Huellas espa?olas en un Shangh¨¢i ins¨®lito

Cuando hace tres a?os ?lvaro Leonardo lleg¨® a Shangh¨¢i, escapando del ladrillazo espa?ol y buscando las oportunidades que promet¨ªa el gigante asi¨¢tico, no ten¨ªa ni idea de que otro arquitecto espa?ol, con el que adem¨¢s comparte iniciales, ya hab¨ªa recorrido el mismo camino hace un siglo. Descubri¨® a Abelardo Lafuente (Madrid 1871-Shangh¨¢i 1931) por casualidad, gracias a un antiguo peri¨®dico en el que se describ¨ªa un establecimiento de productos importados de Filipinas. ¡°En la noticia s¨®lo se mencionaba su nombre y su profesi¨®n. Pregunt¨¦, y nadie sab¨ªa nada de ¨¦l¡±, recuerda Leonardo. ¡°Algunos incluso me dijeron que no hab¨ªa nada escrito antes de 1930¡±. Y esa falta de informaci¨®n prendi¨® una curiosidad muy productiva.

Ahora, el resultado de estos a?os de investigaci¨®n, que se ha plasmado tambi¨¦n en una exposici¨®n, puede ser apreciado a pie de calle por el p¨²blico en general. Porque este arquitecto de X¨¤tiva ha estudiado los edificios que Lafuente construy¨® en Shangh¨¢i desde su llegada en 1913, y que han resistido al ¨ªmpetu de las excavadoras, y ha dise?ado una agradable ruta que los descubre mostrando a su vez un Shangh¨¢i diferente.

¡°Al principio fue el Instituto Cervantes el que ofreci¨® este tour tan peculiar, y ahora queremos acercarlo a todos los turistas que est¨¦n interesados en descubrir un legado que ha permanecido hasta ahora en la sombra¡±, explica Ignacio P¨¦rez, director de China de Vish, la agencia de viajes que organiza la ruta, que combina la fascinante historia personal de Lafuente con la de otros espa?oles ilustres de la ¨¦poca y con la visita a algunas de las zonas con m¨¢s encanto de la megal¨®polis.

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El recorrido comienza en la bulliciosa calle Nanjing, donde Abelardo Lafuente construy¨® el Club Jud¨ªo de la ciudad. Al lado se encuentra uno de los tres garajes que erigi¨® para Albert Cohen, un espa?ol propietario de la principal empresa fabricante de rickshaw de la ciudad. ¡°Con este edificio introdujo el estilo moz¨¢rabe¡±, explica Leonardo. ¡°Con el tiempo se han a?adido elementos nuevos, pero en origen Lafuente no utiliz¨® un estilo moz¨¢rabe puro, ya que introduce unas columnas que no tienen nada que ver¡±, analiza.

El mejor ejemplo del estilo moz¨¢rabe en Shangh¨¢i est¨¢ en el barrio de Hongkou. Es la mansi¨®n que Antonio Ramos, el empresario granadino que introdujo el cine en China, le encarg¨® en 1924 a Lafuente ¡°para sentirse como en casa¡±. El edificio cuenta con el caracter¨ªstico patio central, que se conserva en buen estado, e incluso con parte de la cer¨¢mica importada de Espa?a para la decoraci¨®n.

El recorrido por la obra de Lafuente tambi¨¦n lleva a los visitantes al Bund, donde Lafuente se gan¨® la fama gracias a las salas de baile que construy¨®, y a la calle Hengshan, donde se encuentra el restaurante Sasha¡¯s, el edificio de Lafuente que actualmente cuenta con m¨¢s vida. Aqu¨ª, quienes quieran descubrir a su aire las obras de este arquitecto pueden adquirir por 30 yuanes (4 euros) el mapa Una Huella de Espa?a en Shangh¨¢i, producido por el estudio de Leonardo, Polifactory, que identifica las obras de Lafuente y proporciona informaci¨®n b¨¢sica.

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