Un poema convertido en rascacielos
El Palacio Barolo es un minucioso homenaje a 'La Divina Comedia' de Dante Alighieri
El Palacio Barolo, uno de los rascacielos m¨¢s c¨¦lebres de Buenos Aires, es un minucioso homenaje a La Divina Comedia. Entre las muchas extravagancias de su construcci¨®n destaca el delirante plan de rescatar los restos del escritor Dante Alighieri y resguardarlos en una b¨®veda bajo el edificio.
Luigi Barolo fue un inmigrante que alcanz¨® el sue?o de ¡°hacer las Am¨¦ricas¡±: lleg¨® a la Argentina en 1890 huyendo de la pobreza italiana y, en pocos a?os, se convirti¨® en un empresario textil millonario. En la cumbre de su ¨¦xito financiero tuvo la ocurrencia de construir un rascacielos que le otorgara una renta vitalicia y que fuera una celebraci¨®n de su gran prosperidad. Por ambas razones quiso hacer un edificio extraordinario, que nadie pudiera ignorar.
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Encarg¨® el proyecto a su compatriota Mario Palanti, arquitecto y gran admirador de Dante Alighieri (era miembro de una logia medieval llamada Fede Santa, que a¨²n existe y que venera al poeta). El arquitecto propuso a Barolo una idea luminosa, genial y ciertamente delirante: construir un edificio que fuera, a la vez, un homenaje a La Divina Comedia y un mausoleo para resguardar los restos de Dante de los conflictos b¨¦licos que, imaginaba en 1919 este veterano de la primera gran guerra, arrasar¨ªan al continente europeo. El traslado de los restos desde R¨¢vena a Buenos Aires deb¨ªa ser un obst¨¢culo insignificante para alguien decidido a convertir un poema en un palacio. Aunque Palanti lleg¨® a dise?ar un monumento dorado para marcar el lugar del sepulcro, la expatriaci¨®n de las cenizas nunca se concret¨®.
El edificio, en cambio, fue terminado en tiempo r¨¦cord. El planeamiento comenz¨® en 1919 y la inauguraci¨®n tuvo lugar cuatro a?os m¨¢s tarde. Barolo no pudo ver la obra que inmortalizar¨ªa su nombre porque hab¨ªa muerto prematuramente. El Palacio fue excepcional en todo: exced¨ªa la altura permitida y fue uno de los primeros edificios del mundo en usar el novedoso hormig¨®n armado y, por un breve tiempo, fue el rascacielos m¨¢s alto de Latinoam¨¦rica.
Su estilo es ecl¨¦ctico: combina rasgos occidentales provenientes del g¨®tico veneciano y del neorrom¨¢nico con otros t¨ªpicos de los templos hind¨²es. Por su extravagancia, es considerado un ejemplo mayor de la arquitectura esot¨¦rica de principios del siglo XX. Los porte?os de la ¨¦poca, entre ir¨®nicos y desconcertados, lo definieron como ¡°remordimiento italiano¡±. En verdad, es un edificio inclasificable y extra?o que proyecta una visi¨®n excepcional y ut¨®pica del mundo y, por ello, no desentonar¨ªa en una fantas¨ªa retrofuturista. Por este motivo se utiliz¨® en Highlander 2, film trash pero con buen dise?o de producci¨®n, que fue filmado en Buenos Aires.
El aquelarre estil¨ªstico es parte del minucioso sistema de referencias a la obra de Dante Alighieri exhibido en el Palacio. En suma, ¨¦ste es un templo laico que, como las catedrales g¨®ticas, representa en su estructura la forma de la Creaci¨®n. En este caso, la particular cosmogon¨ªa tripartita inventada por Dante: el Infierno como nueve c¨ªrculos conc¨¦ntricos excavados en el norte, el Purgatorio como un monte bajo la Cruz del Sur y el Para¨ªso en la cima del monte.
Dividido, como el texto, en estas tres secciones, el edificio recibe con nueve b¨®vedas que representan los c¨ªrculos infernales, cada una con citas en lat¨ªn que remedan la c¨¦lebre cita: ¡°Vosotros que entr¨¢is, abandonad toda esperanza¡± (aunque ¨¦sta no se utiliza, acaso porque no es de las m¨¢s apropiadas para la recepci¨®n de un edificio comercial). Los pisos superiores hacen referencia a los siete niveles del purgatorio. La c¨²pula, inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar de la India, remite al para¨ªso (en los primeros d¨ªas de junio, queda perfectamente alineada con la Cruz del Sur, tal como reclamaba Dante). A la vez, en su sincretismo occidental e indio, representa la uni¨®n t¨¢ntrica entre el poeta y su amada Beatrice. Los exactos cien metros de altura del edificio se corresponden con los cien cantos del poema, as¨ª como los once m¨®dulos por frente y los veintidos modulos de oficinas por bloque representan las once o veintid¨®s estrofas de los versos de cada canto. La planta fue dise?ada de acuerdo al n¨²mero Phi, tambi¨¦n conocido como la ¡°divina proporci¨®n¡± que, para los renacentistas, encerraba el secreto de la belleza y que, de acuerdo a Palanti, tambi¨¦n organizaba a la obra de Dante.
Tras completar el edificio, que fue saludado como un hito nacional, el arquitecto encar¨® y concret¨® un edificio gemelo, el Palacio Salvo, en Montevideo. Tiempo despu¨¦s, volver¨ªa a Italia para ponerse al servicio de otro admirador de Dante, Benito Mussolini, pero no lograr¨ªa adaptar su estilo al gusto de los fascistas y caer¨ªa en el olvido. Parad¨®jicamente, Mussolini hab¨ªa encargado al arquitecto modernista Giuseppe Terragni un edificio para celebrar a Dante y la gloria de Roma al que llam¨® ¡°Danteum¡±, pero nunca pasar¨ªa de ser un proyecto. Mussolini no supo que un Danteum ya exist¨ªa en la lejana Buenos Aires, pero ¨¦ste no ensayaba un simbolismo nost¨¢lgico del poder de la Roma imperial, sino que celebraba con una po¨¦tica inusual la vida de la ciudad moderna: era, despu¨¦s de todo, un edificio de oficinas.
Direcci¨®n:? Avenida de Mayo 1370. Horario: De lunes a jueves y s¨¢bados, por la tarde, hay visitas guiadas. Su coste es de 50 pesos argentinos (8 €). Contacto: info@palaciobarolotours.com.
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