Le¨®n redescubre al Adonis del Mesol¨ªtico

Guapo, tez morena, ojos azules, barba, poblada cabellera, 30 a?os, intolerante a la lactosa¡­ Esta es la recreaci¨®n realizada por el Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) de un cazador que vivi¨® en la ¨¦poca del Mesol¨ªtico, hace unos 7.000 a?os, en las monta?as leonesas. Sus restos fueron encontrados en 2006 en un yacimiento de La Bra?a-Arintero, en el apartado municipio leon¨¦s de Valdelugueros, y ahora pueden contemplarse al menos hasta Semana Santa en el Museo de Le¨®n.

El lugar donde se desenterr¨® a este Adonis del Mesol¨ªtico tiene otra particularidad que nada tiene que ver con la antropolog¨ªa. Azares del destino, el pueblo del yacimiento es el mismo del de la ¡°doncella que se fue a la guerra¡±, la hero¨ªna que dio origen a la leyenda medieval de la Dama de Arintero. As¨ª pues, el cazador-recolector prehist¨®rico podr¨ªa ser un pariente lejano de la protagonista femenina de uno de los romances espa?oles m¨¢s conocidos y extendidos, con m¨¢s de 40 versiones, alguna sefard¨ª. Era Juana Garc¨ªa, la Juana de Arco espa?ola, apuntan algunos.

Sin pretenderlo, el hom¨ªnido bautizado como?La Bra?a 1 por los cient¨ªficos, y como Wenceslao por los descubridores y los lugare?os, se pase¨® hace poco por infinidad de portadas y televisiones: su genoma es el m¨¢s antiguo que se haya recuperado de un humano en Europa.

Todo fue una sucesi¨®n de casualidades. La primera, su descubrimiento en una cueva, cuando varios excursionistas ¨Cde los cientos que cada fin de semana recorren la bella comarca de Los Arg¨¹ellos y el valle del Curue?o¨C dieron con los huesos de dos esqueletos. No se sospechaba su trascendencia cient¨ªfica. La segunda, fue la perfecta conservaci¨®n del tercer molar lo que facilit¨® la recomposici¨®n de su valioso genoma.

Le¨®n expone ahora este tesoro antropol¨®gico. Ocho a?os despu¨¦s de su descubrimiento en el espectacular paraje de Valdelugueros, el hombre de La Bra?a reposa ahora en el Museo de Le¨®n, como lo hizo en el a?o 2010, aunque entonces no se conoc¨ªa su excepcionalidad. Lo hace junto a 24 caninos de ciervo adulto de tipo decorativo que aparecieron al lado del esqueleto. Se trata de piezas perforadas; se cree que para prenderse en la ropa y que pod¨ªan servir de trofeo testimonial de acciones de caza, ajuar funerario o una distinci¨®n social.

La excepcionalidad de La Bra?a 1, seg¨²n explica el director de la investigaci¨®n publicada en la revista Nature y realizada en colaboraci¨®n con el Centre For Geo Genetics de Dinamarca, Carles Lalueza-Fox, es que posee las versiones africanas de los genes que conforman la pigmentaci¨®n clara de los europeos actuales. Sorprendi¨®, adem¨¢s, que cuenta con las variantes gen¨¦ticas responsables de los ojos azules europeos, lo que le convierte en un fenotipo ¨²nico. Y lo es porque permite desechar la idea de que el cambio de pigmentaci¨®n de la piel de los habitantes de Europa se produjo en el Paleol¨ªtico. La Bra?a 1, Wenceslao, desvela que la tez clara de los europeos se encuadra en una ¨¦poca posterior al Neol¨ªtico.

La singularidad cient¨ªfica del hombre de La Bra?a no va a desentonar en el marco elegido para su exposici¨®n. El Museo de Le¨®n data de 1869. En ¨¦l se exponen piezas de la Edad de Bronce, pasando por la ¨¦poca de la romanizaci¨®n, la historia de la bimilenaria ciudad de Astorga, los yacimientos aur¨ªferos, ahora Patrimonio de la Humanidad, de Las M¨¦dulas, la cultura moz¨¢rabe, el Reino de Le¨®n de la Reconquista, el rom¨¢nico y su ¨ªntima relaci¨®n con el Camino de Santiago, la Edad Moderna y ¨Cc¨®mo no¨C el g¨®tico y su m¨¢ximo exponente reflejado en la Catedral de Le¨®n.

Lo que hoy es el Museo Provincial fue en su tiempo el primer gran almac¨¦n que hubo en la ciudad de Le¨®n, Pallar¨¦s. Este espacio fue el a?o pasado el centro cultural leon¨¦s m¨¢s visitado, superando por primera vez al Museo de Arte Contempor¨¢neo (Musac).

El Museo de Le¨®n est¨¢ ubicado en pleno centro de la capital leonesa. A muy pocos pasos se sit¨²a el singular Barrio H¨²medo y el Rom¨¢ntico, el edificio Botines de Gaud¨ª, la Catedral de Le¨®n, el Palacio de los Guzmanes, la ruta central del Camino de Santiago, el Le¨®n Romano¡­ y el regusto del Le¨®n hist¨®rico, antiguo y entra?able.

Y quien no se conforme con el museo puede recorrer en hora y cuarto los 54 kil¨®metros desde Le¨®n a Arintero, donde adem¨¢s del lugar del hallazgo se conserva la casa y el escudo her¨¢ldico de la Dama Guerrera de los romances.

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