Fathy: vern¨¢culo, sostenible e inclusivo
La Casa ?rabe de Madrid se adentra hasta el 16 de mayo en la obra del egipcio Hassan Fathy, un controvertido arquitecto que construy¨® identidad con tierra, l¨®gica y conocimiento de la tradici¨®n
Pintoresco, el adjetivo que con frecuencia empleamos para calificar las arquitecturas que construyen una identidad s¨®lida y arraigada, pero alejada de la modernidad, viene del ingl¨¦s picturesque y significa digno de aparecer en un cuadro (picture). Lo pintoresco en arquitectura se asocia a lo vern¨¢culo. Suele trabajar recursos tradicionales ¡ªcomo las celos¨ªas en la parte m¨¢s soleada del planeta, las casas encaladas del sur de Espa?a, las contraventanas coloreadas del Mediterr¨¢neo o las cubiertas de teja a dos aguas de los chalets suizos¡ª y, con esa referencia a la cultura del lugar, indica respeto y construye identidad.
La obra del considerado mayor y mejor arquitecto egipcio del siglo XX, Hassan Fathy (Alejandr¨ªa 1900- El Cairo, 1989) puede, desde una ¨®ptica extranjera, ser considerada pintoresca. Sin embargo, tiene ambici¨®n universal, recrea un lugar, ha quedado fuera del tiempo, construy¨® identidad, trabaj¨® en favor de la sostenibilidad del planeta, plant¨® cara a los prejuicios y trat¨® de encontrar la manera de construir con muy poco para que la vivienda fuera verdaderamente un derecho universal. ?Lo consigui¨®? Seguramente mejor que la modernidad. ?Trabaj¨® realmente para los m¨¢s necesitados? Foment¨® la autoconstrucci¨®n, pero sus casas fueron fundamentalmente para intelectuales y artistas ?Cu¨¢l es entonces la vigencia de su obra? Comisariada por Jos¨¦ Tono Mart¨ªnez, la exposici¨®n en la Casa ?rabe de Madrid, Hassan Fathy a contracorriente trata de contestar a esas preguntas.
Fathy conoci¨® su pa¨ªs viajando de El Cairo a Alejandr¨ªa. Ese traslado, entre la casa de su padre y la de la familia de su madre, marc¨® su manera de mirar. El padre, juez de instrucci¨®n, evitaba el campo ¡°un lugar lleno de mosquitos y agua contaminada¡±. Fathy recuerda que solo llegaba hasta all¨ª para cobrar el alquiler de sus tierras. El arquitecto ten¨ªa 27 a?os la primera vez que pis¨® un suelo que no fuera urbano. Su madre, en cambio, se hab¨ªa criado en el campo. En la ciudad echaba en falta a los animales. Sab¨ªa c¨®mo autoabastecerse. Estaba convencida de que la ansiedad de la ciudad desaparec¨ªa en el campo. Fue ella la que despert¨® el amor de Fathy por la naturaleza hasta el punto de que, tras estudiar escultura y viol¨ªn, quiso ser agricultor antes de convertirse finalmente en arquitecto.
Formado en El Cairo y luego en Par¨ªs, Fathy fue un joven rico que decidi¨® trabajar m¨¢s que para los pobres como los pobres: dise?¨® innumerables viviendas para artistas. Superada una fase inicial moderna en la que en una escuela primaria ide¨® una cubierta plana y emple¨® ventanas con carpinter¨ªa de aluminio y levant¨® edificios modernos como el casino Bosphoro o la imprenta Mustaf¨¢-Bey ¡ªambos demolidos¡ª Fathy regres¨® a la tierra: a los patios y a las celos¨ªas, es decir, a las tradiciones y a la l¨®gica del lugar.
La recuperaci¨®n vern¨¢cula de elementos como los patios, de materiales como el ladrillo secado al sol o de t¨¦cnicas de construcci¨®n de c¨²pulas y b¨®vedas sin armaz¨®n arraiga su aportaci¨®n y la hace exportable. Dise?aba con el lenguaje universal de los pa¨ªses con exceso de soleamiento. Y dise?aba con el lenguaje universal de los pobres: los medios escasos y locales utilizados durante siglos.
El comisario de esta muestra, Jos¨¦ Tono Mart¨ªnez, lo presenta como ¡°un visionario, uno de los fundadores de la arquitectura sostenible afincada en las tradiciones vern¨¢culas en tiempos de Estilo Internacional¡±. Explica que Fathy quiso empoderar a los campesinos para que produjeran sus propios materiales. ¡°No quer¨ªa que el orientalismo remplazara a Oriente¡±. ¡°Convivir con el desierto signific¨® para ¨¦l aislarse del desierto, y crear un espacio interior resguardado, con fuente y pozo los s¨ªmbolos de vida¡±. Mart¨ªnez destaca la importancia de los artesanos, que decoraban con s¨ªmbolos la simb¨®lica puerta de entrada y constru¨ªan con t¨¦cnicas pretecnol¨®gicas. Y explica, en un cat¨¢logo publicado por Ediciones Asim¨¦tricas, que su oposici¨®n a la arquitectura repetitiva le vali¨® enemigos en el ¨¢mbito de la industria y la construcci¨®n a gran escala.
Para ser el arquitecto de los pobres que ten¨ªa reputaci¨®n de ser, Fathy trabaj¨® como arquitecto de los poderosos, esa misma reputaci¨®n lo hab¨ªa convertido en un artista. ?Qu¨¦ hizo que un joven burgu¨¦s formado en Par¨ªs le plantara cara a Le Corbusier y se interesara por la arquitectura m¨¢s pobre? Una visita a su hermano en Asu¨¢n. En 1941, conoci¨® la t¨¦cnica nubia tradicional para construir b¨®vedas y c¨²pulas sin ning¨²n tipo de estructura de armaz¨®n, pero con m¨¢s paja que ladrillo para conseguir ligereza. Conocer esa t¨¦cnica le hizo entender el sentido de la arquitectura que ya no dej¨® de construir. M¨¢s all¨¢ de honrar la l¨®gica del genius loci, su arquitectura reconstru¨ªa la identidad que apenas llevaba dos d¨¦cadas de independencia (1922) y que formaba parte del protectorado brit¨¢nico
Fathy busca en las ra¨ªces, en la tradici¨®n constructiva de los no arquitectos, la v¨ªa para recuperar la arquitectura egipcia y el paisaje de su pa¨ªs. Para ¨¦l, como para Dante, lo nuevo era simplemente lo que no merec¨ªa ser antiguo. No dejen de ver esta muestra que cuenta con ejemplos de arquitectura construida con barro en Espa?a y con la mirada de la fot¨®grafa Hannah Collins adentr¨¢ndose en la arquitectura de Fathy.
Babelia
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