La tarta preferida de Sissi Emperatriz
Bulevares de corte parisiense, caf¨¦s de interior decimon¨®nico y ba?os termales donde olvidarse del fr¨ªo y la noci¨®n del tiempo. Ruta por la capital h¨²ngara con una rapsodia de Liszt como banda sonora
La capital de Hungr¨ªa no ser¨ªa la misma sin su reflejo en el Danubio. Cobra vida en sus dos orillas, all¨ª donde Buda y Pest muestran sus desiguales caracteres, separados por nueve puentes. De convulso pasado hist¨®rico, vestigios romanos y ba?os turcos, su barrio jud¨ªo y las mansiones Art Nouveau muestran c¨®mo esa mezcla cultural acab¨® moldeando el presente de Budapest. Una ciudad que atrapa al viajero con argumentos: demasiados atractivos para el disfrute de cuerpo y esp¨ªritu como para resistirse.
La azotea de Buda
Todo empieza (como no pod¨ªa ser de otro modo) en el kil¨®metro 0. En la plaza del ingeniero Adam Clark, quien seg¨²n la leyenda se suicid¨® tras construir el Puente de las Cadenas por haber cometido un fallo que no pudo perdonarse: olvid¨® las lenguas de los leones que custodian la entrada a la pasarela. Desde all¨ª, un funicular conduce directamente a la colina de Buda, la verdadera azotea de Budapest, desde donde obtendremos una de las panor¨¢micas m¨¢s espectaculares.
El aut¨¦ntico coraz¨®n de la ciudad acumula edificios donde a¨²n palpita su glorioso pasado. El inmenso conjunto del Castillo y Palacio Real, que hoy son sede de varios museos y la Galer¨ªa Nacional de Hungr¨ªa, el Palacio Sandor, residencia oficial del presidente, la Iglesia de Mat¨ªas, transformada en mezquita por los turcos y reconstruida posteriormente en estilo barroco, as¨ª como el Basti¨®n de los Pescadores, el mejor mirador de la ciudad.
Recorrido el exterior, queda sumergirse en las entra?as del castillo: m¨¢s de un kil¨®metro de laberinto (www.labirintus.com) en el que se suceden celdas, s¨®tanos, recovecos y hasta manantiales. La visita gana intensidad desde las seis de la tarde, cuando las luces se apagan y apenas una l¨¢mpara de aceite ilumina la ruta subterr¨¢nea. ?No apta para asustadizos!
Con m¨¢s o menos susto en el cuerpo, la recompensa siempre aguarda fuera: una parada t¨¦cnica en Ruszwurm (www.ruszwurm.hu) donde todav¨ªa se sirve caf¨¦ de la vieja escuela. Esta confiter¨ªa lleva elaborando pasteles desde 1827 sin que la receta haya variado un ¨¢pice, ha sobrevivido a dos guerras mundiales y todav¨ªa conserva su encanto del viejo mundo.
Bulliciosa en Pest
Hay agitaci¨®n asegurada en el Mercado Central (V¨¢mh¨¢z k?r¨²t 1-3; metro K¨¢lvin T¨¦r), que abre sus puertas de lunes a s¨¢bado. Su arquitectura Art Noveau domina el ensanche sur de Vaci Utca y su interior distribuye multitud de coloridos puestos en tres plantas. El mejor lugar para hacerse con la famosa paprika, una botella de barak p¨¢linka, aguardiante de melocot¨®n que repone el ¨¢nimo a cualquiera, o alg¨²n souvenir de artesan¨ªa que llevarse de vuelta en la maleta. Si tanto traj¨ªn despierta la gusa, hay que dirigirse al puesto de langosh de la ¨²ltima planta. Una delicia h¨²ngara a medio camino entre el churro y la pizza que cuenta con un batall¨®n de adeptos.
El coraz¨®n de Pest late en la plaza V?rosmarty, donde artistas ambulantes se mezclan con turistas paseando sus bolsas despu¨¦s de hacer shopping por el entramado de calles peatonales. Para tomar algo caliente o simplemente echar un vistazo, aqu¨ª se encuentra el caf¨¦ Gerbeaud (www.gerbeaud.hu), uno de los m¨¢s concurridos de la ciudad. La elegancia de este establecimiento decimon¨®nico justifica colarse dentro; despu¨¦s, una porci¨®n de la famosa Dobos Torta, la favorita de la emperatriz Siss¨ª, se dice, invita al asiento.
El edificio m¨¢s emblem¨¢tico de la ciudad ha sobrevivido al paso del tiempo. Construido entre 1884 y 1902, fue la obra m¨¢s grande de su ¨¦poca y a¨²n hoy es uno de los mayores edificios del mundo en su funci¨®n. La visita al Parlamento (www.parlament.hu) es adem¨¢s gratuita para los ciudadanos de la Uni¨®n Europea, y se puede realizar en castellano. Hay curiosidades dentro, adem¨¢s de suntuosos interiores; por ejemplo contemplar la corona del primer rey de Hungr¨ªa.
Los aleda?os del edificio rezuman historia y poder, con amplios bulevares y solemnes edificios. A pocos pasos se eleva la c¨²pula de la Bas¨ªlica de San Esteban, visible desde toda la ciudad, y la avenida Andr¨¢ssy, tambi¨¦n llamada avenida de la cultura por sus m¨¢s de dos kil¨®metros de museos, salas de recitales y la famosa ?pera (www.opera.hu), cuyos econ¨®micos precios no sirven de excusa para sentirte, durante unas horas al menos, como miembros de la antigua aristocracia h¨²ngara en ostentosos palcos de terciopelo carmes¨ª.
Lejos de tanta pomposidad, las callejuelas del barrio jud¨ªo mantienen el recuerdo de tiempos m¨¢s oscuros, cuando el ej¨¦rcito alem¨¢n confin¨® a su poblaci¨®n durante la Segunda Guerra Mundial. Estrechos pasajes donde todav¨ªa hay rastros de aquellos d¨ªas en peque?os comercios, restaurantes y en su grandiosa sinagoga (www.dohany-zsinagoga.hu), la segunda en tama?o despu¨¦s de la de Jerusal¨¦n. Magn¨ªfica construcci¨®n de estilo morisco y bizantino, en cuyo exterior encontramos un peque?o cementerio y el ?rbol de la Vida, escultura que lleva en cada hoja el nombre de un jud¨ªo asesinado durante el Holocausto.
Placeres termales
Tan completo (y esforzado) recorrido urbano reserva lo mejor para el final: sumergirse en uno de los 47 balnearios de aguas termales que dispone la ciudad. Por ejemplo, un curativo ba?o de historia bajo la c¨²pula otomana del Balneario de Rudas (D?brentei t¨¦r 9, Buda. Telf.: +36 1 356 1322). Construido en 1550, es uno de los m¨¢s bonitos del mundo y seg¨²n el estado de (in)consciencia del turista a remojo, sus interiores pueden provocar una extra?a sensaci¨®n de viaje espacio-temporal. Pero no, no se encuentra uno en Estambul.
La costumbre de relajarse chapoteando en aguas terape¨²ticas es casi un derecho para los h¨²ngaros, de ah¨ª los precios tan populares. Por poco m¨¢s de diez euros son accesibles las vaporosas piscinas del balneario Gellert (Kelenhegyi ¨²t 4, Buda) o desafiar las bajas temperaturas invernales sumergidos hasta el cuello en aguas a 38 grados en el Balneario Sz¨¦chenyi (?llatkerti krt. 11, Pest, junto la plaza de los H¨¦roes) La niebla resultante es el ant¨ªdoto perfecto para casi cualquier dolencia f¨ªsica y emocional. Hay que disfrutarlo sin prisas, preferiblemente de noche y sin preocuparse demasiado por lo arrugadas que queden la yemas de los dedos.
GU?A
C¨®mo llegar
? Hay vuelos directos desde Madrid, M¨¢laga y Barcelona con la compa?¨ªa h¨²ngara Malev Hungarian Airlines (www.malev.com)
? Wizzair ofrece vuelos directos desde Madrid y Barcelona (http://wizzair.com)
? Conexi¨®n ferroviaria con todas las capitales cercanas como Viena y Bratislava. Tres estaciones de tren internacionales (www.tgv-europe.es)
Dormir
? Seven Season Apartments - www.7seasonsapartments.com
?Adler Apartments (Kazinczy utca 9, Tel: (+36) 06 20 445-3398) - www.adlerapartments.com
? Mercure Budapest City Center (Vaci utca, 20. +36 1/4853100 - www.mercure.com
Comer
? Restaurante Hemingway (Kosztol¨¢nyi Dezso t¨¦r 2, District 11). +36 (1) 381 0522 - www.hemingway-etterem.hu
? Restaurante Menza (Liszt Ferenc t¨¦r, 2; Metro Oktogon). + 36 06 1 413-1482 - www.menza.co.hu
? Restaurante Fresco Caf¨¦ & Lounge Bar (Liszt Ferenc T¨¦r, 10). +36 14 11 09 15 - www.fresco.hu
? Restaurante Tokaj (R¨¢day Utca 1-3). +36 70 70 86 525 - www.tokajetterem.hu
Caf¨¦ y pasteles
? Caf¨¦ Pierrot (Fortuna utka 14, Buda). +36 13756971 - www.pierrot.hu
? Pasteler¨ªa Ruszwurm (Szenth¨¢roms¨¢g t¨¦r 7, Buda). +36 06 1 375-5284
? J¨¦gb¨¹f¨¦ kft (Ferenciek Tere 10, Pest).
? Caf¨¦ Gerberaud (V?r?smarty t¨¦r 7, Pest) - +36 06 1 429-9000 - www.gerbeaud.hu
Balnearios
? Balneario Gellert (Kelenhegyi ¨²t 4, Buda).
? Balneario Sz¨¦chenyi (?llatkerti krt. 11, Pest).
? Balneario Rudas (D?brentei t¨¦r 9, Buda)
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