Precios anticrisis

El futuro es low cost.?Y anticiparlo exige el dise?o de alojamientos tur¨ªsticos capaces de ofrecer servicios e instalaciones asequibles a todos los bolsillos m¨¢s por sus bajos costes que a fuerza de tirar precios. Construir un hotel as¨ª ha sido la propuesta del empresario Jos¨¦ Peris al rehabilitar la antigua sede del Banco de Alicante en el centro de la capital valenciana, aneja al Teatro Principal y no muy lejos de la plaza del Ayuntamiento. Las obras se han realizado con sumo cuidado, dada la protecci¨®n con que cuentan casi todos los inmuebles de la calle de las Barcas, primitivo fondeadero de los botes de pesca que faenaban en el r¨ªo Turia. Su gesti¨®n corre a cargo de Valencia Flats, una marca con 300 apartamentos tur¨ªsticos en la ciudad.

M¨ªnimo espacio, m¨ªnimo servicio, pero con un tarifario imbatible de 49 euros la noche la habitaci¨®n doble. Ese minimalismo integral, salvo en la fachada, encuentra adeptos en la clientela joven poco dispuesta a estirar el bolsillo en comodidades a su juicio innecesarias. In¨²til el que las toallas est¨¦n colgadas en el ba?o cuando cumplen su funci¨®n dispuestas encima de las camas, junto a los potitos cosm¨¦ticos. In¨²til que haya un armario si, para una estancia corta, no van a deshacer la maleta. In¨²til que exista una elegante mesa de trabajo si ¨²nicamente se requiere de una repisa para depositar el iPad.

Lo fundamental aqu¨ª es la se?al wifi, un colch¨®n mullido, una Heineken fresquita en el minibar y luz, mucha luz, que siempre alegra la habitaci¨®n.No hay nada m¨¢s en esa ala del hotel, estrictamente reservada a las habitaciones. Porque la joya de la corona, en sinton¨ªa con lo que hoy demanda la clientela, espera en la zona delantera, la que hace esquina entre las calles Barcas y Viru¨¦s. Es el bar, restaurante y sal¨®n, un espacio polivalente en el que desayunar, comer y cenar, escuchar m¨²sica en directo, leer un libro, admirar una exposici¨®n de artes pl¨¢sticas, celebrar reuniones con los amigos y tomar una copa.

El programa de actividades no tiene fin: afterwork de gin-tonics, fiestas cerveceras bajo el lema socialize for real,mon¨®logos y consumiciones a cinco euros, c¨®cteles refrescantes con la inefable agua de Valencia. Sin olvidar, claro est¨¢, los arroces secos y melosos, que se elaboran detr¨¢s de una vistosa barra de ladrillo visto cinchado de aros met¨¢licos. Hasta la madrugada, la palabra aburrimiento est¨¢ proscrita en este Lotelito que no es un hotel, sino un lugar para sentirse siempre joven en Valencia.

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