El ombligo de los incas
Paso previo hacia Machu Picchu, Cuzco vibra gracias al turismo. La ciudad peruana cautiva al viajero por su exquisito legado colonial, buenos hoteles y restaurantes asequibles
![Una tejedora en su telar en Cuzco (Perú).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/BYBAHWZLSJXRG3XQZU4XEHBMDY.jpg?auth=a9be53ef215f20186c3326a763ddaea00bf576f2c4ea7e58dbede443ce80bb91&width=414)
Cuzco es el ombligo del mundo. Lo fue cuando Pizarro y sus huestes llegaron a la ciudad inca en 1533. Encontraron much¨ªsimo oro para saciar su codicia, pero tambi¨¦n una urbe cosmopolita, de poblaci¨®n selecta, procedente de las cuatro regiones del Tahuantinsuyo, nombre con el cual se denomin¨® a este imperio. Quinientos a?os despu¨¦s, Cuzco es m¨¢s multicultural que nunca. Recibe a viajeros procedentes de todo el orbe a la caza de esa obsesi¨®n tur¨ªstica llamada Machu Picchu (1). La ciudad colonial, construida sobre la base de alucinantes muros incas prolijamente tallados, ofrece un mundo fascinante por desvelar. Hoteles magn¨ªficos, construidos sobre antiguos palacios, conventos o beaterios; museos abiertos sobre casonas coloniales de conquistadores, guerreros y libertadores; restaurantes y bares que conservan muros prehisp¨¢nicos y ofrecen un irresistible sincretismo culinario entre lo europeo y andino. Bienvenido al ombligo del mundo.
8.00 Primero, el desayuno
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YP3I2V6UWVWAQRUNV3FCZW44DA.jpg?auth=1aef84e8ea1aa161ed0b71d5e9a1512ff20b4a3339f3b40ecf285587384f70ed&width=414)
Hay un sinn¨²mero de opciones deliciosas, en especial si el hospedaje ofrece el ins¨ªpido desayuno continental. Dos de ellas: un cl¨¢sico, Caf¨¦ Ayllu (2), en Marqu¨¦s, 263, tradicional y bohemio, donde hay buen caf¨¦ (pasado, como se le dice en Per¨²) y pasteler¨ªa tradicional, incluyendo las famosas lenguas de suegra; y Cicciolina (3), en Triunfo, 393, uno de los mejores restaurante de Cuzco, que tambi¨¦n ofrece desayunos inspirados en el campo: huevos escalfados, panes campesinos (tiene su propia panader¨ªa), acompa?ado con tomates secos confitados, esp¨¢rragos crocantes y champi?ones salteados, todo muy fresco. El caf¨¦ est¨¢ buen¨ªsimo, y los zumos de frutas tropicales, mejor a¨²n.
9.00 Artesanos en San Blas
Con sus calles angostas y empedradas en la parte alta de la ciudad (4), este barrio est¨¢ situado a pocas cuadras al noreste de la plaza Mayor de Cuzco. Es, sin duda, uno de los lugares m¨¢s populares. Concentra hospedajes, restaurantes y bares. Pero San Blas destaca porque es el tradicional barrio de los artesanos, donde est¨¢n los talleres de Hilario Mendivil, el c¨¦lebre creador de los arc¨¢ngeles de cuellos largos; de Antonio Olave, gran maestro del arte popular peruano, famoso por sus Ni?os Manuelitos, y tambi¨¦n de Edilberto M¨¦rida (5) (su taller y museo est¨¢n en Carmen Alto, 133), otro artista de ra¨ªces ind¨ªgenas que dio nacimiento a personajes grotescos hechos de barro, con facciones toscas y rasgos exagerados, que con el tiempo logr¨® sellar un estilo propio. En la plazoleta est¨¢ la iglesia de San Blas (6), con un p¨²lpito de cedro tallado en una sola pieza a finales del siglo XVII por un personaje conocido como Juan Tom¨¢s Tuyro T¨²pac.
11.00 Chicha para Jesucristo
![Claustro del Hotel Monasterio, en Cuzco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ZO7KF6RBRROEHN6ONUCYVRV5NM.jpg?auth=c5e13f2f6c90eeb40dee6f48299e170034e392942d4f159aad17e93bfe219614&width=414)
Situada en la plaza de Armas (7), la construcci¨®n de la iglesia mayor de Cuzco empez¨® en 1560 sobre el palacio de Huiracocha y tard¨® cien a?os en terminarse. Tiene 10 capillas laterales y en una de ellas se conserva la imagen del Se?or de los Temblores, patrono de la ciudad. Merece echarle un vistazo a La ¨²ltima cenade Marco Zapata, que muestra a Cristo y sus ap¨®stoles degustando nada menos que un cuy ¡ªconejillo de indias¡ª junto con vasos de chicha, un brebaje alcoh¨®lico t¨ªpico de los Andes hecho con ma¨ªz. En resumen, si hay una iglesia que visitar en Cuzco, escoja esta. Es impresionante.
13.00 Ceviche y tiraditos
Para una experiencia de pueblo, vaya a comer al Mercado de San Pedro (8), donde decenas de se?oras vestidas con m¨²ltiples polleras multicolores preparan potajes que incluyen caldos, chupes (una sopa contundente con carnes, trigo, patatas, ma¨ªz y quinoa) y estofados de gallina o cordero, todo fresco, del d¨ªa, servido en porciones generosas y preparado con cari?o. El coste es de uno a tres euros. Para paladares m¨¢s sofisticados: Limo (9) (Portal de Carnes, 236, segundo piso), en plena plaza de Armas, es altamente recomendable por sus platos basados en pescados y mariscos, como el popular ceviche, pero tambi¨¦n los tiraditos, las causas y decenas de sushi rolls ¡ªhe ah¨ª la influencia japonesa¡ª con salm¨®n, langostinos, at¨²n y pulpa de cangrejo. Hay mucho m¨¢s, incluyendo potentes c¨®cteles hechos con pisco que ponen en riesgo el paseo de la tarde. Pero ser¨ªa un pecado no probar uno, o dos: el refrescante pisquinha de maracuy¨¢, o el m¨¢s audaz pisco P,hecho con pepino. ?Salud!
15.00 Desde lo alto de una fortaleza
Despu¨¦s de un buen almuerzo, una buena caminata. Sacsayhuam¨¢n (10) es la legendaria construcci¨®n sobre lo alto de una colina a la que se puede ir caminando. La ruta empieza en la plaza de Armas, por las calles de Suecia y Resbaloza, hasta la iglesia de San Crist¨®bal. De ah¨ª, siga la flecha. Este sitio arqueol¨®gico a¨²n muestra extensos muros labrados en forma de zig-zag y las bases de torres que fueron destruidas. Mandado construir por el inca Pachacutec, los cronistas dicen que Sacsayhuam¨¢n fue una fortaleza. En 1536 hubo una batalla sangrienta entre soldados espa?oles y la resistencia inca. Metros m¨¢s all¨¢ est¨¢ el bosque de Santa Ana, lugar m¨¢gico donde crecen hongos silvestres y se celebran ritos en honor de Killa, la diosa luna, especialmente cuando luce entera.
18.00 Camas coloniales
![Habitaci¨®n de La Casona de Inkaterra, en Cuzco.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IV5UJ2LVERYHTZV2M5OBW2E6BU.jpg?auth=4359d129ea66fae226d2c92cf53da19140609ec3df099762a7f5cb58107676f1&width=414)
?Cuzco ofrece una gama de lugares para pasar la noche, como el muy espartano Hospedaje El Artesano de San Blas (11) (Suytuccato, 790) o el siempre querido y c¨®modo Hotel Ni?os (12) (Meloc, 442), que sigue siendo administrado por una fundaci¨®n que ayuda a ni?os desamparados. Tambi¨¦n hay estancias m¨¢s onerosas, como Casa Cartagena (13) (Pumacurco, 336), vivienda colonial convertida en un hotel boutique donde, aseguran, durmi¨® alguna vez Neruda y el Che Guevara. La Casona de Inkaterra (14) (plazoleta de las Nazarenas) es quiz¨¢ la experiencia m¨¢s cercana a pernoctar en un palacete de la colonia donde vivieron conquistadores y libertadores. El Hotel Monasterio (15), frente a La Casona, es todo un cl¨¢sico regentado por Orient Express. De lujo.
21.00 Hamburguesa de alpaca
?El d¨ªa no podr¨ªa terminar sin una dosis de euforia embotellada hecha c¨®ctel. El Museo del Pisco (16) (Santa Catalina Ancha, 398) es, en realidad, un bar donde preparan excelentes mezclas con el destilado de uva que enorgullece a tanto peruano. La comida est¨¢ buen¨ªsima: desde una inesperada pero deliciosa tortilla de patatas, hasta hamburguesas con jugosa carne de alpaca. Aquel muro inca que observa mientras sorbe un pisco sourno es producto de su imaginaci¨®n; est¨¢ usted donde alguna vez se alz¨® el palacio de Huayna C¨¢pac. Nobleza obliga.
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