Kassel, una exposici¨®n en cada esquina
En la ciudad de los hermanos Grimm hay arte por todas partes. Desde el parque Wilhelmsh?he hasta la estaci¨®n, los restaurantes y galer¨ªas donde se desarrolla este verano la feria Documenta
En 1800, Kassel era una de las m¨¢s bellas ciudades de Europa central. Situada en el coraz¨®n de Alemania, se consideraba como un peque?o Par¨ªs teut¨®nico. Tuvo el primer museo del continente y alberg¨® el primer teatro alem¨¢n. Era el hogar de los hermanos Grimm, que atrajeron hasta ¨¦l a artistas como Clemens Brentano y Achim von Arnim. Desde Kassel, los escritores diseminaron sus poderosos cuentos por todo el mundo. En el enorme parque de Wilhelmsh?he, con su oct¨®gono coronado por H¨¦rcules y su cascada, se daban la mano con perfecta armon¨ªa el esp¨ªritu rom¨¢ntico alem¨¢n y su inefable eficiencia t¨¦cnica. Pero la germ¨¢nica maravilla de Kassel fue destruida por las bombas brit¨¢nicas hacia el final de la II Guerra Mundial.
La ciudad languideci¨® hasta que en los cincuenta se transform¨® en el punto de encuentro de la vanguardia art¨ªstica mundial en lo que se di¨® en llamar Documenta, evento que se repite cada lustro y que este verano alcanza su 13? edici¨®n. Hasta el 16 de septiembre, todo aquel con curiosidad por el mundo del arte y sus nuevas tendencias tiene la oportunidad de vivir esta experiencia y descubrir adem¨¢s Kassel.
9.00 Tren hacia el cielo
Desde el primer momento, todo adquiere a los ojos del visitante la apariencia de una alucinaci¨®n est¨¦tica. Uno abandonar¨¢ esta ciudad de provincias creyendo haber visto el ambiguo brillo del arte en cualquier objeto, en la pose de cualquier persona. Supongamos que hemos llegado en tren. En la misma estaci¨®n hay ya varias exposiciones (Simryn Gill, Willie Doherty, Seth Price) y, en la plaza en la que desemboca, nos recibe El hombre que camina hacia el cielo sobre un tubo inclinado, obra de Borofsky. Tras un primer contacto en la estaci¨®n, vayamos a probar el legendario desayuno? del caf¨¦ Nordpol (Gottschalkstrasse 12). Y despu¨¦s, atravesamos el centro de la ciudad hasta el parque de Karlsaue, salpicado de obras de arte, como La roca sobre un ¨¢rbol, de Giuseppe Penone.
11.00 Imaginaci¨®n y teor¨ªa
El Fridericianum, el Documenta-Halle y la Neue Galerie contienen el grueso de las obras de los artistas seleccionados por la comisaria Carolyn Christov-Bakargiev, para quien la muestra esta dedicada "a la investigaci¨®n art¨ªstica y a las formas de imaginaci¨®n que exploran compromiso, temas, cosas, personificaci¨®n, y la vida activa en conexi¨®n con la teor¨ªa". Un manifiesto que se traduce en la orientaci¨®n pol¨ªtica y social, as¨ª como cient¨ªfica, de los artistas invitados. Al recorrer las salas que mezclan ideas, im¨¢genes, palabras y objetos, que crean ansiedad y sorpresa en el observador, se va de un tapiz de Goshka Macuga, a un grupo de personajes sobre la nieve, pasando por los trenzados camboyanos de Sopheap Pich, o los torturados paisajes tridimensionales de Llyn Foulkes.
14.00 Bocados culturales
El buen tiempo Invita a comer al aire libre. Tanto el restaurante Mundo (Sch?ne Aussicht, 1A,? www.bolerobar.de) como la vecina terraza de la Orangerie (Auedamm, 20B, www. orangerie-kassel.de), ¡ªdonde esperan otras instalaciones¡ª, son buenas opciones para reponer fuerzas con, por ejemplo, un kessler,? (plato de carne con col agria), mientras se contempla el Karlsau, con sus dos canales sim¨¦tricos, y a lo lejos, la laguna Auteich y el Jupitertemple.
Kassel se vuelca durante la Documenta. La casi totalidad de museos y edificios singulares alberga obras de la muestra, de modo que la vanguardia y lo antiguo se entretejen con naturalidad. En la Orangerie, por ejemplo, uno se puede pasear por un interesante gabinete f¨ªsico-astron¨®mico de 1560, mientras se proyectan las love-letters de David Link. En el Ottoneum se puede ver una instalaci¨®n de Mark Dion, la xiloteca en madera de roble y un recordatorio de Joseph Beuys (que sembr¨® 7.000 robles en Kassel entre 1982 y 1987 y del que muestra en su sala en la Neue Galerie su obra El furg¨®n, con 24 trineos que salen de una furgoneta Volkswagen).
16.00 Calles de cuento
Otro lugar que no hay que perderse es el Museo de los Hermanos Grimm, un edificio amplio y de fachada blanca que tiene una hermosa vista al canal del Karlweise. Aunque los escritores no vivieron aqu¨ª, sino en una calle cercana, se ha reproducido muy bien su mundo. La planta baja? se destina, adem¨¢s, a la instalaci¨®n del b¨²lgaro Nedko Solakov sobre caballeros andantes. Es el momento de moverse por el centro, pasar por el Rathaus, curiosear por las tiendas de la K?nigstrasse, tomarse un caf¨¦ o un helado en la K?nigplatz, o entrar quiz¨¢ en una de las reconstruidas iglesias de Kassel.
18.00 Naturaleza germana
Ahora se puede tomar el tranv¨ªa en direcci¨®n al parque Wilhelmsh?he. El conjunto barroco del castillo (los jardines ingleses, los saltos de agua y el oct¨®gono desde cuya cima, a 70 metros de altura, H¨¦rcules de bronce vigila Kassel), aspira a convertirse en patrimonio de la humanidad. Desde el oct¨®gono descendemos a la vera de las cascadas hasta la fuente de Neptuno. El mecanismo que puso en marcha Denis Papin hace tres siglos sigue funcionando hoy como un reloj. Desde la ruina del acueducto, la cascada se precipita sobre rocas y helechos, pasa bajo el puente del diablo (Teufelsbr¨¹cke) y crea una alt¨ªsima columna de agua de 55 metros, antes de llegar al castillo. A la ca¨ªda del sol,? todo se ilumina ofreciendo un espect¨¢culo fantasmag¨®rico que combina azules de ¨®pera y verdes nacarados. Es cierto que a esta hora ya est¨¢ cerrado el castillo Wilhelmsh?he y su colecci¨®n, que alberga a Murillo, Rembrandt, Rubens o Tiziano. Pero qu¨¦ importa. Como dice la comisaria de la Documenta 13, el enigma del arte es que no sabemos lo que es hasta que ya no es m¨¢s lo que era.
21.00 Fin de fiesta
En Kassel, el arte es una adicci¨®n. Pero, por fortuna, la vanguardia tambi¨¦n se va de copas. O al teatro, que aqu¨ª es de primera clase. En Theaterst¨¹bchen (Jordanstrasse, 11; www.theaterstuebchen.de), donde adem¨¢s de m¨²sica en vivo se representa cabaret. Por el camino, se pueden comer unas currywursts (salchichas al curry) regadas con cerveza de Hessen. Quiz¨¢ acabemos cantando con alg¨²n artista fracasado en la Brauhaus Wolpertinger (Hafenstrasse, 54, www.wolpertinger.com) antes de rendirnos en una cama del Knast-Hotel Elwe (Leipzieger Strasse, 11; www.elwe-kassel.de). Usemos de nuevo las palabras de Christov-Bakargiev refiri¨¦ndose a eso que no sabemos qu¨¦ es: "El baile fue fren¨¦tico, v¨ªvido, inquieto, repicado, arrollador, contorsionado, y dur¨® mucho tiempo".
Jos¨¦ Luis de Juan es autor de la novela Sobre ascuas (Destino).
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