El verde sostenible deslumbra al oro negro
La transici¨®n energ¨¦tica, promovida por el hidr¨®geno y nuevos metales, es un movimiento imparable
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Este a?o es un cuadro de Mondrian. L¨ªneas (tendencias) que discurren paralelas, otras se entrecruzan, otras llevan al verde y algunas chocan para liberar un espacio en blanco. Incertidumbre. Una grieta se abre entre la realidad y los prop¨®sitos. La recuperaci¨®n econ¨®mica aumentar¨¢ las emisiones de di¨®xido de carbono, muchos pa¨ªses mantendr¨¢n el compromiso medioambiental a la vez que intentan asegurarse el suministro de energ¨ªa (Alemania est¨¢ comprometida con la descarbonizaci¨®n ¡ªha cerrado sus minas de carb¨®n¡ª, pero contin¨²a en marcha su gasoducto Nord Stream 2, que transportar¨¢ el hidrocarburo ruso al pa¨ªs germano a trav¨¦s del mar B¨¢ltico) y los famosos materiales de transici¨®n energ¨¦tica (grafito, cobre, aluminio, manganeso, n¨ªquel, cobalto o litio) van a incrementar la presencia geoestrat¨¦gica de China y la India en las tierras sudamericanas y africanas que atesoran esos minerales. Tensi¨®n entre l¨ªneas. Todav¨ªa existen demasiados espacios en negro en el lienzo. M¨¦xico est¨¢ aumentando su producci¨®n de carb¨®n. "Hay un problema esencial: necesitamos tecnolog¨ªas que a¨²n no est¨¢n disponibles", reflexiona Juan Luis L¨®pez Cardenete, profesor de Direcci¨®n Estrat¨¦gica en el IESE y antiguo director general de Uni¨®n Fenosa. "Transiciones energ¨¦ticas las ha habido siempre, pero impulsadas por disrupciones tecnol¨®gicas". La urgencia, por primera vez en la historia, llega antes que la t¨¦cnica.
El a?o pasado el descenso de emisiones de di¨®xido de carbono fue solo del 9% en el mundo y "ya vemos el precio econ¨®mico que estamos pagando por esa limitada ca¨ªda", advierte Mariano Marzo, catedr¨¢tico de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universitat de Barcelona y director de la C¨¢tedra Transici¨®n Energ¨¦tica de la Fundaci¨®n Repsol. Y a?ade: "Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado. Existe un relato triunfalista; sin embargo, lo cierto es que no estamos cumpliendo con lo acordado".
El consumo del petr¨®leo, con el tir¨®n econ¨®mico de China, se est¨¢ recuperando este a?o. Algunas petroleras, como BP, sostienen que la demanda de crudo ya ha tocado techo. ?Lo cierto? Nadie lo sabe. La agencia de rating Scope espera una recuperaci¨®n este ejercicio del oro negro y el gas. El Brent (el petr¨®leo de referencia) cotizar¨¢, estiman, en 50 d¨®lares por barril, frente a los 40 d¨®lares de media el a?o pasado. El informe de Transparencia clim¨¢tica de 2020 revel¨® que los pa¨ªses del G20 (las naciones m¨¢s ricas del mundo) destinaron 400.000 millones de d¨®lares (330.000 millones de euros) a socorrer su sector energ¨¦tico. Un 53,5% fue al mundo f¨®sil. "El gas natural", admite en Forbes Katherine Roe, consejera delegada de la firma gasista inglesa Went?worth Resource, "es una energ¨ªa de transici¨®n en los pa¨ªses en desarrollo". Un aviso. Pese a todo el esfuerzo verde (paneles solares, aerogeneradores, presas hidroel¨¦ctricas), la industria continuar¨¢ siendo muy dependiente este a?o y los venideros de esta energ¨ªa f¨®sil, que emite gases de efecto ?invernadero.
Veremos una partida. El hidrocarburo quiere abrir con blancas: tener ventaja. "En la cadena de gas natural crecen las inversiones en biometano o gas natural renovable", indica Marlen Shokhitbayev, analista de Scope. En enero, la petrolera gala Total compr¨® Fonroche Biogaz ¡ªuno de los principales productores de gas renovable en Francia¡ª, con una capacidad instalada de 500 gigavatios-hora. Otra energ¨ªa que busca su lugar en el tablero es el hidr¨®geno verde. Una de las aperturas m¨¢s esperanzadoras. "Esta energ¨ªa y su papel aumentan su presencia", apuntan en Credit Suisse. De hecho, la Uni¨®n Europa apoya al consorcio NortH2 (Gasunie, Groningen Seaports y Shell Nederland), cuyo objetivo es incorporar durante 2030 este elemento al mix energ¨¦tico holand¨¦s utilizando electricidad renovable generada por un inmenso parque e¨®lico marino de tres a cuatro gigavatios. Giran las aspas. Zas, zas, zas, zas, zas, zas. Pero no detiene la competencia entre "nuevas" energ¨ªas. "En ¨¢mbitos m¨¢s novedosos, como los biodi¨¦sel, asistimos a una carrera de cuotas de mercado para asegurar el suministro vital, y limitado, de la materia prima de donde procede. Sobre todo, aceites de cocina usados y grasas animales", observa Jamie Mills O'Brien, gestor de inversiones de renta variable europea de Aberdeen Standard Investments. Este combustible requiere una cadena de suministro muy compleja.
Punto de partida
En t¨¦rminos de anatom¨ªa b¨¢sica, es un mecanismo de s¨ªstole y di¨¢stole. De contracci¨®n y relajaci¨®n. "Este a?o estar¨¢ definido por la recuperaci¨®n de la demanda energ¨¦tica perdida en 2020 a causa de la pandemia", vaticina ?lvaro Bau, socio de la consultora McKinsey. Lo hemos visto. Las piezas regresan a su lugar de partida. ?Para siempre? No. La emergencia clim¨¢tica impone la urgencia. "Con un objetivo de reducci¨®n del 80% de las emisiones de carbono, muchas industrias intensivas en este elemento podr¨ªan asumir que, como est¨¢n en el 20%, no deben cambiar nada estructuralmente. Pero una vez que se adopte un objetivo de emisiones netas cero [el propuesto para 2050] no habr¨¢ ning¨²n lugar donde esconderse, ni ninguna escapatoria", alerta Isabella Hervey-Bathurst, experta de cambio clim¨¢tico de la empresa financiera Schroders.
Porque atravesamos un a?o de grandes expectativas. La Cumbre del Clima de 2020 se cancel¨®, pero se retomar¨¢ en Glasgow (Escocia) en noviembre (COP26) de este a?o. Tras la espantada de 2015 de Donald Trump del Acuerdo de Par¨ªs, regresan los Estados Unidos del nuevo presidente Joe Biden, que tiene un objetivo de cero emisiones netas en carbono durante 2050 y un presupuesto para lograrlo de dos billones de d¨®lares. Un reto de costa a costa que desaf¨ªa a sus 50 Estados. Es uno de los mayores emisores de carbono del mundo y aplanar la curva resulta un enorme dilema geom¨¦trico. La superpotencia derog¨® durante la Administraci¨®n de Trump 100 normativas medioambientales. La vuelta al "orden clim¨¢tico" de Biden es una buena noticia. "Naci¨®n, estamos en crisis. De la misma manera que tenemos que estar unidos para responder al virus, necesitamos una unidad nacional para responder al cambio clim¨¢tico", avis¨® en diciembre el entonces candidato dem¨®crata. Adem¨¢s, la historia estadounidense ense?a que la esperanza nunca se pierde, solo se transforma. Pese a que muchos Estados petrol¨ªferos no pondr¨¢n f¨¢cil la transici¨®n. El laboratorio de ideas Carbon Tracker ha calculado que las grandes firmas de gas y petr¨®leo que cotizan en Bolsa deben reducir su producci¨®n combinada en un 35% de media de aqu¨ª a 2050 para mantener las emisiones de di¨®xido de carbono dentro de los objetivos clim¨¢ticos. Resulta f¨¢cil imaginar el cenote en la cuenta de resultados.
Esperanzas desde EE UU
El presidente estadounidense tiene un plan de 500.000 estaciones de recarga de veh¨ªculos el¨¦ctricos, la construcci¨®n de 1,5 millones de viviendas p¨²blicas energ¨¦ticamente eficientes y la creaci¨®n de "unas tropas civiles clim¨¢ticas" para impulsar proyectos medioambientales. Grandes esperanzas. El t¨ªtulo de la novela de Charles Dickens. "Existe una concienciaci¨®n global sobre el cambio clim¨¢tico y las acciones necesarias para doblegar las emisiones de di¨®xido de carbono", indica Felipe Requejo, socio l¨ªder Global de Consultor¨ªa de Power, Utilities y Renewable y del sector de Energ¨ªa y ?Recursos en Espa?a de Deloitte. Y este movimiento contra la emergencia clim¨¢tica lo "est¨¢ liderando Europa, con el apoyo de grandes econom¨ªas asi¨¢ticas y Estados Unidos". Una entrega de la dama en la que incluso se implican las compa?¨ªas energ¨¦ticas privadas. Repsol y Cepsa est¨¢n dispuestas a sacrificar algunas de sus piezas y posiciones para moverse hacia la descarbonizaci¨®n. En 2021 continuar¨¢n con sus planes. "En los pr¨®ximos meses vamos a desvelar una nueva estrategia que supondr¨¢ un giro verde a nuestra actividad", anunciaba Philip?pe Boisseau, consejero delegado de Cepsa hace unos d¨ªas en el Foro de la Fundaci¨®n para la Sostenibilidad Energ¨¦tica y Ambiental (Funseam). "Operamos en un ¨¢mbito internacional y, si queremos, como eu?ropeos, alcanzar una transici¨®n ambiciosa y lograr los objetivos que se est¨¢n anunciando, la ¨²nica forma de lograrlo es protegiendo la industria del continente para que pueda transformarse sin verse perjudicada por la competencia exterior". Faltan los detalles, pero resulta posible intuir una transici¨®n del petr¨®leo hacia las aspas y el viento. "Con la sustituci¨®n de la energ¨ªa de carb¨®n por la energ¨ªa limpia y la electrificaci¨®n del transporte, la actual marea renovable impulsar¨¢ a sectores relacionados con la aplicaci¨®n solar residencial, los contadores inteligentes o la infraestructura de hidr¨®geno", desgrana Pascal Dudle, head of listed impact de la gestora Vontobel AM.
Es incontestable, el gran cambio este a?o no llega con la lluvia, sino con Estados Unidos. Hay un relato distinto. Deb Haaland, nueva secretaria de Interior, la primera nativa americana que llega a ese cargo, se ha opuesto al fracking y al aumento de oleoductos. Ahora las decisiones petroleras residen en su despacho. Transmite una se?al muy poderosa porque, pese a lo ajustado de las dos c¨¢maras, "Biden puede implantar en los sectores energ¨¦ticos, gas y automovil¨ªstico decisiones a trav¨¦s de su autoridad ejecutiva. Y como presidente tiene la potestad de revertir los recortes llevados a cabo bajo la Administraci¨®n de Trump", describe Catherine Macaulay, analista de inversiones sostenibles de Schroders. "E incorporar, a la vez, normativas m¨¢s estrictas sobre las emisiones, particularmente en el metano, el petr¨®leo y el gas".
Pero el mundo est¨¢ pasando una crisis como traviesas de un tren y la geoestrategia rompe la tela y desordena todas las l¨ªneas. En un planeta que quiere ser verde y el¨¦ctrico, China, recuerda Marouane Bouchriha, gestor del Edmond de Rothschild Sicav Green New Deal, controla pr¨¢cticamente el mercado de las bater¨ªas de litio y la cadena de suministro de la energ¨ªa solar (el 60% de la producci¨®n est¨¢ en el gigante asi¨¢tico).
Minerales tambi¨¦n
La geolog¨ªa se impone, s¨®lida, como una roca. "La transici¨®n energ¨¦tica no puede lograrse sin un acceso seguro y sostenible a minerales y metales [litio, cobalto, n¨ªquel, cobre] que en su mayor¨ªa no est¨¢n disponibles en los pa¨ªses europeos", alerta Martina Mac?pherson, responsable de estrategia ASG (criterios ambientales, sociales y gobierno corporativo) de la gestora ODDO BHF. En esta estratigraf¨ªa internacional, "las cadenas de minerales de transici¨®n son una necesidad estrat¨¦gica", analiza Gonzalo Escribano, director de energ¨ªa y cambio clim¨¢tico del Real Instituto Elcano. China quiere controlar las cadenas de valor de estos metales. Ha ido a Latinoam¨¦rica y ?frica a buscarlos. Al igual que compr¨® o arrend¨® campos de cultivo durante d¨¦cadas. La covid-19 ha acelerado el apetito y la extracci¨®n. No solo son tierras raras y remotos elementos en la Tabla Peri¨®dica. El cobre ¡ªpor ejemplo, sostienen en CaixaBank¡ª se ha convertido en un metal de uso generalizado en todas las transiciones hacia las energ¨ªas verdes. Electrificaci¨®n, renovables, 5G. Con una particu?laridad: no puede ser sustituido en estos procesos por otros metales.
Aunque algunos defienden que el mercado ajusta por s¨ª solo los riesgos. "La experiencia demuestra que cuando aumenta la demanda en esta clase de minerales y sube el precio ocurren dos cosas: se incrementa la oferta (por ejemplo, las nuevas minas de oro descubiertas hace poco en Nevada) y, a la vez, se aplican soluciones t¨¦cnicas para reducir su uso. Esto ha ocurrido con las tierras raras en los imanes permanentes para molinos e¨®licos", aclara Alberto Mart¨ªn, socio responsable de energ¨ªa de KPMG Espa?a. Tambi¨¦n sucede con el n¨ªquel, que est¨¢ desbancando al cobalto ("una materia prima cara y controvertida, porque m¨¢s de la mitad proviene de Congo, un pa¨ªs plagado de corrupci¨®n y propenso a los conflictos", relata Xavier Chollet, gestor del fondo Pictet-Clean Energy) en las bater¨ªas. Recuerda el verso de Antonio Vega: "Paralelas vienen sigui¨¦ndome / espacio y tiempo juegan al ajedrez". Mondrian pinta l¨ªneas que desde el aire semejan dameros de color.
Fabricado en ¡°decencia¡± y ¡°compromiso¡±
El a?o pasado, el clima ardi¨® al igual que esas luces que fosforecen intermitentemente antes de fundirse a negro. Los fuegos arrasaron Am¨¦rica del Sur, Australia, California, y se perdieron vidas y tesoros nacionales (secuoyas, ¨¢rboles de Josu¨¦ o redwoods) de savia, tronco y hojas. Evitar la repetici¨®n de similares desastres este a?o ser¨¢ uno de los objetivos del mundo. El hombre, que tiene esa infinita habilidad para transformar siempre la urgencia en dinero, estima, a trav¨¦s de la consultora McKinsey, que el mercado de las energ¨ªas renovables mover¨¢ 2,15 billones de d¨®lares (1,7 billones de euros) en 2025. La esperanza ¡ªbuena parte¡ª recae sobre las generaciones m¨¢s j¨®venes, que tienen la palabra sostenibilidad tejida en las etiquetas de sus camisas. Pero tambi¨¦n los conceptos de "decencia" y "honestidad". "Cuando Estados Unidos y China se unan a los pa¨ªses europeos y a muchos otros del planeta en su compromiso con los objetivos clim¨¢ticos de Par¨ªs, resultar¨¢ probable que veamos un gran cambio en la descarbonizaci¨®n de la generaci¨®n de energ¨ªa", zanja Randeep Somel, gestor del fondo M&G Climate Solutions. Grandes esperanzas.
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