Barcelona, m¨¢s all¨¢ del modernismo
Nueve edificios racionalistas, expresionistas o ecl¨¦cticos para disfrutar de la buena arquitectura barcelonesa. Una ruta sin colas que recorre la vanguardia del siglo XX
Aunque la imagen de Barcelona est¨¢ indisolublemente asociada a la revoluci¨®n estil¨ªstica que supuso el Modernismo, este movimiento no dur¨® para siempre. Ya a principios del siglo XX fue ganando fuerza el Novecentismo, inspirado en las ideas de Eugeni d¡¯Ors, que impuso la vuelta a un urbanismo sereno y comprensible. Paralelamente, el Eclecticismo monumental continu¨® en boga dado que casaba muy bien con el discurso del poder pol¨ªtico y econ¨®mico. As¨ª, surgieron por doquier espectaculares pasteles de aires barrocos que recordaban de alguna manera a la tarta madre, la ?pera Garnier de Par¨ªs.
Pero nada impidi¨® que la modernidad siguiera su camino. En Europa las nuevas tendencias se abr¨ªan paso con vehemencia y Barcelona no fue una excepci¨®n. En los a?os 20 algunos arquitectos comenzaron a aplicar los postulados del Racionalismo, con muestras tan luminosas como el Pabell¨®n de Radio Barcelona (1926-29), de Nicolau Rubi¨®. La construcci¨®n en 1929 del universal Pabell¨®n de Alemania de Mies Van der Rohe, la fundaci¨®n del GATCPAC en 1930, la emergencia de la figura de Josep Llu¨ªs Sert -arquitecto que merece un cap¨ªtulo aparte- y el advenimiento de la II Rep¨²blica sirvieron de acicate para el desarrollo de una arquitectura novedosa, que incluy¨® adem¨¢s el sofisticado Art-Dec¨® y propuestas vanguardistas como el Cubismo y el Expresionismo.
Hoy muchos edificios se alzan desperdigados por la ciudad como los testigos pioneros de la metr¨®polis contempor¨¢nea, poco conocidos y valorados por el gran p¨²blico. La distancia entre ellos hace dif¨ªcil unirlos en una sola ruta, pero esta primera aproximaci¨®n bien servir¨¢ para hacerse una idea de c¨®mo Barcelona entr¨® en el futuro.
Casas Masana (Ram¨®n Revent¨®s, 1930)
Este conjunto de inmuebles, situado junto a la Fira de Barcelona y cerca de la Pla?a Espanya (calle Lleida, 7-11; calle Olivera, 78), es un icono est¨¦tico de la ciudad. Con su fachada rosa llena de detalles geom¨¦tricos y sus tribunas triangulares de regusto Bauhaus, supone un todo un desaf¨ªo al somnoliento lenguaje novecentista. No hay m¨¢s que fijarse en las edificaciones que lo rodean. A observar los contundentes barrotes de las puertas y los esgrafiados de la fachada que da a la calle Olivera.
Casa Joaquima Vendrell (Ramon Puig Gairalt, 1928)
Muy cerca de las Masana e inmerso en la densidad del barrio de Poble Sec, este edificio (calle Vallhonrat, 22-26) se erige expresionista e iconoclasta en su concepci¨®n esquinera, con unos vol¨²menes c¨²bicos y angulosos, la utilizaci¨®n estridente del color y la rotundidad de sus balcones y portales. Del mismo arquitecto son el racionalista Gratacel (rascacielos) de Collblanc, de 1927 (Carretera de Collblanc, 43-45), y la Casa Mari¨¤ Pidelaserra, de 1935 (Balmes, 178), una elegant¨ªsima pieza de Art-Dec¨®, con un torre¨®n casi escult¨®rico. Para rematar, su hermano Antoni construy¨® la celebrada f¨¢brica Myrurgia entre 1928 y 1930 (Mallorca, 351), de marcado funcionalismo y desarrollo horizontal.
Casa Damians (Agust¨ª Mas / Eduard Ferr¨¦s i Puig, 1913-15)
Ya en el coraz¨®n de la ciudad, junto a Pla?a Catalunya, este emblem¨¢tico inmueble (antiguos Almacenes El Siglo, en calle Pelai, 54-calle Tallers, 18-20) es una de las muestras m¨¢s tempranas, celebradas (y reformadas) del Art-Dec¨® en Barcelona. Sus enormes vidrieras, las cari¨¢tides que decoran el piso superior, los lucernarios y la bola de vidrio que corona el conjunto lo convierten en un hito urbano cosmopolita y reconocible. La fachada que da a la calle Tallers juega h¨¢bilmente con las l¨ªneas rectas y curvas para delimitar los ventanales.
Casa Vehils Vidal (Agust¨ª Domingo Verdaguer, 1936)
Cruzando las Ramblas llegamos a la v¨ªa comercial del Portal de l¡¯?ngel. All¨ª se erige la Casa Vehils Vidal (Portal de l¡¯?ngel, 32-34), que pasa pr¨¢cticamente inadvertida a los transe¨²ntes con su discreta y femenina elegancia. Hay que fijarse en sus balcones, el juego geom¨¦trico de los vol¨²menes y las franjas a modo de platabandas que separan las galer¨ªas de la primera y la segunda planta.
Foment del Treball (Adolf Florensa / Josep Goday, 1931-34)
Bajamos ahora por Portal de l¡¯?ngel y, atravesando la Avinguda de la Catedral, nos paramos en el cruce con la Via Laietana. Aqu¨ª est¨¢ el bloque de oficinas de Foment del Treball (Via Laietana, 32-34), con una concepci¨®n tan contempor¨¢nea como melanc¨®lica, que fusiona la racionalidad de su uso administrativo, muy al estilo de Sullivan y Adler, con detalles decorativos clasicistas. Su chafl¨¢n semicircular convexo est¨¢ rematado por dos torres con templetes cuadrados que, junto con el remate gemelo de la vecina mole Hispania, producen un efecto de monumentalidad que parece sacado de un grabado de Piranesi.
Edifici F¨¤bregas (Luis Guti¨¦rrez, 1935-44)
Subiendo por la Via Laietana hacia la Pla?a Urquinaona pronto se llega al que se considera el primer rascacielos de la ciudad (Pla?a Urquinaona esquina calle Trafalgar), poco esbelto pero hermoso en su racionalismo y en el aprovechamiento del solar (?qu¨¦ bonitos balcones en los v¨¦rtices!). El F¨¤bregas apunta maneras por lo que respecta a una manera grandilocuente de construir, muy del gusto de la ¨¦poca franquista (v¨¦anse el Edificio Espa?a, la Torre de Madrid o el Ministerio del Aire ¨Ddel mismo Guti¨¦rrez¨D en la capital, o el Hospital de Cruces de Barakaldo). Hay que verlo desde lejos y desde la calle Jonqueres para apreciar su enorme volumen.
Casal Sant Jordi (Francesc Folguera, 1929-31)
Atravesamos la Pla?a Urquinaona y subimos por Pau Claris, donde se erige la que se merece por m¨¦ritos propios el t¨ªtulo de Casa Loos de Barcelona (calle Pau Claris, 81). Angulosa y estridente, fue dise?ada audazmente para dar cabida a oficinas (primeras plantas), viviendas de alquiler (plantas superiores) y la vivienda del propietario (¨¢tico). Folguera se permiti¨® incluso conciliar tendencias tan diversas como el Art-Dec¨® y el Novecentismo en los elementos decorativos, entre ellos la escultura de Sant Jordi en la parte superior de la fachada, que da nombre al Casal.
Casa Llu¨ªs Ferrer (Eduard Ferr¨¦s i Puig, 1914-16)
Despu¨¦s de recorrer el inspirador Passeig de Gr¨¤cia y observar en el n¨²mero 108 el racionalismo minimalista de la Casa Jacint Esteva, de Pere Benavent (1935-36), cruzamos la Avenida Diagonal y llegamos a la casa Llu¨ªs Ferrer (Passeig de Gr¨¤cia, 114). Es esta otra interesante muestra del primer Art-Dec¨® que, por desgracia, perdi¨® la c¨²pula y el ¨¢tico en una desastrosa reforma. Pero, en fin, al menos conserva una preciosa tribuna en el piso principal y una sofisticada decoraci¨®n en los bajos. No hay que dejar de ver los forjados de la puerta principal, digna de aparecer en cualquier screwball de los a?os 30. Tambi¨¦n puede buscarse la firma del arquitecto en la fachada.
Parroquia de Santa Teresa del Nen Jes¨²s (Josep Dom¨¨nech, 1932-40)
Los valientes que resistan hasta el final disfrutar¨¢n con este raro edificio. Subimos por Gran de Gr¨¤cia, giramos a la izquierda por la calle Sant Marc y al llegar a Via Augusta nos toparemos con la iglesia (Via Augusta, 72). Su impronta expresionista, que recuerda la iglesia danesa de Grundtvit, de Jensen-Klint, se ve en el extra?o y org¨¢nico campanario, en el mismo plano de la fachada, y el rotundo arco de medio punto de la puerta principal,. El extra?o tratamiento de la roca arenisca le otorga una personalidad ¨²nica que contrasta estridentemente con todo lo que la rodea¡ Claro, que de eso se trataba.
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