D¨®nde encontrar cerveza de garaje en Seattle

Microbrewery es la palabra m¨¢gica que est¨¢ de moda en Seattle y, en general, a este lado de las Rocosas. Traducida al espa?ol significa microcervecer¨ªa, pero para el ciudadano de la ciudad estadounidense, persona emprendedora de pro, significa mucho m¨¢s que un negocio basado en la cerveza: es un estado del arte. Un modo de vida y entretenimiento.

Hoy d¨ªa, montar una cervecer¨ªa dom¨¦stica es muy sencillo si tienes un garaje en casa. Al igual que en locales similares de Seattle nacieron Amazon o Microsoft, t¨² mismo puedes emprender la aventura de cautivar los paladares a golpe de malta, l¨²pulo y cari?o. Seg¨²n el autor de cervezadegaraje.com, un espa?ol afincado en Eastside Seattle, solo necesitas algunos utensilios, mucha paciencia y experimentar seg¨²n el procedimiento ensayo-error. A partir de ah¨ª todo debe fluir naturalmente, tanto en el proceso de fermentaci¨®n como en su disfrute. Sin embargo, no todo es tan sencillo en Estados Unidos: cuando el alcohol hace aparici¨®n en el business las regulaciones, y sobre todo los obst¨¢culos morales, surgen como setas. De hecho, hasta hace apenas unos meses, en algunos estados era ilegal hacer cerveza en casa o incluso compartirla con tus amigos fuera de ella. Por ejemplo, en el debate sobre esta ley en Alabama los opositores argumentaban que era un esc¨¢ndalo que se pudiera hacer cerveza a menos de 300 metros de una iglesia o de una escuela.

Afortunadamente, aunque las regulaciones y los impuestos no desaparecen, el estado de Washington es algo m¨¢s laxo con la moral respecto al alcohol. Esto ha permitido la aparici¨®n de cientos de cervecer¨ªas por todo el estado. Las de corte dom¨¦stico son para consumo personal, pero otras muchas han salido de sus garajes de origen y se han alojado en viejas naves industriales o locales comerciales donde antes solo hab¨ªa oficinas.

La microcervecer¨ªa Hi-Fi de Redmond es un buen ejemplo de lo anterior. John Carothers dej¨® una larga carrera en Microsoft para dar el salto a lo p¨²blico junto a otro ingeniero, Joe Rovito y un experto de marketing, Ryan McGee, con quienes compart¨ªa desde hac¨ªa a?os su afici¨®n por hacer cerveza en casa. Joe incluso fabric¨® sus propios tanques de fermentaci¨®n. Actualmente, y tras cuatro a?os dise?ando un plan de negocio, tienen su propia cervecer¨ªa en un pol¨ªgono empresarial con la m¨¢s avanzada tecnolog¨ªa y respeto por el medio ambiente. Su estrategia es sencilla: hacer lo que m¨¢s les gusta y vivir de ello, pero tambi¨¦n dar respuesta al inter¨¦s de los consumidores en encontrar nuevos sabores sin necesidad de plegarse a las tendencias creadas artificialmente por las grandes compa?¨ªas.

A veces las cervecer¨ªas solo tienen permiso para vender alcohol y no pueden despachar comida, as¨ª que es normal que te sientes a una mesa a disfrutar de una cerveza y all¨ª te encuentres con los folletos de pizzer¨ªas de la zona que te llevan el pedido hasta tu mesa. O que en la puerta del local se instale un carro de perritos calientes que te ayuda a no tomarla a palo seco, y que suele incluir ya comida vegana o ensaladas en su oferta. Incluso hay restaurantes de lujo que ofrecen este servicio m¨®vil mediante los conocidos food-trucks.

Hay que recordar que en Estados Unidos no se permite la entrada de menores a los bares (normalmente hasta los 21 a?os), pero si el establecimiento cuenta con mesas fuera del ¨¢rea de influencia de la barra del bar s¨ª que pueden sentarse; es lo que se conocen como ¨¢reas family-friendly. Ante la duda, preguntad primero.

De todas las opciones posibles en la zona metropolitana de Seattle, esta es nuestra propuesta: