Playas libres de mirones
Rincones nudistas para encontrar paz interior y exterior, aisl¨¢ndose junto al mar en los archipi¨¦lagos espa?oles
Por curiosidad, como terapia liberadora de tab¨²es, para seguidores de la filosof¨ªa naturista o simplemente por disfrutar de estar desnudo en un contexto en el que la ropa se torna innecesaria. En la b¨²squeda de rincones costeros que invitan a desprenderse del ba?ador, las islas son garant¨ªa de intimidad. Calas nudistas en Canarias y Baleares, reconocidas oficialmente o no, en las que entrar en contacto directo con la naturaleza, relajarse y olvidarse de los complejos. Desaparece adem¨¢s el riesgo de antiest¨¦ticas marcas blancas del ba?ador tras unas horas de exposici¨®n solar. El ¨²nico peaje es el respeto por el otro. Los mirones no son bien recibidos.
01 Tumbonas de roca en Ibiza
Quien se atreve con el nudismo en Ibiza, repite. Est¨¢ tan extendido que el pudor moment¨¢neo de la primera vez desaparece en cuanto se pasa por la playa de Es Cavallet, pr¨®xima a la capital. Pero para aislarse de verdad en el paisaje costero, Punta Galera es un para¨ªso naturista de turismo local y nacional, a un paso de San Antonio. Un enclave particular entre un acantilado de pliegues rocosos y grandes planchas que hacen las veces de tumbona. Eso s¨ª, gozar de la intimidad de las aguas ibicencas conlleva un paseo escarpado que obliga a estar en buena forma. El esp¨ªritu tranquilo de los nudistas se hidrata al final de la jornada con un coctel en el restaurante Sol y Sombra, con cocina abierta hasta la una de la noche. El atardecer no tiene desperdicio en su terraza calmada sin la saturaci¨®n del Caf¨¦ del Mar. ?ltima parada: Cumadas, local de copas al borde del mar con ambiente chill out hasta bien entrada la madrugada.
02 Poblado naturista al desnudo
Arena rubia y una marea con fuerza cuyo rugido se repite entre acantilados. La playa de Famara, al noroeste de la isla de Lanzarote, tiene sitio para todos en sus 2.800 metros. Naturistas incluidos. Pero en una isla donde el entorno salvaje se puede admirar con buen tiempo casi todo el a?o, los nudistas han establecido su centro en el Charco del Palo. El desnudo no es solo para tomar el sol, sino tambi¨¦n para pasearse por el poblado o jugar a la petanca de playa. La mayor¨ªa extranjeros, cansados de la Europa fr¨ªa, se retiran entre masas volc¨¢nicas que se encuentran con el oc¨¦ano formando piscinas de roca. Aunque el oleaje rompe con especial fuerza, es posible acceder a aguas calmas de piscinas naturales en tres sitios protegidos, por una escalera y sin hacerse ni un rasgu?o en el pecho.
03 Cruce de playas en Formentera
En la peque?a de las Baleares, despistarse paseando por su costa blanca conduce casi inevitablemente hacia alg¨²n rinc¨®n nudista. Las aguas turquesas guardan silencio en Cal¨® des Morts mientras que el para¨ªso de cat¨¢logo espera en Ses Illetes, a la que le cuelgan el t¨ªtulo de mejor playa. Merece la pena pasear por su orilla alargada hasta la punta norte de Formentera y encontrarse frente a frente con el Mediterr¨¢neo. Ses Illetes a un lado; Llevant, al otro. Y con algo de ropa encima, cruzar a pie la lengua arenosa tiene como recompensa la fresca terraza del restaurante Tanga, donde una ensalada de peix sec o una paella marinera ayudan a encontrar el equilibrio de cuerpo y alma.
04 Con sabor a almogrote y papas con mojo
Aunque en la peque?a y verde isla de La Gomera no hay playas declaradas como naturistas, ba?istas locales y no tanto saben que entre su arena negra bals¨¢mica muchos se quitan la ropa sin tapujos. Valle Gran Rey, al oeste, ofrece un refugio entre olas en la Playa del Ingl¨¦s, que acoge a todo tipo de turistas, m¨¢s o menos pudorosos. Casi toda de callao, aunque con un poco de arena, es la zona m¨¢s tur¨ªstica, accesible en coche y con chiringuitos pesqueros a unos pasos. En el mismo municipio, imprescindible acercarse hasta el restaurante mirador C¨¦sar Manrique en El Palmarejo y probar el intenso almogrote gomero y las t¨ªpicas papas con mojo pic¨®n.
05 Cala inh¨®spita entre roca rojiza
El respeto por la naturaleza y el ambiente de paz son parte fundamental del atractivo en Menorca. Y hasta la popular playa de Son Bou tiene alg¨²n tramo resguardado para exponerse desnudo al sol. Tambi¨¦n la cala de Binigaus o la salvaje y verde Trebaluguer. Pero la recomendaci¨®n que no falla entre los menorquines a la hora de escoger una cala tranquila es la de Pregonda. Rocas agrestes moldeadas por el viento de tramontana, algunas de un sorprendente color rojizo que contrastan con el azul limpio del mar. Cariz inh¨®spito que conjuga perfectamente con el nudismo entre las playas si urbanizar de la zona norte.
06 'Nordic Mojito' en Tenerife
El espacio natural de Monta?a Roja protege a la playa de La Tejita de los vientos sure?os en la isla de Tenerife. Unida a la playa de El M¨¦dano, un kil¨®metro de arena rubia deja lugar a los perfiles m¨¢s variados de ba?istas. El cartel de nudista cuelga en la acogedora cala al pie del monte rojizo. Aislada dentro de la propia isla. Aunque se puede acceder por una pista de carretera, el paseo a pie desde El M¨¦dano merece la pena despu¨¦s de tomarse un Cosmopolitan Costello o un Nordic Mojito en la terraza con vistas al mar del Manfred's Soul Cafe.
07 Dunas entre pinares
La calma se alcanza en una de las playas v¨ªrgenes del sur mallorqu¨ªn, Es Trenc, sucesi¨®n de dunas entre pinares solo perturbados por el peque?o pueblo de Ses Covetes, con apenas 70 habitantes. Paisaje salvaje que embelesa, orilla con arena fina, sin demasiado oleaje y un ambiente de respeto absoluto, pues en los extremos de la playa aparecen poco a poco los ba?adores. Aparcamiento f¨¢cil y chiringuitos a tiro. ?Se puede pedir m¨¢s?
08 Escondite entre el tercer y el cuarto chiringuito
La zona sur de Gran Canaria es reconocida por sus horas de sol y paseos junto a una orilla de playas que se encadenan unas con otras. En Maspalomas, su faro observa tanto a familias completas como deportistas n¨¢uticos y, por supuesto, nudistas. Como orientaci¨®n, en el paseo desde el fanal hasta la Playa del Ingl¨¦s, el tramo solitario entre el chiringuito tres y cuatro est¨¢ reservado exclusivamente para el naturismo. A poco m¨¢s de cinco kil¨®metros en direcci¨®n sur, la cala de Monta?a Arena se hace con la popularidad grancanaria entre los nudistas. Lejos de urbanizaciones y con cierta dificultad de acceso, mantiene un encanto especial bajo el abrigo del enorme mont¨ªculo que le da nombre.
09 Cura solitaria para el esp¨ªritu
La Graciosa es, sin necesidad de perderse demasiado, garant¨ªa absoluta de intimidad. Con 27 kil¨®metros cuadrados, es la isla m¨¢s grande del archipi¨¦lago Chinijo (que en Canarias quiere decir peque?o). Su ambiente solitario es id¨®neo para iniciar una introspecci¨®n del ser. El cuerpo no tiene m¨¢s opci¨®n que deshacerse de cualquier tipo de presi¨®n entre arena, rocas y playas que se suceden en continua repetici¨®n. Una traves¨ªa en barco desde Lanzarote y un largo paseo descubre la incre¨ªble Playa de las Conchas, virgen, impoluta. Ni tan siquiera un humilde chamizo a la vista. Tan solo el mar, el cielo y la isla deshabitada de Monta?a Clara al fondo.
10 Destape en Las Monjas
A pesar de su casto nombre, la cala de Las Monjas es la ¨²nica donde practicar nudismo en la isla canaria de La Palma de forma oficial. La intenci¨®n de este dec¨¢logo era la de recomendar esta playa ubicada en el municipio de Los Llanos de Aridane, de rocas volc¨¢nicas con garra pero tambi¨¦n fin¨ªsima arena en la orilla. Al recorrer el camino entre plataneras que conduce a ella, se comprueba que de la peque?a cala solo quedan algunas rocas que un temporal hace poco m¨¢s de un mes dej¨® a su paso por la costa. Lo que no impide recomendar, muy cerca, un chapuz¨®n en Puerto Naos o Charco Verde, por ejemplo, aunque sean rincones con encanto en los que el ba?ador es un requisito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.