Diez lugares para evadirse
Alternativas para darle un giro de 180? a la rutina diaria mediante planes alternativos de ocio fuera del barrio
Ya sea verano o invierno, siempre es posible realizar una improvisada escapada durante el fin de semana para desconectar por completo de la realidad de todos los d¨ªas. Si a la propia 'hu¨ªda' le a?adimos propuestas nuevas y diferentes a todo lo visto con anterioridad, el viaje puede convertirse en toda una experiencia digna de recordar.
Cinco a?os han sido suficientes para que Nueva Orleans vuelva a ser lo que era. A pesar de las casas a¨²n vac¨ªas, de los que se fueron para no volver, del reciente vertido de crudo, la ciudad del eterno carnaval vibra de nuevo a ritmo de jazz, se despereza tras noches de fiesta inacabable y vuelve a mostrar orgullosa su car¨¢cter sure?o y esot¨¦rico.
La pasi¨®n quinquenal ha vuelto a la isla. Como cada a?o terminado en 0 y en 5 (fue instituida en 1680), La Palma est¨¢ impregnada por las fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen, que ven hoy danzar a los entra?ables Enanos a los sones de una endiablada polca.
La ciudad que suena a Bach
Leipzig suena a Bach, huele a libros, tiene la historia presente... En sus calles se entrecruzan en el tiempo el Fausto de Goethe, Napole¨®n o las movilizaciones populares que aceleraron el final del comunismo.
Murallas, palacios, mezquitas, fonduks y madrasas atestiguan el glorioso pasado de Fez, la ciudad marroqu¨ª cuya poblaci¨®n alcanza ya el mill¨®n y medio de personas. Aunque perdi¨® su capitalidad, sigue manteniendo su importancia religiosa y cultural, que empez¨® en el siglo IX, al fundarse la Qarawiyn, mezquita y universidad cor¨¢nica.
Entre limoneros y molinos de papel, su fina estampa se precipita hacia un mar antiguo por el que arribaron griegos, romanos, cruzados y piratas. Los equivalentes a Wagner, Jacqueline Kennedy, Warhol o Lattuada ya no se refugian en Amalfi (al sureste de Italia, en el golfo de Salerno, cerca de N¨¢poles), pero los efluvios de todo eso acompa?an al viajero en su deambular por este microcosmos tan seductor hoy como ayer.
Ja¨¦n quiere dejar de estar a la sombra de las monumentales ?beda y Baeza y de ser la hermana peque?a de Granada, a menos de cien kil¨®metros. La leyenda del lagarto de la Malena, que dicen que ten¨ªa atemorizada a la ciudad en tiempos inmemoriales, fue declarada el a?o pasado uno de los diez tesoros del Patrimonio Cultural Inmaterial de Espa?a.
Remedio gastron¨®mico contra un verano que se anuncia muy caluroso (o lo siguiente) en forma de recorrido por restaurantes nacionales que alivian los rigores estacionales en sus cartas: una de sopas fr¨ªas. Creaciones refrescantes y ligeras con cuchara tanto para el aperitivo a la sombra de una terraza, como para sentarse a la mesa.
Si uno quiere conocer Berl¨ªn, si quiere entender c¨®mo esta dura y sufrida ciudad a orillas del Spree ha logrado convertirse en metr¨®poli internacional debe dejarse llevar por el ritmo berlin¨¦s y por la especial concatenaci¨®n de acontecimientos que tiene lugar en esta ciudad que no cierra nunca.
La 'madame' de Marruecos
T¨¢nger parece, como dijo el poeta Tahar ben Jelloun, una mujer que ya no se atreve a mirarse al espejo. Ha envejecido. Le han salido arrugas, grietas, que han terminado por desmoronar lo poco que quedaba de un pasado bohemio, cuando fue la capital del exilio burgu¨¦s europeo y norteamericano.
Son las cinco de la ma?ana y el sol a¨²n no ha levantado. Hace bastante fr¨ªo, el term¨®metro ronda los cero grados. Es momento de desperezarse y poner rumbo hacia el coraz¨®n del valle turco de G?reme. Aqu¨ª espera un globo aerost¨¢tico que durante la pr¨®xima hora ser¨¢ gu¨ªa y patr¨®n en el recorrido por Capadocia, una de las regiones m¨¢s enigm¨¢ticas del planeta.
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