Una noche en El Fabuloso

A las 23.30 de un jueves cualquiera, algunas zonas del centro de Madrid est¨¢n demasiado tranquilas. En la espalda de la Gran V¨ªa, en la conocida como la antigua plaza de los cines Luna (plaza Santa Mar¨ªa Soledad Torres Acosta), un par de j¨®venes con pitillo, gafas de pasta y ligeras crestas en el pelo se acercan solitarios hasta la esquina con la calle Estrella. All¨ª, un cartel de brillantina con est¨¦tica setentera les espera. Entran en El Fabuloso (calle de la Estrella, 3; (+34) 651 82 93 73), el local que desde hace ya tres a?os es el casi ¨²nico rey de la noche madrile?a. Sumergirse all¨ª, a veces, es casi como vivir una escena de The Rocky Horror Picture Show, pero con algo m¨¢s de elegancia.

Su due?a, la cantante Silvia Superstar, ha sabido crear el escenario perfecto para, a veces, entender que Madrid sin su noche no es nada. ¡°Es una oferta diferente, donde se puede escuchar buena m¨²sica soul, rock and roll, groovie, dentro de un ambiente y decoraci¨®n retrokitsch, rodeado de amigos y gente especial¡±, cuenta Superstar. Y precisamente eso es lo que m¨¢s atrae a los que all¨ª acuden como fans redimidos: la gente.Tatuajes por doquier, pijos escapados de otros barrios, habituales de las primeras filas de las pasarelas de moda, viejos rockeros, estrellas de cine, literatos amargados y hipsters que rezuman juventud. Pero son los amigos de Silvia Superstar los que a?aden m¨¢s color a las dos plantas de este local con terciopelo, sillones chester y mucha brillantina. Alaska y Mario Vaquerizo, los dise?adores de moda Davidelf¨ªn y Carlos D¨ªez, la cantante y pin up Vinila Von Bismark, actores, modelos, periodistas de post¨ªn¡­ La necesaria fauna noct¨¢mbula que Madrid siempre ha tenido y resiste creando cultura cr¨¢pula.

¡°Hago fiestas tem¨¢ticas porque soy una loca del atrezzo y me gusta transformar el espacio en un sitio diferente dependiendo de qu¨¦ fiesta se trate. Cualquier excusa es buena para montar un buen jolgorio; creo que hay que ofrecer opciones que saquen a la gente de su rutina habitual y hacerles sentir que est¨¢n formando parte de algo especial¡±, remata Superstar. Y lo consigue, pues sus fiestas hawaianas son esperadas con ¨ªmpetu y sus sesiones de DJ de personajes conocidos de la televisi¨®n y la m¨²sica hacen que el local reviente. En El Fabuloso se baila a ritmo de Elvis Presley o de la ¨²ltima de Fangoria, se liga sin postureo e incluso se discute ¨ªntimamente desde su barra retroiluminada. Aqu¨ª se pasa bien y con libertad.

El nombre de El Fabuloso viene de una revista de los a?os cincuenta, ¨C¡°quer¨ªa algo evocador y sugerente, me gust¨® ese nombre porque es un adjetivo y decid¨ª traducirlo al castellano¡±, apunta¨C; y ya es un espacio anticrisis a proteger en la ciudad. Recoge el testigo de m¨ªticos locales de la noche de Madrid, algunos ya desaparecidos, como el Stella, la V¨ªa L¨¢ctea o el Rock-Ola. La propia Silvia Superstar se ha convertido en un adalid del reciente ocio nocturno, quiz¨¢ ella no lo sabe todav¨ªa, pero El Fabuloso har¨¢ historia.

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