Un Vargas Llosa en el buz¨®n de casa

Diez suscriptores de EL PA?S han recibido estas navidades un regalo en sus casas: una novela dedicada por el autor Mario Vargas Llosa. Se trata de una de las celebraciones que ha organizado el diario para festejar los 30 a?os que el premio Nobel lleva escribiendo su columna Piedra de toque y tambi¨¦n agradecer la confianza de los lectores.

Ascensi¨®n Sanz lo recibi¨® en su residencia de Barcelona. El t¨ªtulo elegido para ella fue Pantale¨®n y las visitadoras. ¡°No me lo esperaba y, siendo del se?or Vargas Llosa, estoy segura de que estar¨¢ muy bien¡±, explica por tel¨¦fono. Sanz, administrativa de profesi¨®n, pero ¡°jubilada hace mucho¡±, se?ala que los art¨ªculos de Opini¨®n, con la firma de Vargas Llosa incluida, son los que la han impulsado principalmente a suscribirse a la edici¨®n digital del diario. "Tambi¨¦n porque hay que colaborar", a?ade.

El premio Nobel es uno de los escritores habituales en la biblioteca de C¨¦sar Alonso. "Soy lector de Vargas Llosa desde que ten¨ªa 16 o 17 a?os y siempre me ha gustado much¨ªsimo¡±, describe. Ha recibido La fiesta del chivo, una obra que recuerda "con mucho cari?o" y "una de las mejores" pues, como seguidor de su trabajo, ya la cuenta entre sus lecturas. ¡°Posiblemente lo estrene mi hija¡±, apunta explicando que a sus 18 a?os tambi¨¦n es una buena lectora y se lo ha recomendado.

Alonso, residente madrile?o de 56 a?os, era un preadolescente cuando vio el primer n¨²mero de EL PA?S en su casa. ¡°A mi padre no le gustaba buena parte de la prensa, pero la le¨ªa¡±, cuenta. As¨ª que entre los diarios que llegaban a la mesa se asent¨® EL PA?S y desde entonces ha formado parte de su rutina, incluso cuando su etapa formativa lo llev¨® a Londres. ¡°No llegaba siempre, pero me acuerdo que el quiosquero que hab¨ªa al lado del London School me guardaba el del fin de semana y lo ten¨ªa que leer el lunes¡±. Fueron los a?os de la Guerra del Golfo (1990-1991) y buscaba en ¨¦l la mirada espa?ola sobre el conflicto, adem¨¢s de la actualidad nacional.

A lo largo de estos a?os no ha cambiado el h¨¢bito, pero s¨ª el canal, pues tambi¨¦n se ha pasado a la edici¨®n digital porque ¡°con la vida tan ocupada que llevamos¡± le resulta m¨¢s c¨®modo. Docente en la Universidad Carlos III, posterga algunos art¨ªculos para momentos de ocio.

La misma opini¨®n sobre la versi¨®n en l¨ªnea arguye Eduard Albors, de Barcelona, que ha recibido la novela de Vargas Llosa con ¡°ilusi¨®n¡± porque se trata de un libro dedicado personalmente de un premio Nobel. ¡°No es un escritor cualquiera¡±, enfatiza. Acaba de jubilarse del sector ferroviario con 67 a?os y ahora tendr¨¢ m¨¢s tiempo que dedicar a la lectura, tanto de prensa como de literatura, as¨ª como a la escritura, pues tambi¨¦n colabora en algunos peri¨®dicos. De hecho, en 1995 lleg¨® a publicar un art¨ªculo en EL PA?S que todav¨ªa conserva.

Considera al diario ¡°el gran peri¨®dico del pa¨ªs¡±, a pesar de que no siempre est¨¦ de acuerdo con la l¨ªnea editorial. ¡°Lo estoy al 80%¡±, aproxima. Destaca que m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica o la opini¨®n, encuentra tem¨¢ticas "interesantes y diferenciales" en otras secciones, como Ciencia. Y concluye: ¡°No solo es el covid o la pol¨ªtica, que eso puede acabar cansando y no es preciso seguirlo todos los d¨ªas, hay otros temas interesantes que no encuentras en otros diarios".