Geolog¨ªa para las hadas

Todo empez¨® hace casi 40 millones de a?os, cuando los antiguos volcanes de la Turqu¨ªa central (Erciyes Dagi y Hasan Dagi) comenzaron a expulsar ingentes cantidades de lava y materiales pirocl¨¢sticos. A lo largo de miles de a?os de lenta acumulaci¨®n, esos polvos y cenizas volc¨¢nicos se fueron compactando hasta dar lugar a gigantescos mantos de toba de hasta cien metros de espesor. M¨¢s tarde, la constante y continuada acci¨®n erosiva de la lluvia, el viento, los cursos fluviales primero y las necesidades humanas de cobijo y protecci¨®n despu¨¦s hicieron de perfectos orfebres.

La Capadocia es un delirio geol¨®gico de formas y colores. Un termitero gigantesco. Un fant¨¢stico paisaje. Valles, llanuras, laderas, monta?as se llenan de formas puntiagudas, c¨®nicas, pedunculares, piramidales¡­ Lo mismo pueden verse enormes setas de piedra, como esp¨¢rragos p¨¦treos de m¨¢s de 20 o 30 metros, que monumentales d¨®lmenes naturales. Todo en naranjas intensos, verdes minerales, amarillos azufrosos, rosas, blancos harinosos, ocres, p¨²rpuras, malvas¡­ A veces la degradaci¨®n erosiva crea conos de roca blanda, coronados por sombreros de lava dura o basalto. Entonces se forman lo que en la zona se conocen como chimeneas de las hadas.

G?reme es el epicentro de la Capadocia y desde esta ciudad, en un radio de no m¨¢s de 20 o 30 kil¨®metros, se pueden realizar la mayor parte de las rutas. A pie, haciendo trekking o senderismo, en bici, en moto, en quad, a caballo¡­ Muy recomendable es tambi¨¦n verlo desde el aire, aunque esto ¨²ltimo resulta algo m¨¢s caro (120 euros). Poco antes del amanecer, infinidad de globos levantan vuelo simult¨¢neamente para ver la salida del sol desde el aire. Merece realmente la pena: m¨¢s de cien globos aerost¨¢ticos suspendidos en el aire. En la penumbra del amanecer, el espacio se llena de sombras oscuras y de repentinos fogonazos de luz que inflaman el cielo.

Iglesias rupestres

A escasos dos kil¨®metros de G?reme est¨¢ el valle del mismo nombre, declarado patrimonio de la humanidad en 1985. Este lugar tiene infinidad de formaciones rocosas completamente horadadas que albergan la mayor concentraci¨®n de iglesias y monasterios rupestres de toda Capadocia. Muchas de estas iglesias fueron excavadas en el siglo IX y X y conservan magn¨ªficos frescos religiosos. Aunque hay multitud de templos: la iglesia Oscura ( Karanlik Kilisi), la de la Serpiente (Yilanli Kilisi), la de las Sandalias (?arikli Kilisi)¡­ Quiz¨¢ la m¨¢s importante y con las pinturas m¨¢s notables sea la de Tokali Kilisi; no obstante, por encima de la belleza de los templos del cristianismo rupestre quiz¨¢ est¨¦ la idea de conjunto del propio valle y de sus fascinantes formaciones geol¨®gicas.

Al noroeste de ?rg¨¹p se encuentra el espectacular valle de las Chimeneas de las Hadas (Peribacalar Vadisi), en el que la erosi¨®n ha creado curios¨ªsimas formaciones c¨®nicas coronadas por bloques de rocas m¨¢s duras y m¨¢s oscuras. Cerca de ?rg¨¹p est¨¢n tambi¨¦n el Pasabagi Vadisi, un amplio valle repleto de agujas gigantes rematadas igualmente por losas de piedra oscura, y el Devrent Valley, un bello bosque de capirotes p¨¦treos y formaciones campaniformes.

Entre G?reme y Cavusin, y algo escondido, est¨¢ el poco visitado y magn¨ªfico Love Valley, una larga depresi¨®n del terreno erizada con varias hileras de descomunales torres p¨¦treas de m¨¢s de 30 metros de altura que tienen algo de almenares. Si, como nos sucedi¨® a nosotros, llegas all¨ª al caer la tarde y escuchas a lo lejos a un muec¨ªn llamando a la oraci¨®n, el momento se vuelve m¨¢gico e irrepetible. Algo m¨¢s hacia el sur se encuentran los valles de Soganli y de Peristrema o Ihlara; el primero, recorrido por el r¨ªo Soganli, con llamativas formaciones rocosas e infinidad de iglesias excavadas en la roca, y el segundo, en medio de un espectacular y gran ca?¨®n, con escarpadas y bellas paredes y que igualmente re¨²ne gran cantidad de iglesias rupestres.

Aunque desde hace miles de a?os la Capadocia estuvo ocupada por primitivas comunidades humanas que utilizaron sus cuevas como refugio o vivienda, fue con la llegada de los hititas (2.000 a?os antes de Cristo) cuando la regi¨®n experiment¨® su mayor desarrollo rupestre y troglodita. Entre los ejemplos de pueblos trogloditas m¨¢s destacados hay que se?alar sin duda el de Zelve. Este fascinante enclave est¨¢ situado a escasos 8 kil¨®metros de G?reme y es un lugar que parece dise?ado por un Gaud¨ª del pasado o un Moebius de la Edad de Piedra. Aprovechando unas espectaculares formaciones rocosas c¨®nicas, perfectamente ordenadas en hilera a lo largo de tres amplios valles, los antiguos pobladores de la Capadocia dise?aron una singular ciudad con apariencia de urbanizaci¨®n troglodita de adosados. En Zelve llegaron a vivir m¨¢s de 20.000 personas y solo despu¨¦s de varios milenios de ocupaci¨®n se despobl¨® definitivamente en 1950. Edificios de 6 u 8 pisos, iglesias, almacenes, salones¡­ Un lugar que cuesta creer.

Uchisar, Ortahisar y Cavusin son pueblos y aldeas originalmente creados a partir de la excavaci¨®n de colinas, farallones o promontorios de roca tob¨¢cea. Todos estos enclaves est¨¢n en un c¨ªrculo de menos de 15 kil¨®metros a la redonda. Uchisar quiz¨¢ sea el m¨¢s destacable, no ya solo por lo llamativo de sus cavidades, sino, sobre todo, por la fabulosa panor¨¢mica que se tiene de toda la regi¨®n desde la parte m¨¢s alta de su castillo.

M¨¢s o menos a 30 kil¨®metros de Nevsehir est¨¢n dos de las m¨¢s de 36 ciudades subterr¨¢neas que existen en toda Capadocia. Las principales son Kaymakli y Derinkuyu. Ambas son de dimensiones gigantescas y, aunque cueste creerlo, en algunas de ellas llegaron a vivir m¨¢s de 10.000 personas. Estos hormigueros humanos fueron excavados entre los siglos VI y X y su principal raz¨®n de ser fue la defensiva. En su interior hab¨ªa viviendas, iglesias, zonas asamblearias, establos¡­ La visita es recomendable a primera hora del d¨ªa para evitar la masificaci¨®n de turistas. Asimismo, es tambi¨¦n aconsejable visitar preferiblemente la ciudad de Derinkuyu, porque es la menos frecuentada de las dos.

Si se dispone de m¨¢s tiempo, hay una Capadocia menos conocida que tambi¨¦n merece la pena visitarse. Los Caravanserais de Sultanhani y de Saruhan y el t¨²mulo de ?e? son dos de esos otros posibles destinos de inter¨¦s.

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