La puerta de la fuerza
Un paseo por Sep¨²lveda, en Segovia, la villa de las siete puertas que oculta dos tesoros en sus alrededores
Si se va a Sep¨²lveda a comer cordero, a dar pase¨ªto para bajarlo y a poco m¨¢s, el viajero se pierde lo que la vieja poblaci¨®n esconde. La fuente de la Salud, la puerta de la Fuerza, lugares m¨¢gicos (pero prosaicos), o la cueva de los Siete Altares requieren un poquito m¨¢s de inter¨¦s para conocer una villa fundada en la Edad del Hierro, engrandecida por los romanos, marcada por su car¨¢cter de frontera entre el cristianismo y el islam, y que ahora es una base ideal para adentrarse en el Parque Natural de las Hoces del Durat¨®n. Sin olvidar el cordero asado.
Sep¨²lveda, de unos 1.200 habitantes, declarada en 1951 Conjunto Hist¨®rico Art¨ªstico, se encuentra a algo m¨¢s de una hora en coche de Madrid. Su cercan¨ªa a la A-1 (Madrid-Burgos) y su fama como capital del cordero lechal asado la han convertido en uno de los lugares favoritos para comer de quienes transitan esa carretera a la hora del almuerzo. La Plaza Mayor, con lo que queda del castillo de Fern¨¢n Gonz¨¢lez, la casa del Moro, o el santuario de la Virgen de la Pe?a o la Iglesia de Santiago son visita obligada. Y las vistas desde casi cualquier sitio son inmensas.
Pero la ciudad de las siete puertas oculta dos tesoros en su periferia. La fuente de la Salud se oculta en un recoveco, en el paraje conocido como ?lamos de la Vega, a apenas un kil¨®metro antes de entrar en Sep¨²lveda por la SG232. Hay que entrar por un camino de tierra que queda a la izquierda. En el pueblo todo el mundo sabe d¨®nde est¨¢. Es una poza de agua de manantial declarada medicinal, rica en bicarbonato magn¨¦sico. Sus aguas l¨ªmpidas (y sin bichos visibles) mantienen durante todo el a?o una temperatura constante de 18 grados. En verano est¨¢ llena de lugare?os locales y los domingos es impracticable. Pero en invierno es un lugar olvidado. Est¨¢ recortada por el mism¨ªsimo Durat¨®n (el agua, helada). La piel queda diferente tras el ba?o en la poza (y si el d¨ªa es g¨¦lido, a¨²n m¨¢s).
Gu¨ªa
C¨®mo llegar:?Sep¨²lveda est¨¢ a unos 124 kil¨®metros de Madrid y a unos 60 de Segovia. En coche por la A-1, hasta la salida 100. Es algo m¨¢s de hora y cuarto.
Comer:?El plato t¨ªpico es el lechazo asado en horno de le?a. Est¨¢ lleno de figones, como el del Postigo, Casa Paulino¡ pero hay muchos. Cuidado: no todos los d¨ªas asan. Los d¨ªas de fiesta hay cordero seguro.
Dormir:?Los hoteles Vado del Durat¨®n o Villa de Sep¨²lveda tienen precios asequibles.
Ya atravesando el pueblo, en el otro extremo, se alza sobre el ca?¨®n del Durat¨®n la puerta de la Fuerza, una de las siete que tuvo la ciudad. El camino para llegar al basti¨®n comienza junto a la iglesia de Nuestra Se?ora de la Pe?a, justo pegado al cuartel de la Guardia Civil. Discurre pegado a las hoces del r¨ªo, siempre sobrevolado por los buitres leonados de la inmensa colonia que puebla la zona (el cient¨ªfico ingl¨¦s Sir David Attenborough rueda un reportaje sobre ellos en la zona). Nada m¨¢s atravesar su vano, comienza una calzada romana que baja hasta el mismo r¨ªo, que se atraviesa por el puente de Picazos. Y no suele haber nadie entre los chopos y alisos. La cuesta de subida permite acabar la digesti¨®n del cordero.
Y ya que vas¡ Un paseo por el Parque Natural de las Hoces del Durat¨®n o por santuario de San Frutos (tiene grafitos romanos) est¨¢n a tiro de piedra. A no mucha distancia se encuentra Pedraza, un pueblo medieval y de dulce visita.
Escapadas es una secci¨®n de Revista de Verano y El Viajero en la que, durante el mes de agosto, diferentes periodistas y colaboradores de El Pa¨ªs cuentan sus planes para salir ?un par de d¨ªas este verano.?
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