Suiza con el ba?ador en la mochila
Vi?edos reflejados sobre el lago Lem¨¢n, paseo en barco por el r¨ªo Limmat o dejarse llevar por las aguas del Aar. Recorrido inspirador por cinco ciudades suizas con el traje de ba?o a mano (por si acaso)
Sin mar, pero con paisajes regados por r¨ªos y lagos que invitan a una zambullida elegante. Acercarse en verano a algunas de las ciudades suizas en boga es descubrir pintorescas zonas de ba?o que los lugare?os aprovechan desde el primer rayo de sol. Dejarse llevar por las aguas del Rin en Basilea, asaltar el Marzili en Berna, caer en la tentaci¨®n del lago Lem¨¢n en Ginebra o Lausana, y pasear en barco por el r¨ªo Limmat en Z¨²rich.
Extra veraniego combinado con el arte en su significado m¨¢s amplio, ¨¦ste disfrutable en cualquier ¨¦poca. Desde museos de fotograf¨ªa y dise?o o la Fundaci¨®n Beyeler de Basilea, con obras de Dal¨ª y Mir¨®, hasta una exposici¨®n de ositos de peluche o la enoteca ginebrina en la que el vino blanco de Dardagny, con los vi?edos a la vuelta de la esquina, eleva cada sorbo a un acto cultural. Fiesta nocturna en regeneradas zonas industriales que ahora marcan tendencia m¨¢s all¨¢ de las fronteras suizas. O incluso tropezarse, en plena ciudad, con el famoso parque de osos de Berna. Planes variados (y complementarios) que obligan a dedicar un minuto m¨¢s de lo normal para pensar qu¨¦ ropa llevar en el equipaje. El hueco para el ba?ador, imprescindible.
Hiperactiva vida nocturna en Z¨²rich
Conciertos y terrazas al aire libre son m¨¢s que frecuentes con el buen tiempo en Z¨²rich. Aunque la forma de refrescarse y contemplar la ciudad desde una nueva perspectiva es zambullirse en las aguas del r¨ªo Limmat. Divide la urbe en dos partes: a un lado el n¨²cleo hist¨®rico y al otro el financiero. Un paseo en barco con tres paradas en el lago de Z¨²rich, cuya orilla se llena de vecinos y for¨¢neos en los privilegiados d¨ªas soleados. El destino del trayecto, a un paso del Museo Nacional.
El legendario ambiente nocturno de la ciudad se suma a la moda de recuperar barrios industriales. Y su vida cultural hiperactiva hace que hasta la parte alta de una antigua f¨¢brica de construcci¨®n naviera se convierta en un llamativo bar. El Nietturm (www.nietturm.ch), en un cubo de cristal, es un ejemplo de estilosas vistas. Las estrechas calles peatonales de la zona antigua, siempre con vida, de noche por su ambiente y, de d¨ªa, c¨²mulo de peque?as tiendas, talleres de artesan¨ªa y de antig¨¹edades. Visita obligada, justo este a?o, a la pasteler¨ªa m¨¢s famosa, Spr¨¹ngli, en la Paradeplatz. Celebra su 175 aniversario con la tradici¨®n conservada del contundente Bircherm¨¹esli (muesli de cereales).
Copas con DJ en lo alto de Basilea
Ascensor hasta la planta 31 de la torre Messeturm y, con el d¨ªa despejado, copas frente a la puesta de sol sobre Basilea. A 105 metros de altura, el Bar Rouge (www.barrouge.ch) es el mirador por excelencia de la vida nocturna basiliense. Un cubata (o dos) adquieren un gusto m¨¢s refinado con vistas a la ciudad e incluso de Alemania y Francia, y bailando al ritmo de DJ.
La siguiente parada para noct¨¢mbulos es la Barf¨¹sserplatz, en el coraz¨®n de la urbe. Y para relajarse con la ¨²ltima copa en mano, chill out en el Caf¨¦ des Arts (www.desarts.ch), un conjunto de cuadros y figuras repartidos en dos plantas, un gran bar al aire libre donde noches templadas pasan a convertirse en grandes eventos. Ambiente fusionado, como no pod¨ªa ser de otra forma, con arte en la ciudad a un paso de uno de los museos m¨¢s importantes del mundo, la Fundaci¨®n Beyeler en Riehen. Obras de Dal¨ª, Ernst, Mir¨® y el surrealismo en Par¨ªs. Y por si quedan fuerzas para alimentar el esp¨ªritu cultural, colecciones que van desde el Vitra Design, de los m¨¢s conocidos en el sector del dise?o, hasta un museo dedicado a casa de mu?ecas, exposici¨®n de ositos de peluche incluida.
Berna, 344 pelda?os despu¨¦s
La capital suiza destapa el romanticismo entre los seis kil¨®metros de arcadas medievales de su casco antiguo. Desde la estaci¨®n, el recorrido por el pintoresco n¨²cleo construido en un meandro del r¨ªo Aar permite descubrir el ya reconocido como Patrimonio Mundial de la Unesco. Parada obligatoria en la plaza Bundesplatz, en la que 26 fuentes de agua representan a los cantones suizos. Detr¨¢s, el Palacio federal con su famosa c¨²pula. Curiosa (y gratis) es tambi¨¦n la visita al Parque de los osos, donde senderos al borde del r¨ªo conducen al cercano jard¨ªn de rosas (www.rosengarten.be).
Aunque para tener la mejor panor¨¢mica, la torre de la catedral m¨¢s grande de Suiza exige subir exactamente 344 pelda?os. Desde all¨ª arriba, el Aar llama tras el esfuerzo a refrescarse con un chapuz¨®n. La zona de ba?o preferida por los berneses es Marzili, donde se cambian de ropa y, remontada la orilla a pie, se dejan arrastrar por la corriente del r¨ªo.
Lujoso ba?o entre Ginebra y Francia
El lugar de encuentro para probar los vinos de la regi¨®n ginebrina es la Enoteca Winebar. La estrella, entre muchas, es el afrutado Muscat blanc de Dardagny, que se cultiva a la vuelta de la esquina. Ideal para iniciar una ruta a las puertas de una ciudad marcada por los vi?edos. Sumergida entre las cimas de los Alpes y las colinas del Jura, comparte el lago Lem¨¢n con el territorio franc¨¦s. Sus aguas son sin¨®nimo de actividades y bullicio al llegar el buen tiempo, sobre todo en los Ba?os de Paquis, un complejo construido en 1872, toda una instituci¨®n para los amantes del l¨ªquido elemento, tambi¨¦n por su econ¨®mico caf¨¦. La nota de glamour la pone pensar que, en el fondo, las aguas del Lem¨¢n provienen del mismo deshielo de monta?a con el que, despu¨¦s de ser tratado, se embotellas las prestigiosas aguas de la marca francesa Evian, esa de la que son fans celebridades como Madonna o Mariah Carey.
Fotograf¨ªa, inspiraci¨®n y degustaciones en Lausana
El mismo Lem¨¢n es tambi¨¦n clave para entender la ciudad de Lausana. Hermosas vistas de ¨¦l desde el Museo Elys¨¦e, dedicado a la fotograf¨ªa y ubicado en la zona de Petit-Ouchy. La inspiraci¨®n que queda en la rec¨¢mara sale a la luz para admirar una colecci¨®n de arte reunida por aficionados bajo condiciones especiales. El proyecto Art Brut es ¨²nico.
En la urbe de estrechos callejones, el famoso centro ol¨ªmpico y reconocidos templos gastron¨®micos, el ¨²ltimo grito es el renovado barrio de Flon. Les Arches (www.lesarches.ch), bajo el puente de arcos, es uno de los bares de moda de la ciudad que marca el inicio del paseo por lo que fuera la zona industrial. Antiguos almacenes que albergan nuevos locales. Durante el d¨ªa, compras y m¨¢s compras. Horas despu¨¦s, el epicentro del ambiente nocturno, con cines, restaurantes, bares y clubs.
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