Dos ¨¢rboles hacen una isla
La regi¨®n de las 1000 Islas ofrece un fascinante y relajado destino sobre las mismas aguas del R¨ªo San Lorenzo, frontera natural entre Canad¨¢ y Estados Unidos
365 d¨ªas por encima del agua y dos ¨¢rboles vivos, requisitos tan sencillos como imprescindibles para que cualquier porci¨®n de tierra emergente sea considerada una de las 1000 Islas del r¨ªo San Lorenzo, frontera natural entre Estados Unidos y Canad¨¢. Tengan apenas unos palmos de terreno o kil¨®metros de extensi¨®n.
Aislada, silenciosa y fotog¨¦nica, esta regi¨®n situada entre el estado de Nueva York y la regi¨®n canadiense de Ontario, es destino vacacional pr¨¢cticamente desde sus or¨ªgenes. De hecho, exploradores franceses navegaron con estas intenciones a mediados del siglo XIX. Buscaban precisamente eso, un lugar agradable donde pasar el verano y construir, los m¨¢s adinerados, sus residencias vacaciones. Encontraron una mina flotando en el agua: una laber¨ªntica red de peque?os islotes en la inmensidad del r¨ªo.
Agua, sol, brisa, calma y un paisaje espectacular, con atardeceres como, probablemente, aquellos pioneros jam¨¢s hab¨ªan visto. Atractivos que no han cambiado un ¨¢pice siglo y pico despu¨¦s. EL VIAJERO se adentra en este laber¨ªntico caos de 1.800 islotes con cinco propuestas que har¨¢n disfrutar de tan acu¨¢tico para¨ªso a los viajeros m¨¢s dispares.
01. Lejos del asfalto
Aquellos viajeros ¨¢vidos de descanso y aislamiento agradecer¨¢n olvidarse del coche durante unos d¨ªas. Cuando la ribera se pierde de vista a bordo de la motora, cambia la din¨¢mica vacacional, y desaparece el tr¨¢fico y el asfalto durante un tiempo. Aqu¨ª todo se hace en barca, incluso la compra, pues los pueblos costeros como Alexandria Bay son perfectamente accesibles desde el r¨ªo, e incluyen todo tipo de servicios.
La enormidad del San Lorenzo hace el resto. Por sus aguas navegan embarcaciones de gran tonelaje -petroleros incluso- que ni siquiera llegan a perturbar m¨ªnimamente la quietud reinante. La sensaci¨®n de ver pasar cientos de peque?as islas sucesivamente a ambos lados de la embarcaci¨®n es ¨²nica, y algunas de ellas son tan reducidas que apenas acogen una sencilla casa de madera y una peque?a arboleda.
El contraste entre el intenso azul del agua y el omnipresente verde de las islas m¨¢s generosas en terreno y vegetaci¨®n, borran de la memoria que apenas diez minutos antes pas¨¢bamos un insoportable calor en tierra firme.
02. Desde el aire
La mejor forma de recorrer este sorprendente paraje es ganando altura. Sobrevolar el r¨ªo San Lorenzo mediante un tour a¨¦reo, proporciona al viajero la mejor perspectiva posible para apreciar la belleza de este sorprendente paisaje.
Hay dos opciones para divisar las 1000 Islas a vista de p¨¢jaro. La primera, m¨¢s sosegada, a bordo de un multicolor globo aerost¨¢tico desde Alexandria Bay, en la vertiente estadounidense del r¨ªo. De mayo a octubre, y por unos 175 d¨®lares por pasajero, estos cruceros a¨¦reos proporcionan las mejores vistas de la regi¨®n. No olvidar las c¨¢maras bajo ning¨²n concepto, y a ser posible, reservar con cierta antelaci¨®n. Algo m¨¢s movidos son los recorridos a bordo de hidroavi¨®n, el cl¨¢sico DeHavilland Beaver para ser m¨¢s exactos, desde la vertiente canadiense de las 1000 Islas.
03 Los 'r¨¢pidos' del San Lorenzo
Los viajeros m¨¢s inquietos tambi¨¦n tienen su espacio entre las 1000 Islas. Hay m¨²ltiples opciones para ellos m¨¢s all¨¢ de disfrutar del silencio, invertir pacientes horas en un perfecto bronceado, nadar en libertad en este peque?o oc¨¦ano de agua dulce o disfrutar de algunos de los ocasos m¨¢s dignos de recuerdo. Las posibilidades son casi infinitas.
Una sesi¨®n de golf en el distinguido Country Club, fundado en la isla de Wellesley (EE UU) a finales del XIX; pescar un muskie de 20 kilos en pleno coraz¨®n del San Lorenzo junto a gu¨ªas expertos; submarinismo de agua dulce entre restos de barcos hundidos sobre el fondo del r¨ªo, o un descenso en rafting por las bravas aguas del cercano Black River Canyon.
www.ticountryclub.com | www.hudsonriverrafting.com
04. El 'Far West' en la costa este
La historia de esta regi¨®n est¨¢ unida a los Mohawks, tribu india que algunos siglos antes de asentarse en la ribera del r¨ªo San Lorenzo a principios del siglo XVIII, ya recorr¨ªa y cazaba en esta amplia ¨¢rea fronteriza, zona norte del actual estado de Nueva York.
Su cultura y tradiciones se conservan actualmente a trav¨¦s de las tres mil piezas que exhibe el museo Akwesasne Cultural Center, en la localidad de Hogansburg, donde el San Lorenzo se adentra definitivamente en tierras canadienses.
La extensa colecci¨®n de art¨ªculos del museo, que mezclan lo art¨ªstico con lo funcional, incluye finos trabajos de cester¨ªa, los cl¨¢sicos tocados de los jefes tribales, o unas curiosas mu?ecas de trapo sin ojos, tributo a la creencia mohawk de que cada ni?o moldear¨ªa su propio car¨¢cter y personalidad en funci¨®n los estados de ¨¢nimo que fueran experimentando.
http://akwesasneculturalcenter.org
05. El castillo de las m¨¢quinas de coser
Una de las principales atracciones de los cruceros guiados a trav¨¦s de las 1000 Islas es el Castillo Singer, que se levanta en Dark Island, un peque?o islote cercano al embarcadero de Chippewa Bay que marca sobre el r¨ªo el l¨ªmite fronterizo entre Estados Unidos y Canad¨¢.
El misterioso halo que envuelve la construcci¨®n, palpable cuando se rodea la isla desde el r¨ªo, el interior de sus 28 habitaciones lujosamente amuebladas en madera y grandes chimeneas de hierro, o la red de pasadizos secretos que hoy se pueden recorrer durante las visitas guidas, transportan directamente al viajero a finales del siglo XIX, la ?poca Dorada de Am¨¦rica.
El castillo se levant¨® por encargo del magnate Frederic Gilbert Bourne, presidente de la m¨ªtica compa?¨ªa de m¨¢quinas de coser Singer, como retiro de caza para su familia. Inspirada en la entonces novedosa Torre Singer de la pr¨®spera ciudad de Nueva York, el castillo incluy¨® las mejores comodidades dom¨¦sticas de la ¨¦poca (1905): electricidad, gracias a la instalaci¨®n de un generador en la isla, un sistema de poleas que permit¨ªa izar y almacenar varios barcos en el embarcadero techado y hasta una instalaci¨®n telef¨®nica interna que permit¨ªa llamar de habitaci¨®n a habitaci¨®n, y avisar as¨ª al servicio.
M¨¢s informaci¨®n en www.visit1000islands.com
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