que ilustran estas p¨¢ginas inspirada en Ryan Gosling ¡ª¡°un actor con una evoluci¨®n cinematogr¨¢fica magn¨ªfica¡±, dice¡ª en la pel¨ªcula ?Drive. Confiesa que hizo una prueba ¡ªprefiere no dar el nombre del proyecto¡ª y le sali¨® bien, pero adem¨¢s le encant¨®. Animado por personas dedicadas al casting que le ven cualidades, ahora est¨¢ entusiasmado con la idea. ¡°Me gustar¨ªa solo si es algo que implica un conocimiento real del medio que no tengo. Un esfuerzo grande. No har¨ªa un papel que sea parecido a lo que la gente ve en m¨ª, sino todo lo contrario. Algo m¨¢s oscuro y que me desligue de mi imagen p¨²blica¡±. ?Alg¨²n deseo? ¡°Soy muy amigo de Bayona y lo pienso. Me encantar¨ªa trabajar con Almod¨®var porque me flipa, pero no s¨¦ si le encajar¨ªa. De fuera, con alguien como Ryan Murphy¡±.
Antes de despedirse, con su habitual mochila siempre acompa?¨¢ndole, donde guarda la agenda de papel en la que apunta todas las tareas que le vienen con la preparaci¨®n y salida de V¨¦rtigo, y su m¨®vil, con el que se conecta con millones de fans cada semana, compara la aventura de la interpretaci¨®n a la de la cocina, a la que se aficion¨® ¡°much¨ªsimo¡± durante el confinamiento. ¡°No sab¨ªa hacer ni un huevo frito. Y ahora soy como mi abuela, que me cocinaba y se quedaba mir¨¢ndome a ver si me gustaba. Lo mejor es que experiment¨¦ otra vez esa sensaci¨®n de empezar de cero y desear con ganas que te salga bien¡±.
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