Pornograf¨ªa gastron¨®mica en Buenos Aires

En un episodio reciente de la extraordinaria serie Louie, Louis CK tiene una primera cita con una librera neur¨®tica que alcanza su punto m¨¢s alto durante una cena en el mostrador de la centenaria tienda de delicatessen neoyorquina?Russ & Daugthers. La escena, pura pornograf¨ªa gastron¨®mica, muestra, en un remedo de la relaci¨®n sexual que los personajes no van a tener, su ¨¦xtasis al degustar las delicias que se venden en el lugar: salm¨®n ahumado de Noruega, arenque holand¨¦s con crema y cebolla, bagels con queso blanco, wasabi y huevas de trucha, babka de chocolate...

Como toda pornograf¨ªa, las im¨¢genes de estas exquisiteces inflaman un deseo que no pueden satisfacer. Para colmo, en Buenos Aires (aunque en Argentina se encuentra la comunidad jud¨ªa m¨¢s grande de toda Am¨¦rica Latina) no hay una tradici¨®n de delicatessen jud¨ªa (como la tienda de Nueva York): nuestro equivalente m¨¢s ubicuo es su opuesto, la charcuter¨ªa al estilo espa?ol o italiano (aqu¨ª llamada fiambrer¨ªa), que vende principalmente variedades de jam¨®n, embutidos y quesos. ?Qu¨¦ se puede hacer, entonces, en Buenos Aires, ante la urgencia de un bagel con salm¨®n o un?hot pastrami? La respuesta m¨¢s razonable es correr a La Crespo (Thames 612), un peque?o local de Villa Crespo (el que fuera el barrio jud¨ªo de Buenos Aires, a veces llamado amigablemente Villa Kreplaj) que abri¨® hace poco mas de un a?o para aportar al paladar porte?o los mismos platos que los inmigrantes jud¨ªos del fin del siglo XIX llevaron al Lower East Side neoyorquino, y que luego se convertir¨ªan en uno de los pilares de la gastronom¨ªa de Nueva York.

Se trata de un local peque?o, con pocas mesas (como en toda tienda de delicatessen, los clientes suelen comprar para llevar), un mostrador con dos heladeras y varias pizarras; la que preside el local ofrece en grandes letras blancas la especialidad de la casa: ¡°Hot pastrami¡±. Este es el caracter¨ªstico s¨¢ndwich de pastr¨®n (que, seg¨²n dicen, fue creado por los due?os de la legendaria Katz's Deli de Nueva York), aqu¨ª preparado seg¨²n una receta propia por la due?a del local, la chef Clarisa Krivopisk. Mucho m¨¢s reparador que un mes de terapia con el mism¨ªsimo Freud, este s¨¢ndwich incluye 170 gramos de pastrami, mostraza de Dijon, pepinos agridulces y cebollas caramelizadas, todo dentro de un firme pan negro multicereal.

El otro s¨¢ndwich imperdible es el bagel con salm¨®n: entre las dos rodajas tostadas a la perfecci¨®n, crocantes por fuera y esponjosas adentro, descansa una porci¨®n contundente de salm¨®n ahumado con cebolla, alcaparras y queso crema con cebolla de verdeo. Otras especialidades de la casa son el arenque con crema, el h¨ªgado picado con huevo y los knishes de papa y el kippe (carne picada envuelta en trigo burgol). Los dulces son una mezcla de comfort food norteamericana, representada en un aclamado cheesecake, con reposter¨ªa francesa que incluye la tradicional Tarte Tatin, marquise de chocolate, mousse o macarons. El trato c¨¢lido y familiar es una ventaja de esta deli sobre sus pares neoyorquinas. No hay desventajas.

Abierto de martes a viernes de 11.30 a 21.00; s¨¢bado y domingos de 12 a 17.

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