Digitalizaci¨®n y sostenibilidad, un binomio indivisible
Hay una oportunidad para una nueva econom¨ªa que ponga en el centro la innovaci¨®n y el respeto al medio ambiente
Europa lo dej¨® claro en diciembre con el Pacto Verde Europeo y lo ha remarcado en esta crisis: las ayudas econ¨®micas van vinculadas a la sostenibilidad y a la digitalizaci¨®n. Espa?a ha legislado para acelerar los procesos desde las carteras de Transici¨®n Ecol¨®gica y Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial. En 2019 Espa?a se un¨ªa al GSG, la plataforma internacional nacida del G8 para impulsar la inversi¨®n de impacto social y ambiental. Al calor de la Cumbre de Santiago de Chile (COP25) y su senda para limitar el ascenso global de temperaturas, el mundo financiero advierte del riesgo del cambio clim¨¢tico para la econom¨ªa. Puesta la mesa y conocidas las nuevas reglas de juego, ahora le toca al tejido empresarial mover ficha.
"La Comisi¨®n conf¨ªa en la capacidad de la sostenibilidad para hacer a Europa competitiva en los mercados internacionales a largo plazo y usar¨¢ los elementos a su alcance para hacerlo posible", resume la experta en finanzas Carmen Basagoiti, socia de la consultora Kreab. En su opini¨®n, la crisis sanitaria ha cambiado los t¨¦rminos y donde se hablaba de "crecimiento", ahora de "reconstrucci¨®n", con la sostenibilidad como base. Para ella, Espa?a se enfrenta a un "enorme reto" para transformar su tejido productivo, "incluidos sectores como la energ¨ªa, el transporte o la infraestructura". De ah¨ª que sea necesario, en su opini¨®n, "la cooperaci¨®n de todos los agentes" econ¨®micos y sociales, "movilizar inversi¨®n sostenible" y desarrollar nuevas tecnolog¨ªas.
El ecopostureo
Alfred Vernis, experto en sostenibilidad y profesor de ESADE, tambi¨¦n cree que "la UE est¨¢ llamando a las Administraciones, empresas, organizaciones y universidades a ser l¨ªderes sostenibles, a cambiar sus pol¨ªticas en todos los sectores". Sin embargo, mantiene que esta rotundidad se debe a que "desconf¨ªa de que los estados vayan a invertir en sostenibilidad y lo hagan en temas pseudosostenibles", que adem¨¢s de restarle competitividad al pa¨ªs, da gasolina al green?washing (ecopostureo) que preocupa a la UE y contra la que tambi¨¦n ha legislado, ante la presi¨®n de los consumidores y la hist¨®rica cr¨ªtica de las asociaciones ecologistas. La educaci¨®n de los consumidores y los directivos es uno de los focos de los programas educativos de muchas escuelas de negocios, como el IE, por ejemplo. Isabela del Alc¨¢zar, responsable de sostenibilidad de la instituci¨®n, mantiene que se debe apostar por ense?ar a "crear valor para todas las partes interesadas, nuevos modelos de negocios y soluciones adaptadas al nuevo entorno y valores".
"Ya no vale todo", resume ?ngeles Claro, directora de sostenibilidad de la conservera Jealsa. "Muchos proyectos pueden dar el pego de sostenibles pero si rascas no hay contenido ni credibilidad, el compromiso ambiental tiene que demostrarse y la digitalizaci¨®n es un aliado para la transparencia, para la trazabilidad y para mejorar procesos". El mismo argumento de Cristian Oller, directivo de Prologis, empresa log¨ªstica en la lista mundial de las 100 empresas m¨¢s sostenibles, que asegura que "las compa?¨ªas del sector han asumido que la cadena de suministro debe poner la sostenibilidad en el centro a lo largo de toda la cadena y hacer que la digitalizaci¨®n gestione el flujo informativo al instante".
Si bien estas dos llaves para la nueva econom¨ªa son aliadas, como remarca Vernis, hay que insistir en que su naturaleza es distinta: "La revoluci¨®n sostenible necesita de la digital y viceversa, pero la tecnolog¨ªa es solo un medio; lo verdaderamente revolucionario es vivir seg¨²n los l¨ªmites del planeta". El que fuera durante a?os responsable de sostenibilidad en Inditex, hace hincapi¨¦ en las incoherencias que puede generar la superficial puesta en marcha de estos dos ¨¢mbitos: "De nada sirve la tecnolog¨ªa si no eres sostenible en tejidos, ¨²ltima milla, envases; una garant¨ªa que puede ofrecer la digitalizaci¨®n. Es precisamente lo que Europa quiere en todas las cadenas de valor y todos los sectores, desde el industrial al agr¨ªcola. De nada sirve incentivar la pol¨ªtica agraria com¨²n si no la ligo a pr¨¢cticas regenerativas".
El sector agr¨ªcola tiene a¨²n mucho por avanzar, a pesar de sufrir diariamente las consecuencias del cambio clim¨¢tico y est¨¢ verde en digitalizaci¨®n. Plant On Demand programa herramientas digitales para peque?as producciones ecol¨®gicas y comercios. "La digitalizaci¨®n serv¨ªa para ser m¨¢s eficiente y vender m¨¢s, pero ahora debe ponerse al servicio de las personas. La programaci¨®n debe hacerse bajo criterios de humanidad, como un proceso artesanal m¨¢s. Es una herramienta para proteger el rural, fomentar las conexiones entre territorios y proteger pr¨¢cticas ancestrales ligadas al campo", resume su fundador, Alejandro Wonenburger. Ese enfoque de tecnolog¨ªa humana defiende Nicola Cerantola, fundador de Ecologing y experto en econom¨ªa circular: "Tan beneficioso es conocer la huella ambiental a trav¨¦s de datos, como la desconexi¨®n de la tecnolog¨ªa; la hiperconexi¨®n es contraria a la sostenibilidad".
Tambi¨¦n se fij¨® en lo local Hannun, que vende online muebles de ebanistas y carpinteros. "El consumidor te premia por tus valores, as¨ª que el enfoque fue generar riqueza y empleo local haciendo las cosas bien. Los artesanos nos aportan calidez y nosotros les acercamos a canales de venta", apunta Maurici Badia, uno de los fundadores, que destaca un cambio de tendencia en el mundo de la inversi¨®n. "Hemos pasado de que nos dieran la espalda a que ahora haya fondos especializados en este tipo de econom¨ªa", apunta Joan ?lvarez, el otro socio. De la misma opini¨®n es Oriol Reull, responsable en Espa?a de Too Good To Go, una app contra el insostenible despilfarro de alimentos."El emprendimiento social ha ganado peso, es una tendencia en auge. Las empresas con prop¨®sito, que anteponen el impacto social a los beneficios, son fundamentales en el tejido empresarial".
El motivo del cambio, en palabras de Basagoiti, podr¨ªa estar en la convicci¨®n de consejeros delegados como Larry Fink (de BlackRock, la mayor gestora de activos) que insisti¨® en integrar en la gesti¨®n de empresas los principios de las inversiones socialmente responsables (ESG, sus siglas en ingl¨¦s). Algo que han avalado el Banco Central Europeo y el Banco Europeo de Inversi¨®n, entre otros. "El G20 y el Consejo de Estabilidad Financiera hicieron recomendaciones para invitar a las empresas a realizar un an¨¢lisis de riesgos y oportunidades del cambio clim¨¢tico, es decir, lo han elevado a la categor¨ªa de riesgo", explica la socia de Kreab. "Tanto Espa?a como la UE han incorporado instrumentos legales complementarios para impulsar el mercado de finanzas sostenibles".
Modelos circulares
Id¨¦ntica lectura hace Rafael Soler, responsable de programas de RSC y nuevas econom¨ªas en Fundaci¨®n Mediterr¨¢neo (CAM) y de la escuela de negocios Emine: "El impacto social positivo es un intangible a potenciar para que las compa?¨ªas sean l¨ªderes que apoyan y vertebran el territorio". Juanjo Manzano, de la consultora para fijar poblaci¨®n rural Almanatura, va un paso m¨¢s all¨¢ y las invita a pensar "no s¨®lo en qui¨¦n les compra sino en qui¨¦n quiere trabajar con y para ellos" por eso insiste en que "el sector p¨²blico apueste por la empresa de triple balance". O en otros t¨¦rminos, por el trilema malthusiano "que intenta hacer compatible el crecimiento de la poblaci¨®n, el desarrollo socioecon¨®mico y la capacidad econ¨®mica del planeta", apunta Basagoiti, que mantiene que "solo se puede resolver con la innovaci¨®n y la tecnolog¨ªa en general y la digitalizaci¨®n en particular, que transforma infraestructuras y procesos para hacerlos m¨¢s sostenibles".
El inter¨¦s creciente por esta nueva econom¨ªa queda patente en el estudio del fondo SpainNab (consejo asesor nacional para la inversi¨®n de impacto, parte del GSG) que confirma que solo en Espa?a las inversiones de impacto social y ambiental positivo en 2019 alcanzaron los 229 millones, con la previsi¨®n de cuadruplicarse en 2021. Jos¨¦ Luis Munain, director de SpainNab, indica que "mundialmente, solo este a?o ya se han movilizado 602.000 millones; la inversi¨®n de impacto es una herramienta clave para movilizar capital privado para dar respuesta a los desaf¨ªos marcados por la Agenda 2030".
En esta transici¨®n, hay sectores que van abriendo la senda; como la energ¨ªa; el transporte y la movilidad y la rehabilitaci¨®n. Como manifest¨® el presidente de Iberdrola, Jos¨¦ Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, en la C¨¢mara de Comercio hace pocos d¨ªas: "Esta nueva ambici¨®n representa una oportunidad ¨²nica que Espa?a debe aprovechar. Contamos con tecnolog¨ªa, empresas innovadoras y capacidad de respuesta para afrontar nuevos proyectos con los recursos renovables necesarios, pero hay que acelerar la transici¨®n para estimular la recuperaci¨®n econ¨®mica". En Red El¨¦ctrica de Espa?a (REE) comparten esa visi¨®n y consideran que la f¨®rmula de digitalizaci¨®n y sostenibilidad "es la mejor para la recuperaci¨®n actualmente", asegura F¨¢tima Rojas, directora corporativa de sostenibilidad y relaciones externas de la firma de transporte el¨¦ctrico.
Y tambi¨¦n por econom¨ªas del presente, como la edificaci¨®n, que ve urgente la rehabilitaci¨®n ¡ªen agosto, el Gobierno anunci¨® 300 millones de euros en ayudas para la energ¨¦tica¡ª con fines de descarbonizaci¨®n. Se trata de un sector "responsable de un tercio de las emisiones de gases contaminantes a la atm¨®sfera", explica Bruno Sauer, portavoz del Green Building Council Espa?a (GBCE). Desde la fabricaci¨®n de materiales a las calderas y perdiendo fr¨ªo y calor por la baja exigencia de la construcci¨®n en Espa?a. "Hay que poner en marcha acciones como Advancing Net Zero para acelerar la descarbonizaci¨®n del parque edificado para 2050 y nuevas herramientas para certificar edificios", asegura Sauer.
Desde la adopci¨®n del concepto de ciudades inteligentes ¡ªtras a?os de ruido, a¨²n lejos de ser implantado¡ª el transporte ha inspirado un vasto ecosistema emprendedor: proyectos centrados en la movilidad conectada, ciudades que recopilan datos para mejorar el tr¨¢fico, aplicaciones de rutas en bicicleta o soluciones para la movilidad compartida, como ?BusUp, que gestiona rutas de autobuses de empresas de cualquier operador. Eva Romagosa, su directora de innovaci¨®n, diagnostica que el sector adolece de "ambici¨®n". "Aplaudimos los esfuerzos por apostar por veh¨ªculos menos contaminantes y desarrollar herramientas digitales, pero falta impulsar modelos que vayan m¨¢s all¨¢ de la apuesta por el veh¨ªculo particular el¨¦ctrico". En su opini¨®n "el futuro pasa por la movilidad colectiva y conectada, por modelos de negocio donde los recursos se empleen de forma m¨¢s eficiente"; una llamada a operadores y Administraciones.
Pareciera, sin embargo, un error reducir la transformaci¨®n digital y verde a la electrificaci¨®n. Porque "no basta con electrificar el sistema el¨¦ctrico e integrar las renovables, sino que necesitamos tecnolog¨ªas a¨²n inmaduras o no inventadas", remarca Basagoiti, que aporta una nota realista a este proceso de cambio de modelo: "La carrera por la sostenibilidad y la digitalizaci¨®n determinar¨¢ nuestra capacidad competitiva y bienestar. De este proceso saldr¨¢n ganadores y perdedores". Asumida escasez de materia prima en Europa, hecho que resta competitividad como econom¨ªa, la tecla adecuada podr¨ªa ser en opini¨®n de esta experta, "implantar modelos de econom¨ªa circular que nos hagan ricos en recursos". Basagoiti se muestra convencida de que "si nuestras empresas innovan y lideran la lucha contra el cambio clim¨¢tico, podr¨¢n exportar sus productos a otras regiones" y as¨ª hacer que la transici¨®n hacia una econom¨ªa descarbonizada, sea rentable y posicione al pa¨ªs en una posici¨®n de liderazgo.
Una secretaria de Estado para liderar un reto doble
Para Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial, "las transiciones digital y ecol¨®gica ofrecen sinergias positivas y necesarias hacia un modelo sostenible exitoso". En su opini¨®n, "la digitalizaci¨®n es una herramienta al servicio de la transici¨®n ecol¨®gica justa, clave para lograr los objetivos de descarbonizaci¨®n". Artigas mantiene que la transici¨®n "no puede entenderse sin la transformaci¨®n digital de los sectores productivos" y defiende poner "la tecnolog¨ªa al servicio de la transici¨®n, y apostar por la econom¨ªa del dato; la automatizaci¨®n como v¨ªa para ganar eficiencias; la conectividad o la inteligencia artificial, para convertir a Espa?a en una econom¨ªa digital inteligente, verde y sostenible". La secretaria de Estado anuncia la creaci¨®n de un plan dentro de la Estrategia Nacional de Inteligencia artificial, que desarrolla algoritmos eficientes energ¨¦ticamente por dise?o titulado Algoritmos Verdes.
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