La fauna de Madrid Fusi¨®n

En un congreso te puedes encontrar de todo. En uno gastron¨®mico, m¨¢s. La XII edici¨®n de Madrid Fusi¨®n ha reunido en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid a la societ¨¦ de la gastronom¨ªa. ¡°Este a?o se percibe alegr¨ªa, ilusi¨®n y una notable subida en la venta de entradas¡±, apunta Jos¨¦ Carlos Capel, cr¨ªtico gastron¨®mico de El Viajero al frente de la organizaci¨®n de la cita. Para no perderse entre tanto comensal ¨C la ¨²ltima edici¨®n reuni¨® a cerca de 10.000 asistentes¨C, proponemos una gu¨ªa sobre los espec¨ªmenes con los que te puedes cruzar en este evento.

Chefs. Objeto de deseo en la cita. Se pasean encantados de dejarse ver. Posan con el p¨²blico, saludan a todo el mundo y siempre sonr¨ªen. A ¨²ltima hora es posible coincidir con alguno para? tomarse un gin-tonic. Suelen ir rodeados de groupies.

Rock stars. Hablando de groupies... Los chefs rock star son como los otros chefs, pero m¨¢s. Se lo han ganado por su fama medi¨¢tica, sus ilustres comensales o su actitud provocadora. Caminan raudos y aparecen en casi todos los escenarios del congreso. Una foto en tu Facebook con alguno de ellos provocar¨¢ las envidias de propios y extra?os.

Congresistas. Tienen un evidente inter¨¦s por la cita. Ya sea por las ponencias, porque est¨¢n vinculados a alguna marca o por su dedicaci¨®n al sector. Opinan sobre cualquier intervenci¨®n, desde el cuasi concierto de David Mu?oz hasta los sorprendentes platos luminiscentes de ?ngel Le¨®n. Sus conversaciones siempre est¨¢n relacionadas con el congreso. Les encanta criticar.

Gastr¨®nomos. De una u otra manera se dedican a la gastronom¨ªa. Camareros, cocineros, periodistas especializados... muestran su conocimiento hablando de producto, ingredientes o tendencias. Nunca hay que llevarles la contraria. Montar¨¢n un pollo para demostrar que, aunque no sea cierto, llevan raz¨®n. Si se autodenominan foodies, huye.

Canaper@s. Su cara siempre te suena. Su notable perspicacia les permite colarse en cualquier sarao medianamente interesante. Charlan, sonr¨ªen, comen y, sobre todo, beben. Mariposean de estand en estand y si se cuelan en la zona VIP son las personas m¨¢s felices del mundo. Cuidado, aunque al principio parecen divertidos, algunos pueden convertirse en una pesadilla.

Comilones. Estos hedonistas personajes disfrutan con cada bocado que dan. Si es gratis, el placer se duplica. Pululan de bandeja en bandeja, mezclando, si es necesario, un emparedado dulce con una tapa salada. En sus conversaciones enumeran, de carrerilla, todas las delicias que han catado. Les reconocer¨¢s por sus mofletes sonrojados, ya que suelen aderezar sus atracones con dosis de alcoholes varios. Los dos d¨ªas despu¨¦s del congreso suelen estar indispuestos.

Hipsters. No pod¨ªan faltar. Con sus gafas de pasta, sus pitillo y su mirada perdida, recorren Madrid Fusi¨®n para luego poder contarlo. Cuelgan su creatividad en Instagram, saludan a conocidos y hacen fotos de todo lo que huela a original y asi¨¢tico. Su objetivo, m¨¢s que comer o asistir a las ponencias, es dejarse ver y que todo el mundo sepa que han estado all¨ª.

Yo pasaba por aqu¨ª. De alguna extra?a manera un pase o una invitaci¨®n ha llegado a sus manos. No saben muy bien a qu¨¦ vienen, pero si tienen entrada no se lo van a perder. Con su actitud relajada y sus ganas de pas¨¢rselo bien son uno de los espec¨ªmenes que m¨¢s disfruta de la cita. Como no esperan nada, todo les parece perfecto.

P¨²blico. Con la entrada rozando los 100 euros, el que la paga viene con ganas. Antes de la apertura de puertas ya est¨¢n esperando y no salen del Palacio hasta el final. Intentan acudir a todas las presentaciones posibles, pero les genera ansiedad por estar perdi¨¦ndose las catas. Cuando est¨¢n probando comida consideran que deber¨ªan estar en el auditorio. Viven en la insatisfacci¨®n permanente de estar perdi¨¦ndose algo. Acaban agotados.

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