Desayuno futurista

Quiz¨¢ porque el parador de los Duques de Lerma impone su esbeltez arquitect¨®nica sobre el horizonte inabarcable del p¨¢ramo castellano, el proyecto de convertir en hotel una f¨¢brica de harinas del siglo XIX era para la familia Valderrama una iniciativa rentable. Sin matar por su rango hist¨®rico, el edificio construido en 1932 a unos metros del palacio ducal sirvi¨® hasta hace poco para el avituallamiento panificador de toda la Ribera del Duero.

Su fachada clara predispone a unos interiores a¨²n m¨¢s luminosos. La ordenaci¨®n de los espacios sigue una pauta cartesiana, tan utilitaria que ni siquiera la estrat¨¦gica oferta del spa (dos piscinas de chorros y varias salas de masajes) consigue raptar las miradas ajenas. Torpe en algunos detalles de su dise?o, la instalaci¨®n hace dificultosas las circulaciones, que obliga a los proveedores a pasar por delante de los comensales. Se salva, y de qu¨¦ modo, el largo corredor de acceso desde el exterior. Si no fuera porque la intervenci¨®n en el edificio exig¨ªa preservar el frontis de la antigua f¨¢brica de harinas y dotar al hotel de una entrada para discapacitados, se dir¨ªa que el propio Le Corbusier invent¨® aqu¨ª el concepto de promenade para la entrada a un edificio.

Tres plantas de habitaciones con decoraciones pict¨®ricas resuelven lo esencial. La primera exhibe unos frescos de amapolas. La segunda a?ade unos cuadros con motivos de tejados. Y la tercera, abuhardillada, lleva girasoles o paisajes gen¨¦ricos de la comarca. En todas, el mobiliario es somero, pero est¨¦tico. Espacios di¨¢fanos, f¨¢ciles para la limpieza, bien insonorizados. Y con iluminaci¨®n de bajo consumo energ¨¦tico. El lecho matrimonial es hijo de la uni¨®n de dos camas mediante unas simples s¨¢banas, sin cubrecolch¨®n que las fije, lo que puede resultar inc¨®modo si se duerme a solas. Las ventanas, batientes con eje central, se quedan cerradas a cal y canto, sin ninguna ventilaci¨®n.

De noche, el principal atractivo se centra en el comedor, donde oficia ??igo Rodr¨ªguez, una joven promesa. Por la ma?ana, el desayuno adelanta algunas claves de lo que ser¨¢ la hoteler¨ªa low cost del futuro. Nada de buf¨¦, ni de ofertas culinarias groseras. El men¨² se sirve en mesa y consta de propuestas caseras preelaboradas, con gui?os formales y divertidos como el servicio de zumos y yogures en envases herm¨¦ticos, boller¨ªa dulce en lamas cer¨¢micas y una tarta de queso en doble platillo.

Despu¨¦s de probarlo, lo peor es tener que decir adi¨®s.

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