Tanzania desconocida
Desde una excursi¨®n de caza con armas tradicionales en territorio hadzabe, hasta una propuesta distinta en el lago Victoria: la isla de Ukerewe en bici
M¨¢s all¨¢ del obligado safari fotogr¨¢fico por el Serengeti, de contemplar (de cerca) el m¨¢gico perfil del Kilimanjaro o de un relajante descanso en las playas de Zanz¨ªbar, hay otras muchas formas de conocer Tanzania fuera de las rutas trilladas por los turistas. Participar en la vida local, sumergirse en las aguas turquesa del ?ndico o desviarse de los circuitos convencionales y de los grandes parques nacionales, permite al viajero conocer la otra cara del pa¨ªs africano. Tal vez no sean las experiencias m¨¢s imprescindibles, pero s¨ª que nos descubrir¨¢n un territorio diferente al que ven los turistas convencionales.
01 Exploraci¨®n rural
Para escapar de los turistas y conocer la verdadera vida de los pueblos tanzanos proponemos una excursi¨®n de varios d¨ªas por las monta?as Pare siguiendo los mercados locales e incluso participando en los trabajos rurales.
Las Pare son unas monta?as preciosas y poco visitadas que se alzan al sureste del Kilimanjaro y al noreste de las Usambara, divididas en dos cadenas, norte y sur. Entre sus escarpados riscos y sus frondosas laderas se esconden un gran n¨²mero de aves y plantas ¨²nicas. No resulta f¨¢cil recorrer esta regi¨®n porque apenas hay servicios tur¨ªsticos, pero tiene sus ventajas: los viajeros se encontrar¨¢n solos casi todo el tiempo y gracias a este aislamiento, las tradiciones y el folclore se han conservado pr¨¢cticamente intactos. El mejor modo de comenzar a explorar es dirigirse a Mwanga y desde all¨ª a Usangi (para ir a las Pare del norte) o bien a Same y desde all¨ª a Mbaga (para las Pare del sur). Desde Usangi y Mbaga se pueden hacer muchas excursiones de diversa duraci¨®n, desde medio d¨ªa hasta tres o cuatro.
02 Viajar en autob¨²s
Ir en veh¨ªculo propio es m¨¢s c¨®modo (y quiz¨¢ m¨¢s seguro), pero en autob¨²s es m¨¢s barato y permite descubrir la cotidianeidad del pa¨ªs. Los precios son razonables, sobre todo teniendo en cuenta las grandes distancias que cubren las rutas y que a menudo no existe otro modo de llegar a muchos destinos. En los principales recorridos de larga distancia se puede elegir entre autobuses normales y expr¨¦s; el precio suele ser el mejor indicativo para diferenciarlos. Los r¨¢pidos, adem¨¢s de hacer menos paradas, van menos llenos y son puntuales. Algunos tienen ba?o y aire acondicionado. En las rutas secundarias, la ¨²nica opci¨®n son autobuses de l¨ªnea, a menudo abarrotados. Toda una experiencia para conocer a fondo el pa¨ªs y a los tanzanos.
03 Comer y rezar al estilo tanzano
Se entra en un hoteli (restaurante local), se mira el men¨² de la pizarra, se lava uno las manos y a cenar como cualquier vecino. No es que la gastronom¨ªa de Tanzania sea muy variada, pero a parte de los omnipresentes platos de wali (alimento b¨¢sico hecho de harina de ma¨ªz o mandioca y salsa) se pueden encontrar algunas delicias, como el pescado fresco asado a la sombra de una palmera y aderezado con aromas de coco y cilantro, que nos transportan a los d¨ªas en que la costa oriental africana era una escala en la ruta de las especias de Oriente. Hay otras opciones, claro: una magn¨ªfica cocina en un campamento de safari de lujo, con los sonidos de la naturaleza como m¨²sica de fondo, o probar el misikaki (kebab de carne marinado y asado) y la myama choma (carne sazonada asada).
Casi todos los hoteli tienen men¨² del d¨ªa (escrito en una pizarra) y una televisi¨®n en la esquina. Su competencia directa, por su ambiente, son los bulliciosos mercados nocturnos de muchas ciudades, en los que los vendedores montan parrillas en las cunetas y venden myama choma, pweza (pulpo) asado y otos platos para llevar.
Una pista m¨¢s: completar esta experiencia aut¨¦nticamente tanzana requiere ir un domingo a una iglesia (s¨ª, a una iglesia). Est¨¢n a rebosar y las misas son muy largas pero el ambiente y los cantos impresionan.
04 ¡®Ferry¡¯ de l¨ªnea en el Tanganica
Otra forma de mezclarse con la poblaci¨®n local es cruzar el lago Tanganica en el MV¡¯Liemba, un cl¨¢sico ferry africano; sorprendente experiencia. El Tanganica es el lago de agua dulce m¨¢s largo del mundo (660 kil¨®metros), el segundo m¨¢s profundo (m¨¢s de 1.436 metros) y el segundo en volumen. Con una edad de entre 9 y 13 millones de a?os, es tambi¨¦n uno de los m¨¢s antiguos, y por su antig¨¹edad y aislamiento ecol¨®gico alberga una cantidad excepcional de peces end¨¦micos, incluido el 98% de las m¨¢s de 250 especies de c¨ªclidos: peces habituales en los acuarios gracias a sus vivos colores que convierten al Tanganica en un sitio fant¨¢stico para bucear.
Kigoma es la ¨²nica ciudad propiamente dicha de la orilla tanzana, pero existen otros pueblos peque?os y podo visitados que son una especie de ventana fascinante a la vida local, rodeados por unos paisajes ideales para caminar. Aparte del MV¡¯Liemba, los taxis lacustres bordean la ribera al menos cada dos o tres d¨ªas. Las siguientes poblaciones tambi¨¦n son accesibles por carretera, bien en autobuses atestados o en la parte trasera de un cami¨®n. Todos los autobuses salen de los pueblos, al amanecer o antes. Los camiones normalmente se encuentran m¨¢s tarde, aunque en la estaci¨®n h¨²meda quiz¨¢ no salga ninguno.
El extenso pueblo de Kasanga es la ¨²ltima (o primera) parada del MV¡¯ Liemba en Tanzania y el puerto est¨¢ reform¨¢ndose para ser un centro de exportaciones e importaciones a la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Los alemanes fundaron el pueblo con el nombre de Bismarckburg, y las ruinas de la vieja Boma se encuentran en la punta de la pen¨ªnsula, a 2 kil¨®metros, detr¨¢s del malec¨®n, pero no se pueden visitar ni fotografiar, pues ahora es una base militar. La cascada del Kalambo queda cerca.
05 Inmersi¨®n en el ?ndico
Las maravillas subacu¨¢ticas de Tanzania son tan impresionantes como las terrestres y hay muchos sitios donde sumergirse y contemplarlas. Por ejemplo, en Pemba, donde se puede practicar el buceo en pared y en corrientes o hacer submarinismo en las cristalinas aguas de la peque?a Misali. Otro lugar magn¨ªfico para una inmersi¨®n es el Parque Marino de la Isla de Mafia, entre preciosos corales, muchos peces y pocos buceadores.
Una excursi¨®n a Misali nunca decepciona: es un pedacito de para¨ªso rodeado de aguas cristalinas y posee algunos de los arrecifes de coral m¨¢s impresionantes del archipi¨¦lago. Existen circuitos terrestres y submarinos y se organizan en el centro de visitantes. En la parte noroeste de la isla est¨¢ la playa de Mbuyuni, de fina arena blanca y con un peque?o centro de visitantes desde donde arranca un paseo de 10 minutos hacia el sur que lleva hasta la cueva Bendera: algunos habitantes de Pemba creen que est¨¢ habitada por los esp¨ªritus de sus ancestros y realizan en ella ritos tradicionales. Las playas del oeste, en las que cr¨ªan las tortugas y las aves marinas, est¨¢n (por ello) ¡°reservadas¡±. No hay asentamientos permanentes en Misali, aunque la isla es punto de encuentro de pescadores.
06 Para¨ªso ornitol¨®gico
Tanzania es el hogar de m¨¢s de mil especies de aves, muchas de ellas end¨¦micas; los aficionados a la orinitolog¨ªa tendr¨¢n donde elegir. Por ejemplo, el Parque Nacional de la Isla de Rubondo, que abarca un grupo de islas tranquilas donde abundan las aves acu¨¢ticas, o en la reserva de la Naturaleza de Amani, un frondoso bosque donde hay muchas especies ¨²nicas, un destino esencial si se est¨¢ por la zona. Las orillas del r¨ªo Rufiji, en la Reserva de Caza de Selous, est¨¢n trufadas de nidos, y el cauce y sus afluentes son muy recomendables para la avistamiento de sus multicolores inquilinos.
Los parques nacionales del norte de Tanzania tambi¨¦n merecen una visita, pues adem¨¢s de grandes animales, un nutrido grupo de especies ornitol¨®gicas anidan en ellos, como el buitre torgo, la grulla real y varios tipos ¨¢guilas.
Las Monta?as Udzungwa son otro buen destino para ornit¨®logos, cuentan con varias especies de aves end¨¦micas, incluida la perdiz de Udzungwa, y por ¨²ltimo, la isla de Lukuba, accesible desde Musoma, un espacio tranquilo donde avistar buena parte de la rica variedad ornitol¨®gica del lago Victoria.
07 Paisaje de otro mundo
Al norte de Tanzania hay paisajes inh¨®spitos, como de otro mundo, en los que pueblos como los hadzabes mantienen las tradiciones cazadoras-recolectoras. El viaje al Lago Eyasi es un gratificante desv¨ªo durante un periplo por el Ngorongoro; especialmente si se busca algo distinto y se est¨¢ preparado para afrontar el duro trayecto desde Karatu. Es una zona calurosa y seca en la que vive desde hace unos 10.000 a?os el pueblo hadzabe, aunque actualmente solo quedan unos centenares que mantengan las tradiciones asamblearias y su condici¨®n de cazadores n¨®madas. Aqu¨ª habitan tambi¨¦n los iraqws, un pueblo de origen cushita que lleg¨® hace 2.000 a?os, y los datotas, destacados herreros de vestimenta y cultura bastante similares a los mas¨¢is.
El tama?o del lago Eyai var¨ªa con las lluvias. En la estaci¨®n h¨²meda alberga diferentes especies de aves acu¨¢ticas, as¨ª como una inmensa poblaci¨®n de flamencos y pel¨ªcanos durante la estaci¨®n de apareamiento (de junio a noviembre), pero en la estaci¨®n seca es poco m¨¢s que un lecho reseco que se suma al ambiente primitivo de la zona. Todos los extranjeros deben pagar un impuesto municipal de cinco d¨®lares en la oficina del programa de turismo cultural del Lago Eyasi; est¨¢ en la entrada a Ghorofani, la poblaci¨®n principal. Aqu¨ª se puede reservar un gu¨ªa de habla inglesa para visitar el lago o las cercanas comunidades datotas y hadzabes. A estos tambi¨¦n se les puede ver en una excursi¨®n de caza con armas tradicionales que parte antes del alba.
08 Ruta ¡®outsider¡¯ en el lago Victoria
Una forma original de conocer la cara m¨¢s aut¨¦ntica del pa¨ªs es recorrer en bicicleta los poblados y granjas de la isla de Ukerewe. Con su estilo de vida sencillo y un terreno rocoso con vistas al lago y alg¨²n que otro bosque, Ukerewe, 50 kil¨®metros al norte de Mwanza, es un lugar curioso fuera de los circuitos tur¨ªsticos habituales. Tiene un par de puntos de inter¨¦s: el primer molino de algod¨®n del ?frica subsahariana (1904), hoy cerrado y hogar de monos en Murutunguru (no hay que perderse la peque?a reserva forestal que hay detr¨¢s); y, en segundo lugar, el ikulu (o casa blanca), el modesto palacio de estilo europeo del antiguo rey de la isla, que data de 1928. Est¨¢ se?alizado detr¨¢s del mercado de Bukindo. Sin embargo, la principal atracci¨®n es la intensa vida rural isle?a. En Nansio, la ciudad principal, podremos alquilar una bicicleta en la parada de autobuses.
El mejor momento para recorrer la zona es junio: coincidiremos con el Festival de Danza de Buabo. Disfrutaremos de las en¨¦rgicas danzas de los sukuma, la m¨¢s extensa de Tanzania. Los bailarines se dividen en dos grupos rivales, los bagikas y los bagulus, que viajan por todo el territorio sukuma (alrededor de Mwanza y el sur del lago Victoria) compitiendo. Todo culmina en el Festival de Buabo.
09 Turismo cultural
Los pueblos de los alrededores de Arusha y de otras zonas del pa¨ªs (como Mto wa Mbu, Babati, Kondoa, los montes Usambara, Morogoro o Pangani) han organizado estos programas de turismo cultural que ofrecen una alternativa a los safaris y son una buena manera de acercarse a la vida y la cultura de los pueblos, aparte de dar empleo a los vecinos. Las actividades que ofrecen pueden durar desde unas horas hasta varios d¨ªas, y normalmente se centran en caminatas sencillas y actividades en aldeas. Todos los circuitos se pueden reservar a trav¨¦s de la oficina del Departamento de Turismo de Tanzania.
Algunos ejemplos: en Ilkidin¡¯ga (siete kil¨®metros al norte de Arusha) proponen desde paseos de medio d¨ªa hasta excursiones culturales de tres d¨ªas (durmiendo en casas de la poblaci¨®n local) para conocer la cultura wa-arusha (mas¨¢is agricultores).
Para los interesados en la cultura mas¨¢i, se ofrece un programa en la aldea Ilkurot, a 25 kil¨®metros al norte de Arusha, con paradas en su aldea y rutas de senderismo (con burros o camellos, si se quiere). Se puede dormir en c¨¢mping, pensi¨®n o en la propia aldea.
Mulala, en la ladera sur del monte Meru, a unos 30 kil¨®metros al noreste de Arusha, es el ¨²nico programa totalmente conducido por mujeres. Los circuitos giran en torno a la agricultura y la vida cotidiana e incluyen paseos por la naturaleza y visitas a una cooperativa de mujeres y queser¨ªas. Se puede acampar si se dispone de equipo, aunque, si se empieza pronto, se puede completar en un d¨ªa desde Arusha.
10 La gran migraci¨®n del Serengeti
Desde hace miles y miles de a?os, en las inmensas llanuras del Serengeti se pone en marcha uno de los ciclos naturales m¨¢s impresionantes del planeta: miles de ungulados, impulsados por el primitivo ritmo de la supervivencia, se desplazan entre abril y agosto en busca de pastos. Los m¨¢s famosos y numerosos son los ?us, en torno a un mill¨®n y medio, y su migraci¨®n anual es el mayor reclamo del parque nacional.
El espect¨¢culo comienza en febrero, la ¨¦poca de parto de los ?us, cuando nacen cada d¨ªa m¨¢s de 8.000 cachorros al sur del Serengeti, aunque un 40% muere antes de cumplir los cuatro meses. En abril empiezan a amainar las lluvias y los ?us, hasta ese momento repartidos por todo el sur de la gran reserva y el extremo oeste de la Zona Protegida del Ngorongoro, forman manadas de miles de cabezas y empiezan su ritual recorrido hacia el norte y el oeste en busca de pastos.
En junio, con el fin de las lluvias, el aire se queda limpio y fresco y a medida que el sur del Serengeti se va secando, grandes manadas de ?us prosiguen su migraci¨®n hasta el noroeste cruzando el r¨ªo Grumeti. El momento del cruce (que dura una semana) var¨ªa de a?o en a?o, aunque se produce entre mayo y junio.
La informaci¨®n sobre Tanzania se puede ampliar en la gu¨ªa Lonely Planet de Tanzania (2012) que acaba de ser reeditada en espa?ol.
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