Seis peque?as iglesias con ubicaci¨®n especial
M¨¢s all¨¢ de pomposas catedrales y ricos monasterios, me gustan esas peque?as ermitas e iglesias en lugares especiales, que rezuman espiritualidad y sencillez
Seas o no creyente, visitar iglesias es una de las actividades tur¨ªsticas m¨¢s demandadas. Los recintos religiosos han ido atesorando maravillas de todas las ¨¦pocas y corrientes art¨ªsticas y arquitect¨®nicas. Por eso son pieza central en todos los ¡°qu¨¦ ver y hacer¡± de ciudad que se precie. Pero siempre pensamos en grandes catedrales, en suntuosos monasterios o en enormes conventos de dilatada historia. Olvidando que hay peque?as iglesias y ermitas de extrema sencillez, pero en lugares tan bellos ¡ªpor remotos o singulares¡ª que merecen la visita m¨¢s all¨¢ de panes de oro, retablos barrocos o joyas arzobispales. Estas son seis que conozco bien:
1. Iglesia de Niembro (Llanes, Asturias)
No es el templo m¨¢s grande ni m¨¢s espectacular de Asturias. Tampoco el m¨¢s antiguo. Pero tiene la ubicaci¨®n m¨¢s hermosa, o una de las que m¨¢s. Es la iglesia de Nuestra Se?ora de los Dolores, en Niembro, una apacible aldea del concejo de Llanes. La iglesia se levanta solitaria sobre un peque?o otero. Cuando la pleamar colmata la marisma, el agua lame el muro que rodea la iglesia y el cementerio anexo y el conjunto se refleja entonces como una fotograf¨ªa id¨ªlica sobre las aguas calmas de la r¨ªa. La imagen es visible desde la carreterita que viene de Barro, por la que pasan los peregrinos a Santiago. Una estampa on¨ªrica, relajante, sacada de un cuadro costumbrista o de la acuarela de un paisajista. Sencillez de l¨ªneas, pureza de esp¨ªritu. La Asturias m¨¢s rural y rec¨®ndita reflejada en una humilde postal en la que nada sobra ni nada falta.
2. Santa Mar¨ªa de Eunate (Navarra)
Magia y misterio se a¨²nan en esta solitaria iglesia de la llanura navarra. Los caballeros templarios construyeron a finales del siglo XII este templo de planta octogonal, que sigue el dise?o del templo de Jerusal¨¦n. Eunate significa en euskera ¡°cien puertas¡±, pero el por qu¨¦ los templarios la ubicaron en esta solitaria llanura sigue siendo un enigma. Su construcci¨®n parece deberse al auge del Camino de Santiago que se produjo en torno al siglo XII y que origin¨® numerosas construcciones religiosas por donde discurr¨ªa la ruta. La arquer¨ªa poligonal que rodea el templo a modo de claustro exterior destaca tanto como su b¨®veda de ocho nervios y su espacio interior lleno de simetr¨ªas. Un templo ¨²nico que guarda cierto halo m¨ªstico, ideal para el recogimiento de peregrinos y para el deleite de los amantes de lo m¨¢gico y lo esot¨¦rico. Solo por la belleza y la armon¨ªa del lugar merece la pena el viaje.
3. San Mart¨ªn de Tours (Cig¨¹enza, Cantabria)
En medio de un paraje rural de l¨ªneas perfectas, junto a un grupo de casas que no alcanza la condici¨®n de aldea, aparece de repente, en mitad de Cantabria, un pedacito de Sudam¨¦rica. Es la iglesia de San Mart¨ªn de Tours, un bello ejemplo de arquitectura colonial. Fue mandada construir por Juan Antonio de Tagle Bracho, un vecino del pueblo que emigr¨® a Per¨² y lleg¨® a ser un alto personaje del Virreinato. Queriendo traer un pedacito de Lima a su terru?o natal, copi¨® los planos de la iglesia de las Capuchinas de la capital peruana y le encarg¨® al arquitecto una igual en Cig¨¹enza. Se trata de un templo barroco de planta de cruz latina y gran fachada escoltada por dos torres rematadas por sendas pir¨¢mides de piedra. Tagle Bracho no lleg¨® a contemplar su obra porque muri¨® en Lima en 1790 antes de que fuese terminada. La se?orial casona de piedra que hay frente al templo tambi¨¦n perteneci¨® a la familia Tagle.
4. Ermita de la Antigua (Zum¨¢rraga, Guip¨²zcoa)
Una carretera de dos kil¨®metros asciende desde Zum¨¢raga entre colinas y prados buc¨®licos ¨C en fuerte contraste con la frialdad de la zona industrial que rodea la ciudad ¨C, hasta la ermita de La Antigua, una de las iglesias m¨¢s originales e impactantes del Pa¨ªs Vasco. Basta acceder a su interior y mirar hacia el techo para saber el por qu¨¦. Un entramado perfecto de jabalcones, cerchas, m¨¦nsulas, zapatas y vigas componen su artesonado de madera. Un trabajo de carpinter¨ªa tan perfecto que dicen que, si le di¨¦semos la vuelta a la iglesia y la ech¨¢ramos al agua, flotar¨ªa. Como un barco. Todo lo que los ojos ven, y lo que no, est¨¢ fabricado mediante ensamblaje de madera, sin un solo clavo. La Antigua ocupa el lugar de una antiqu¨ªsima torre de vigilancia. Durante los siglos XII a XIV la ermita fue ampliada hasta su aspecto actual mediante el trabajo comunitario de todos los vecinos, que se encargaron de cortar y trasladar la madera para que maestros canteros gallegos levantaran esta joya de la arquitectura medieval.
5. San Salvador de Valdedi¨®s (Asturias)
En un claro al fondo del valle de Boides, en la ruta hist¨®rica de acceso a Oviedo por el alto de la Campa, aparece en un prado entre arboledas una peque?a y singular iglesia. No es una ermita m¨¢s. Pese a su reducido tama?o, tiene un aire, una presencia diferente. Es arm¨®nica, gr¨¢cil, con una decoraci¨®n exterior sin estridencias, pero cautivadora. Es la iglesia de San Salvador de Valdedi¨®s, llamada el convent¨ªn, obra cumbre del prerrom¨¢nico en Asturias. El prerrom¨¢nico es la readaptaci¨®n que los pueblos de la Europa cristiana hicieron de los conocimientos cl¨¢sicos y tuvo un especial arraigo en Asturias, durante aquellos siglos en que el resto de la pen¨ªnsula permanec¨ªa en manos musulmanas. Desaparece la madera como elemento constructivo y empieza a empelarse la decoraci¨®n exterior. Pero su mayor ¨¦xito fue el uso de la b¨®veda de medio ca?¨®n casi dos siglos antes de que se generalizara en Europa. El templo fue consagrado por siete obispos el 16 de octubre de 893, bajo el mecenazgo de Alfonso III, como relata la inscripci¨®n del imafronte. Es una construcci¨®n de elevadas proporciones para la ¨¦poca, con tres naves sin crucero, decoraci¨®n pict¨®rica en sus muros y fuertes influencias moz¨¢rabes, que se enmarca dentro de las actuaciones que los reyes asturianos llevaron a cabo para consolidar el cristianismo en sus territorios. Hacia el a?o 1200 se instalaron aqu¨ª los monjes del C¨ªster, que ampliaron el conjunto hasta configurar el gran monasterio anexo que hoy vemos. La iglesia moz¨¢rabe puede visitarse con gu¨ªa. La capilla g¨®tica del monasterio nuevo suele estar abierta a las visitas y al culto. Un lugar que destila paz y armon¨ªa e incita a la contemplaci¨®n.
6. San Juan de Ortega (Burgos)
Un milagro ocurre cada equinoccio (del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre) en la peque?a iglesia de San Juan de Ortega, perdida en lo alto de los montes de Oca. Esos dos d¨ªas, y solo en esos dos d¨ªas, un rayo de luz entra por la fachada izquierda de la fachada del templo y recorre, como un foco de cine, el capitel izquierdo de la entrada al presbiterio, de talla rom¨¢nica, que representa la Anunciaci¨®n. Es como si un experto en arte lo iluminara poco a poco con una linterna dorada para explicar a sus alumnos una clase de historia sagrada. ?Milagro? No. Los canteros medievales eran tan expertos en tallar la piedra como en astronom¨ªa y quisieron dejar en esta iglesia del monasterio dedicado a San Juan de Ortega, el benefactor del Camino de Santiago, una audaz prueba de sus conocimientos. Los vecinos lo llaman el milagro de la luz, y re¨²ne cada a?o durante esas dos fechas a cientos de curiosos y expertos en arte.
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