Nudismo con fondo verde en Cabo de Gata
Recorridos con zapatillas de cala en cala que mezclan historias de piratas, volcanes cubiertos de flores, escuetas playas naturistas y marabuntas 'hippies'
El reducto hippy en que se ha convertido la playa de San Pedro fue hace siglos refugio de piratas. Razones sobraban, el escondrijo era perfecto: un manantial de agua dulce junto a la playa, una ensenada de aguas tranquilas y un inc¨®modo acceso por tierra sencillo de controlar. Quiz¨¢ los mismos argumentos naturales que explican igualmente su concurrido aspecto actual.
El camino que conduce a este aislado arenal es una de las m¨²ltiples rutas que ofrece el accidentado litoral del Parque Natural del Cabo de Gata-N¨ªjar. Especialmente en primavera, cuando el calor no aprieta en exceso, la costa volc¨¢nica se cubre de flores, el Mediterr¨¢neo invita al primer ba?o del curso y un invierno inusualmente lluvioso ha pintado de verde la Sierra de Cabo de Gata.
Una de piratas
Siete mil ducados invirti¨® don Francisco de Vargas, tesorero real, para sufragar la edificaci¨®n de la Torre de los Alumbres en 1510. Un fort¨ªn destinado a proteger su pr¨®spera explotaci¨®n minera en Rodalquilar, sumamente codiciada por los corsarios berberiscos que infestaban la costa almeriense a principios del siglo XVI. Defendida durante los diferentes periodos de actividad de la mina, e incluso reforzada en 1575, pas¨® al olvido absoluto desde mediados del XVIII. Actualmente se encuentra en lamentable estado de conservaci¨®n, aunque Sergio Leone la rescatara como uno de los escenarios de La muerte ten¨ªa un precio en 1965.
El basti¨®n defensivo del valle cambi¨® de ubicaci¨®n: los ca?ones de la Bater¨ªa de San Ram¨®n (1764), en El Playazo, cruzaban su fuego con los del Castillo de San Pedro. Y entre ambos baluartes, la Torre del Cerro de los Lobos remat¨® la defensa contra el corso berberisco desde 1767. Ambas atalayas viven ahora suertes dispares: desde el abandono y deterioro de la primera (en manos privadas), hasta la rehabilitaci¨®n y conversi¨®n en faro y estaci¨®n de comunicaciones de la segunda.
Esta Ruta de los piratas enfila una interesante etapa a pie desde Las Negras. Un ¨¢rido sendero de cinco kil¨®metros amenizado con varios miradores naturales sobre el Mediterr¨¢neo, domina en su ¨²ltimo tramo la playa y el castillo de San Pedro, levantado en el siglo XVI para defender la ¨²nica fuente natural de agua dulce del Cabo de Gata. Con guarnici¨®n permanente, fue ampliado dos siglos despu¨¦s ante el incesante acoso corsario. Su maltrecha planta todav¨ªa se mantiene imponente sobre el escarpado litoral volc¨¢nico. Y su interior, ocupado.
Nudismo sobre fondo verde
Una amplia y perfecta media luna de arena fina marca el punto exacto. All¨ª donde los navegantes genoveses desembarcaron en 1147 para apoyar la conquista cristiana de Almer¨ªa, en manos del imperio almohade, se inicia la Ruta de los volcanes y las flores. Un entretenido recorrido que combina enormes laderas de corteza magm¨¢tica, a modo de enormes diques naturales, con calas escuetas y solitarias que disuaden a ba?istas poco esforzados.
Desde la playa de los Genoveses hasta el abigarrado paisanaje de la cala de Monsul (nudistas, mochileros con malabares, familias al completo, turistas de elegante calzado y hasta escaladores) el camino sube y baja incesantemente mezclando terreno volc¨¢nico con infinidad de playas: Los Amarillos, cala Pr¨ªncipe, cala Chica y cala Grande, la Playa del Barronal... Sorprende toparse con alg¨²n residente fijo, y su perro, en alguna de ellas. Una especie de ermita?o moderno que lava la vajilla junto a la orilla del mar, con un turbante como ¨²nica vestimenta. Escenas todav¨ªa visibles en este rinc¨®n de la Pen¨ªnsula.
El paisaje que lo rodea tiene car¨¢cter, y engancha. Sobre todo a base de estudiados contrastes crom¨¢ticos: oscura roca volc¨¢nica bajo el amarillo chill¨®n de los brotes primaverales; un inusual y potente verde viste la sierra frente el intenso azul del Mediterr¨¢neo; y sobre la arena color ceniza de sus calas, brillan blancas siluetas de adormilados nudistas tost¨¢ndose al sol. La ruta conduce a los andarines de mayor aguante hasta el propio Cabo de Gata, 13 kil¨®metros de ida y otros tantos de regreso, mientras el goteo de solitarias calas al abrigo de los acantilados no cesa.
GU?A
Dormir
? La posada del T¨ªo Paco (Avda. San Jos¨¦ 12, San Jos¨¦ - 950 38 04 05). www.laposadadepaco.com
? Villa Malt¨¦s (Paraje El Malt¨¦s, Boca de los Frailes - 664 259 617/649 257 971). www.villamaltes.es
? La Cortijada (Bentonita 4, Rodalquilar - 950 389 827). www.casalacortijada.com
Comer
? Scarabeo (Puerto deportivo de San Jos¨¦, Local 8)
? La Tasquilla (Risco de las ?guilas, Rodalquilar - 950 389 816) - www.latasquilla.com
Informaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.