?C¨®mo ser¨ªa el mundo sin turistas?

Un momento para reflexionar sobre muchas cuestiones. La primera: ?c¨®mo es el mundo sin turistas? Si nos atenemos estrictamente al punto de vista medioambiental, mejor, que duda cabe, porque ha desaparecido la presi¨®n sobre muchos espacios. ¡°Circular por Phuket sin tr¨¢fico, ir a sus playas vac¨ªas, visitar el parque nacional de Ang Thong o las islas Phi Phi sin pr¨¢cticamente m¨¢s que una o dos lanchas¡­ es algo que en un futuro nos parecer¨¢ un sue?o lejano¡±, comenta Pol Comaposada, un espa?ol que lleva 10 a?os viviendo en Tailandia y regenta Mundo N¨®mada, una agencia receptiva de turismo especializada en hispanohablantes.

Elena, una canaria residente en Las Palmas, que tambi¨¦n trabaja en el sector tur¨ªstico, apunta: ¡°Ayer fui a la playa del Ingl¨¦s. Yo antes no ven¨ªa a quedarme aqu¨ª porque era agobiante. Ahora pasear por la playa y las dunas en soledad es incre¨ªble... me vine un par de d¨ªas a relajarme y ni yo misma me lo creo¡±.

En el Valle Sagrado, uno de los rincones m¨¢s tur¨ªsticos de Per¨², los sentimientos son encontrados, confiesa Christian Arteaga, director general de Smart Tourism & Hospitality Consulting, una consultora de Cuzco: ¡°Por un lado est¨¢ la necesidad econ¨®mica, pero por otro, como cusque?os, ver el Cusco y sus ¨¢reas tur¨ªsticas sin visitantes es extra?o y bonito porque puedes caminar por las calles y ver la magnanimidad de nuestro destino sin masas de turistas. Pero por otro lado se siente la falta de vida que le da ese movimiento a la regi¨®n, esa cosmopolitizaci¨®n que hace al Cusco tan ¨²nico dentro del Per¨²¡±.

Ver Machu Picchu (su reapertura est¨¢ prevista para el 1 de marzo) con solo 1.116 turistas diarios, menos de la mitad que antes, tambi¨¦n ser¨¢ un lujo para los afortunados que consigan una de esas plazas. Igual de vac¨ªos est¨¢n el resto de destinos tur¨ªsticos peruanos: ¡°El centro hist¨®rico de la ciudad de Arequipa se parece a las pel¨ªculas del viejo oeste, todo en silencio, con ramas secas rodando por las calles de la ciudad¡±, me contesta un gu¨ªa de esta ciudad peruana que prefiere permanecer en el anonimato.

Joan Llu¨¬s Ferrer, periodista de Diario de Ibiza y experto en tema de turismo, afirma que ¡°el verano pasado, Ibiza pas¨® de ser un enjambre humano totalmente insufrible para cualquier persona que vive all¨ª a recuperar el ambiente que hab¨ªa en los a?os setenta, cuando hab¨ªa turismo, pero este no era a¨²n asfixiante.¡±. ¡°A todos nos han afectado los ERTE y los recortes", a?ade, "pero hemos tenido la contrapartida de poder disfrutar de nuestra isla, recuperar el bienestar y la sensaci¨®n de estar en nuestra casa. Hemos podido ir a playas paradis¨ªacas en pleno agosto con solo diez personas m¨¢s, cuando lo normal es que no puedas ni acercarte al aparcamiento de tantos coches y gente como hay¡±.

Y as¨ª, infinidad de estampas: Venecia sin cruceros y con aguas cristalinas en sus canales. El Everest sin colas de monta?eros. Las playas espa?olas con millones de guiris menos. Ahora bien, la segunda y no menos peliaguda cuesti¨®n ser¨ªa: ?y es mejor un mundo as¨ª, sin turistas?

¡°Claramente no¡±, afirma Mar¨ªa ?ngels Serra, directora de Chias Marketing, una consultora de Barcelona que lleva los planes estrat¨¦gicos de muchos destinos importantes. ¡°Desde mi punto de vista, el mundo sin viajeros es un mundo menos feliz, porque, si algo ha quedado claro en este a?o de restricciones y confinamientos, es lo mucho que el viajar contribuye a la felicidad de las personas. Por eso creo que va a haber una gran necesidad de generar nuevos momentos de felicidad en cuanto se pueda viajar de nuevo, lo que va a redundar en una clara reactivaci¨®n del sector¡±.

Barcelona es quiz¨¢ la ciudad espa?ola donde el debate sobre el turismo masivo es m¨¢s intenso (tambi¨¦n porque es la que m¨¢s visitantes recibe) y los movimientos vecinales est¨¢n m¨¢s implantados y hacen una labor m¨¢s s¨®lida. El fen¨®meno ha permitido a la ciudadan¨ªa recuperar espacios antes fagocitados por el turismo. Ni?os montando bicis y patinetes ante la catedral, en el Barrio G¨®tico; jugando al f¨²tbol en el parque G¨¹ell, o pasando la tarde ante de la Sagrada Familia. En una ciudad de 1,6 millones de habitantes que recibe cada a?o a 30 millones de visitantes, su s¨²bita desaparici¨®n de los lugares m¨¢s visitados ha llevado a los vecinos a reconquistar el espacio p¨²blico, pero tiene una cara b: la crisis socioecon¨®mica, escrib¨ªa Clara Blanchar en la edici¨®n Catalu?a de este peri¨®dico.

?Es m¨¢s habitable entonces ahora Barcelona? La Assemblea de Barris pel Decreixement Tur¨ªstic cree que s¨ª, pero solo en ciertos aspectos concretos como la contaminaci¨®n o la masificaci¨®n del espacio urbano (movilidad, accesibilidad). ¡°Algo en s¨ª mismo positivo y muy disfrutable por todo el mundo en su vida cotidiana¡±, a?aden, ¡°pero insuficiente dada la terrible crisis que estamos sufriendo, especialmente las capas sociales m¨¢s explotadas y maltratadas por el trabajo tur¨ªstico. Dada la falta de previsi¨®n y de un per¨ªodo de transici¨®n del monocultivo tur¨ªstico a una econom¨ªa diversificada y m¨¢s justa, este brutal derrumbe tur¨ªstico sobrevenido carece de todas las dem¨¢s consecuencias positivas que podr¨ªa tener si se hubiese planeado y consensuado como venimos demandando desde hace a?os¡±.

Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial del Turismo (OMT), en 2019 hubo 1.500 millones de turistas movi¨¦ndose por el mundo, que aportaron al PIB mundial 2.700 millones de d¨®lares (2.200 millones de euros). Todo ello gener¨® 120 millones de empleos directos, m¨¢s otra cantidad sin cuantificar pero enorme de trabajos indirectos. Unas cifras imposibles de obviar en el debate y que nos llevan a hablar de esa cara b de un mundo sin turistas: la debacle econ¨®mica que supondr¨ªa.

Pol Comaposada explica que ¡°en Tailandia, el sector del turismo est¨¢ arrasado. Desde hoteles a aerol¨ªneas, pasando por peque?as agencias de calle, hostales, restaurantes para turistas, todo. De hecho, la mayor¨ªa de negocios est¨¢n cerrados o en hibernaci¨®n esperando mejores tiempos¡±.? Y a?ade: ¡°Las zonas m¨¢s afectadas son las islas y las playas, que tradicionalmente viven solo del turismo. Los lugares que anta?o eran los centros del turismo internacional son los que m¨¢s lo han sufrido, como el pueblo de Patong, en Phuket; la playa de Chaweng, en Koh Samui; Ao Nang, en Krabi o el pueblo de Khao Lak. Ahora mismo son pueblos-fantasma donde han cerrado hasta los 7 Eleven. Los conductores del mundo del turismo son de los m¨¢s afectados. Uno de nuestros conductores se ha metido a monje, la ¨²ltima carta que les queda a los hombres tailandeses cuando ya no saben qu¨¦ hacer¡±.

En Victoria Falls, la ciudad de Zimbabwe a orillas de las m¨ªticas cataratas Victoria, m¨¢s de 7.000 familias dependen exclusivamente de los turistas que visitan el salto de agua m¨¢s famoso de ?frica. Desde marzo de 2020, no tienen ning¨²n ingreso. Mediante donaciones de viajeros que pasaron por all¨ª y se sienten involucrados con el entorno y de otras organizaciones se han montado comedores del hambre y repartos semanales de bolsas de alimentos b¨¢sicos para paliar una situaci¨®n dram¨¢tica, seg¨²n informa Jos¨¦ Luis Regot, que regenta el ¨²nico restaurante espa?ol de la zona. Y en Zimbabwe, como en otras muchas zonas del mundo, cambiar ese monocultivo del turismo es imposible. Ni las condiciones clim¨¢ticas permiten m¨¢s agricultura o ganader¨ªa ni las sociales y pol¨ªticas ponerse a fabricar microchips, aviones o alta tecnolog¨ªa.

En Vietnam, el golpe econ¨®mico lo ha parado el turismo nacional. Pero en otros aspectos, esto ha sido solo como cambiar Guatemala por Guatepeor.

¡°El auge del turismo nacional ha tenido un impacto en destinos como Sapa o Dalat que habitualmente recib¨ªan pocos turistas internacionales por estar alejados del circuito cl¨¢sico", dice Alberto Moreno, otro espa?ol que mont¨® un negocio tur¨ªstico en el Sudeste Asi¨¢tico, Baolau, una agencia de venta de billetes en Vietnam, donde reside. Y a?ade: ¡°Ahora se encuentran totalmente desbordados por turistas vietnamitas y se han modificado los h¨¢bitos de consumo. Tuve la ocasi¨®n de viajar a Sapa en septiembre de 2020. En todo el fin de semana solo vi a una pareja de turistas extranjeros. El pueblo, en cambio, estaba abarrotado de turistas locales, que iban saltando de un mirador a otro para hacerse selfis y fotos sentados en decoraci¨®n extravagante con el valle de fondo. Es la nueva moda entre los j¨®venes de Vietnam: viajar a un sitio solo para hacer check-in y postear la foto en redes sociales. A las afueras de Sapa, las aldeas estaban desiertas y los caminos de tierra vac¨ªos. Y cuando pasamos por ellas todo estaba cerrado y los habitantes hab¨ªan salido, estaban vendiendo souvernirs en la plaza de Sapa a los turistas vietnamitas¡±.

La conclusi¨®n m¨¢s apetecible de esta extra?a situaci¨®n ser¨ªa aceptar que necesitamos del turismo, pero que tambi¨¦n necesitamos controlarlo, reorganizarlo y hacerlo menos depredador. Y que esta situaci¨®n provocada por la pandemia ser¨ªa el momento y la excusa perfecta para hacerlo, para abordar un nuevo modelo tur¨ªstico m¨¢s sostenible. Ahora bien¡­ ?somos los humanos lo suficientemente inteligentes como para hacer una cosa as¨ª?

Joan Llu¨ªs Ferrer subraya. ¡°Soy totalmente pesimista al respecto y no albergo la m¨¢s m¨ªnima esperanza de que vaya a aprovecharse este par¨®n para recapacitar o corregir errores. Es m¨¢s, temo que cuando se esfume definitivamente el miedo a la covid (tal vez dentro de dos o tres a?os) resurgir¨¢ como nunca la maquinaria tur¨ªstica con sus mismos errores y excesos de siempre. Saldremos del periodo de restricciones con una euforia y unas ansias de disfrutar como si no hubiera un ma?ana¡±.

Similar opini¨®n tiene Mar¨ªa ?ngels Serra: ¡°Soy un poco pesimista en ese sentido. Pienso que, si todo esto pasa y se puede viajar con seguridad, las cosas volver¨¢n a ser como antes en casi todos los destinos, m¨¢s pronto que tarde. Est¨¢ claro que habr¨¢ un grupo de destinos, yo creo que peque?o, que realizar¨¢ cambios importantes, pero, al final, las presiones de los grupos econ¨®micos y del sector p¨²blico para que todo vuelva a ser como antes, ser¨¢ muy grande. S¨ª que pienso que se va a mejorar mucho en digitalizaci¨®n, pero, lamentablemente, creo que no tanto en sostenibilidad".

La asamblea de barrios barceloneses por el decrecimiento del turismo critica que ¡°realmente no deber¨ªa haber hecho falta semejante desastre para concienciar del problema estructural de la econom¨ªa tur¨ªstica global y local, y para revertirlo: todo lo que ahora est¨¢ quedando en evidencia viene siendo denunciado por organizaciones y colectivos sociales desde hace a?os¡±.

Si quieren mi opini¨®n, difiere poco de la de ellos. Tenemos una oportunidad ¨²nica para corregir errores. Pero no la vamos a aprovechar. Volveremos a viajar, s¨ª. Pero igual o peor que antes. Los humanos somos as¨ª.

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