Un medio y medio, por favor

Dicen que la palabra Montevideo procede de Monte VI (sexto en n¨²meros romanos) de Este a Oeste, la denominaci¨®n que se escrib¨ªa en las cartas marinas para se?alar la ubicaci¨®n de la actual capital de Uruguay, fundada por el capit¨¢n espa?ol Bruno Mauricio de Zabala en 1726 como base militar. Despu¨¦s fue motivo de disputas entre espa?oles, portugueses, ingleses y criollos hasta la independencia uruguaya en 1830. Este a?o Montevideo se ha convertido en la capital iberoamericana de la cultura (capitalcultural2013.montevideo.gub.uy), una gran fiesta multidisciplinar que se celebra con ganas en esta ciudad din¨¢mica ¡ªcon m¨¢s de 1,3 millones de habitantes¡ª, situada bajo un cerro que la domina y una larga costanera junto al r¨ªo de la Plata.

El moderno aeropuerto de Carrasco (1), proyectado por el arquitecto uruguayo Rafael Vi?oly, hace con su gran techo blanco ¡ªque traza una curva de 365 metros de largo¡ª de p¨®rtico de entrada a Montevideo (www.descubrimontevideo.uy), a no ser que uno prefiera la llegada por ferry desde Buenos Aires (en algo menos de tres horas). Del aeropuerto de Carrasco se conecta con el centro de la ciudad en unos 40 minutos a trav¨¦s de las Ramblas, al borde del r¨ªo y las playas, que cambian de nombre y de paisaje a lo largo de veinte kil¨®metros. Mientras uno se adentra en la Ciudad Vieja, poco a poco se toma el pulso de esta urbe que tiene muchas historias que contar y cantar (es la cuna del candombe y, seg¨²n algunos, tambi¨¦n del tango).

09.00 La Feria de Trist¨¢n Narvaja

Uno puede esperar a la visita guiada que empieza a las 11.00 en la Puerta de la Ciudadela, uno de los pocos vestigios de la antigua muralla construida en 1742, hoy integrada en la plaza de la Independencia (2), o ponerse en marcha m¨¢s temprano para patear y descubrir la ciudad solo. En cualquier caso, este lugar es una buena referencia para iniciar el paseo. La plaza es el centro neur¨¢lgico de Montevideo, aqu¨ª se encuentran el monumento al h¨¦roe nacional de la independencia, Jos¨¦ Gervasio Artigas, y los palacios Presidencial y Salvo. Y de aqu¨ª parten, una frente a la otra, las dos principales arterias de Montevideo, la avenida del 18 de Julio (3) (fecha de la jura de la Constituci¨®n), bulliciosa y plena de locales comerciales, y la calle de Sarand¨ª (4), calma y queda, con puestos callejeros y caf¨¦s-librer¨ªa.

Desde aqu¨ª, sobre todo si es domingo, conviene ascender por la avenida del 18 de Julio y sus plazas adyacentes (Entrevero, Cagancha, Intendencia) para alcanzar la Feria de Trist¨¢n Narvaja (5), que es algo as¨ª como el equivalente montevideo al Rastro de Madrid, es decir, un lugar donde se puede encontrar de todo. Aunque las gu¨ªas dicen que solo est¨¢ abierto los domingos por la ma?ana (cuando m¨¢s frecuentado est¨¢), se puede ir a diario y a cualquier hora.

12.00 De plaza en plaza

De vuelta en la plaza de la Independencia, toca entrar en la peatonal calle de Sarand¨ª, que conduce al coraz¨®n del viejo Montevideo. La Ciudad Vieja es un puntal con una docena de calles transversales (entre la calle de la Ciudadela y el puerto) que se cruzan y forman una especie de damero en el que se evocan otros tiempos entre vetustos almacenes de principios del siglo XX. La vida late entre edificios renacentistas, testigos de ¨¦pocas de mayor esplendor, en esplanadas como la plaza de la Matriz (o de la Constituci¨®n), donde se ubica la catedral (6) de estilo ecl¨¦ctico, y la de Zabala (7), que honra al fundador de Montevideo. Este centro fue abandonado por las familias m¨¢s pudientes, que se trasladaron a vivir a barrios selectos como los de Carrasco o Pocitos.

14.00 Parrillas uruguayas

Las calles de la Ciudad Vieja conducen irremediablemente al Mercado del Puerto (8) (www.mercadodelpuerto.com), lugar reconvertido en centro comercial o, mejor dicho, en centro gastron¨®mico, repleto de parrillas y alguna que otra tienda de artesan¨ªa y recuerdos. Es el lugar al que hay que llegar con ganas de apretarse un asado uruguayo tras una fresca cerveza nacional o un medio y medio, consistente en una mezcla de vino blanco con espumoso que debe tomarse bien fr¨ªo. El lugar m¨¢s afamado es el Roldos (www.roldos.com.uy), el establecimiento que desde 1886 ide¨® dicha bebida, junto a El Palenque y la Peregrina.

16.00 Caf¨¦ y f¨²tbol

Con el asado en ristre, lo mejor es hacer una parada en el caf¨¦ Brasilero (9) (www.cafebrasilero.com.uy), en la cercana calle de Ituzaing¨®. El Brasilero es un cafet¨ªn con solera, donde se rememora a Mario Benedetti (una gran foto sentado en uno de los ventanales con dedicatoria lo atestigua) o Eduardo Galeano, que da nombre a una variedad (caf¨¦, leche condensada, canela, cacao y granos de caf¨¦). Este establecimiento fue fundado en 1877 y es, quiz¨¢, el ¨²ltimo exponente de los muchos caf¨¦s montevideanos del novecientos.

Otra posibilidad es, sobre todo para los aficionados al f¨²tbol, llegarse hasta el estadio Centenario (10) (www.estadiocentenario.com.uy), construido para el Mundial de f¨²tbol de 1930, el primero, que gan¨® Uruguay. Aqu¨ª el f¨²tbol, como tambi¨¦n en la vecina Argentina, es una gran pasi¨®n y los uruguayos llevan a gala haber salido campeones en los Juegos Ol¨ªmpicos de 1924 y 1928 y en los Mundiales de 1930 y 1950 (el del Maracanazo, que ganaron a Brasil en R¨ªo de Janeiro).

20.00 Tango en el Fun Fun

La noche de Montevideo acaba siendo corta. Hay varias opciones, incluso combinables. Se puede asistir (y conviene) a una obra en el Teatro Sol¨ªs (11), aunque solo sea para admirar el hermoso edificio inaugurado en 1856 (salvo los lunes, se puede recorrer tambi¨¦n en visita guiada; www.teatrosolis.org.uy) despu¨¦s de picotear algo r¨¢pido en la cercana calle de Bartolom¨¦ Mitr¨¦ a base de los t¨ªpicos chivitos o empanadas o cenar despu¨¦s en el restaurante Rara Avis (calle de Buenos Aires, 652; www.raraavis.com.uy), en uno de los laterales del teatro, con una de las mejores carnes de la ciudad. ?Qui¨¦n puede resistirse, por ejemplo, a una entra?a grillada?

Despu¨¦s queda tiempo para disfrutar de la noche. Y conviene entrar en las zonas de moda, en el centro o en Pocitos. En esta ciudad, que ya celebra bodas gays, se ha puesto muy de moda los locales friendly, como el Small (12) (Brandzen 2172) o el Cain Dance (13) (www.caindance.com; Cerro Largo 1833 esquina a Fern¨¢ndez Crespo), aunque siempre est¨¢n los cl¨¢sicos de m¨²sica en vivo (La Trastienda (14) o caf¨¦ La Diaria (15) o el Bar Fun Fun (16), en la calle de la Ciudadela, donde se vive el tango intensamente y donde se bebe uvita (marca registrada por el local) sobre su mostrador de esta?o, el mismo donde, aseguran, se acod¨® Carlos Gardel, autor que muchos uruguayos reivindican como propio.

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