Pero, ?cu¨¢ntas casas tiene Pap¨¢ Noel?
La ubicaci¨®n del domicilio de Santa Claus no es balad¨ª. Todo lo contrario: es un negocio tan redondo como su cintura. Muchos territorios se han postulado para acogerlo, pero la Laponia finlandesa lo hizo mejor que sus competidores
Santa Claus no es solo un afable y orondo viejito con barba blanca que trae regalos un d¨ªa como hoy. Es una marca universal tan poderosa como la Coca-Cola capaz de generar ping¨¹es beneficios. Como la iconograf¨ªa lo coloca a bordo de un trineo tirado por renos, los tres pa¨ªses escandinavos que han hecho de este c¨¦rvido un animal dom¨¦stico pugnaron duramente (aunque de una manera muy civilizada, faltar¨ªa m¨¢s) por apropiarse de la marca y ser el lugar desde el que parte la comitiva de juguetes m¨¢s esperada del mundo. Una disputa -la de ponerle casa a Santa Claus- que finalmente gan¨®, y de largo, Finlandia.
La sucesi¨®n de hechos que llev¨® al bueno de Pap¨¢ Noel a tener pasaporte fin¨¦s ser¨ªa esta. El origen de la leyenda de Santa Claus se localiza en un personaje real: San Nicol¨¢s, obispo cristiano que vivi¨® en el siglo IV en una peque?a ciudad de Anatolia (actual Turqu¨ªa) y que se hizo c¨¦lebre por su generosidad, en especial con los ni?os, a los que dejaba regalos entrando en secreto por las ventanas de sus casas. M¨¢s tarde, en 1623, los emigrantes holandeses llevaron la tradici¨®n a Norteam¨¦rica al fundar Nueva York. A lo largo del siglo XIX, diversas publicaciones gr¨¢ficas y literarias fueron dando forma al personaje tal y como lo conocemos hoy. Finalmente, las campa?as de Coca-Cola a partir de 1931 terminaron por popularizar su silueta oronda, su traje rojo y blanco y su trineo tirado por renos. Pero¡. ?de d¨®nde ven¨ªa la comitiva?
Estaba claro que, si viajaban en trineo y con renos, de Jamaica no iba a ser. La primera ubicaci¨®n de tan honorable domicilio la dio una compa?¨ªa de alimentos congelados estadounidense que monopolizaba la venta de carne de reno e hizo una campa?a de publicidad en 1926 con la imagen del gordito m¨¢s navide?o y sus renos: ven¨ªa del Polo Norte. Y as¨ª siguen crey¨¦ndolo en buena parte de EE. UU.
Pero la compa?¨ªa desapareci¨® y en el Polo Norte no vive nadie como para rentabilizar el c¨®digo postal. As¨ª que: ?d¨®nde hab¨ªa renos, pero m¨¢s al sur? Efectivamente: en Laponia. Pero Laponia es un territorio transfronterizo que comparten Finlandia, Suecia y Noruega (tambi¨¦n en parte, Rusia). ?De cu¨¢l de las tres?
¡°Santa Claus es de Dr?bak¡±, afirman los noruegos. Al menos, as¨ª lo anuncia la web de la oficina de Turismo de esta ciudad ubicada a unos 40 minutos en coche al sur de Oslo, donde hay una casa de la Navidad y una oficina de correos de Santa Claus a la que llegan cartas de ni?os de todo el mundo y donde puedes comprar una postal con el sello oficial de Santa.
"Santa Claus vive en Groenlandia", dice muy convencida una popular web de viajes danesa. "Esto es cierto y bien conocido, lo que pasa es que hay gente en otros pa¨ªses que tiene diferente percepci¨®n de la verdad", a?aden sin complejos. Para los ni?os de Dinamarca, la casa del personaje est¨¢ en Uummannaq, una poblaci¨®n de 1.500 habitantes en la costa oeste de Groenlandia de belleza solo comparable a la complejidad de su nombre. Tiene un almac¨¦n en el Polo Norte y un apartado de correos en Illulisat (se ve que el cartero de Uummannaq no daba abasto).? ?
Los suecos fueron m¨¢s pragm¨¢ticos. Tiene su Santa Claus particular: Jultomten o simplemente Tomten (personaje que tambi¨¦n existe en Noruega). Una mezcla entre San Nicol¨¢s y los nisse o gnomos del folclore escandinavo creados por la pintora Jenny Eugenia Nystr?m a finales del siglo XIX para ilustrar postales navide?as. Los Tomten no entran por la chimenea, sino por la puerta, y no viven en ninguna ciudad. Si le pregunta a los suecos, sabiendo que tienen la guerra perdida, responder¨¢n que vienen del bosque.
Porque esa guerra comercial la ganaron y de largo los finlandeses. Tanto que hoy todo el mundo acepta como oficioso que no oficial que Papa Noel vive en el Santa Claus Village de Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa, 815 kil¨®metros al norte de Helsinki. Todo empez¨® por una casualidad hist¨®rica. El norte de Finlandia qued¨® arrasado tras la Segunda Guerra Mundial. Lleg¨® mucha ayuda internacional para su reconstrucci¨®n, en parte proveniente del UNRAA, antecesor de UNICEF. Una de esas partidas estaba destinada a construir una caba?a de madera en Rovaniemi que sirviera de germen para el turismo en la zona. Eleanor Roosevelt, viuda de?Franklin D. Roosevelt -32? presidente de los EE. UU.-? y gran mentora del UNRAA, anunci¨® su inter¨¦s en inaugurar personalmente la caba?a y de paso, conocer Laponia. La decisi¨®n pill¨® desprevenidos a los finlandeses, que tuvieron que construirla en apenas dos semanas (si cree que lo de dejar las cosas para ¨²ltima hora es muy hispano, anda errado). La caba?a se levant¨® justo donde la l¨ªnea del C¨ªrculo Polar ?rtico corta la carretera nacional 4 -la ruta asfaltada m¨¢s larga del pa¨ªs, que une Helsinki con el gran norte- y fue inaugurada por Mrs. Roosevelt el 11 de junio de 1950. Desde ese momento, se convirti¨® en parada obligada de los turistas que quer¨ªan hacerse una foto y comprar un souvenir en el C¨ªrculo Polar. El ¨¦xito fue tal que en 1965 se tuvo que ampliar y cinco a?os despu¨¦s, construir un segundo pabell¨®n anexo. La Oficina de Turismo local pens¨® que, ya que ten¨ªan una atracci¨®n tur¨ªstica de ¨¦xito, por qu¨¦ no dotarla de m¨¢s contenido. Y as¨ª fue como Santa encontr¨® casa sin necesidad de acudir a portales de internet.
Desde entonces la humilde caba?a de Mrs. Roosevelt, reconvertida en un montaje comercial llamado Santa Claus Village que deja en mantillas al mism¨ªsimo mundo Disney, se ha erigido en una de las principales atracciones invernales de toda Escandinavia. Rovaniemi, que podr¨ªa haber sido una anodina ciudad m¨¢s, perdida en la inmensidad de Laponia, cuenta hoy d¨ªa con 126 establecimientos hoteleros de diversas categor¨ªas que suman m¨¢s de 4.700 camas adem¨¢s de 860 apartamentos de alquiler en AirBnB. En 2019, seg¨²n datos de la web oficial visitrovaniemi.fi, 373.000 turistas visitaron la ciudad y sus atracciones; 9.100 de ellos, espa?oles. M¨¢s de 61.000 de esos viajeros lo hicieron en diciembre, el mes de temporada alta en Laponia pese a que la temperatura media es de -3,7? (algo m¨¢s ¡°c¨¢lida¡± que en 2018, que fue de -5,6?), en Navidad el sol apenas despunta sobre el horizonte un par de horas y el precio medio de una habitaci¨®n en la ciudad ronda los 178 €. Todo un triunfo.
Papa Noel, Santa Claus, Viejito Pascuero, Santa, Pare Noel, Bo?i?ek, P¨¨re No?l, Fhater Christmas, T¨¦lap¨®, Baba Noel, Jultomten o Pai Natal. Se le llame como se le llame, es un negocio redondo. Y los finlandeses supieron verlo antes que nadie.
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