La mano de Marx

"Fue uno de los episodios m¨¢s extravagantes de mi vida". Con estas palabras define Juan de Nieves su viaje a Bielorrusia. El comisario de arte, director art¨ªstico de la feria de arte contempor¨¢neo summa (hasta el 21 de septiembre en la Nave 16 de Matadero Madrid), viaj¨® el a?o pasado a Minsk atra¨ªdo por su escena art¨ªstica.

?C¨®mo acab¨® en un destino tan at¨ªpico?

Ten¨ªa mucha curiosidad, inquietud y una fuerte atracci¨®n por visitar un pa¨ªs en una ¨®rbita pol¨ªtica diferente y con un r¨¦gimen totalitario; quer¨ªa ver c¨®mo se expresaba el arte en ese contexto. Y no fue nada f¨¢cil llegar.

?Qu¨¦ le ocurri¨®?

En esa ¨¦poca yo viv¨ªa en Lituania. Cuando fui al consulado a por el visado, adem¨¢s de tener que esperar horas, me pusieron muchas pegas. Imag¨ªnate: un espa?ol que vive en Vilna y quiere visitar Bielorrusia...

?Se pensaron que era un esp¨ªa?

Probablemente. Al final me dieron el permiso. ¡°Viajas bajo tu responsabilidad¡±, me avisaron.

?Eso qu¨¦ significa?

Ellos te estampan el pasaporte, pero los que te tienen que dejar pasar son los militares que suben al tren cuando pasas la frontera. En un momento dado, pensaba que me bajaban del vag¨®n.

Pero al final logr¨® entrar.

S¨ª, me hab¨ªa invitado Hanna Cystasierdava, maravillosa galerista. Ella me hizo de cicerone.

?D¨®nde le llev¨®?

Estuve la mayor parte del tiempo en su galer¨ªa, que se llama Y, un espacio muy cuidado con una terraza muy agradable. Tambi¨¦n me llev¨® a la casa-museo de Zair Azgur, un escultor bielorruso que trabaj¨® para los sovi¨¦ticos. Estuve viendo bustos impresionantes de Lenin, de Stalin y el molde de una mano de Marx¡­ Era el marxismo hecho escultura. Me pareci¨® un espacio muy potente para organizar alg¨²n tipo de acci¨®n.

?Visit¨® alg¨²n otro centro?

All¨ª impera el oficialismo. Es muy dif¨ªcil realizar ning¨²n proyecto sin el apoyo ¡ªy el control¡ª del Estado. Para que te hagas una idea: uno de los iconos de Minsk es el edificio de la antigua KGB, en pleno centro. A pesar de ello, hay creatividad. Estuve en el atelier de un artista, en el t¨ªpico edificio sovi¨¦tico en el que se juntaban diversos creadores.

?Y la escena nocturna?

Lo m¨¢s animado que me pas¨® fue una tarde en la terraza de la galer¨ªa de Hanna, cuando un grupo de gente se puso a cantar canciones populares: un concierto improvisado de folk?bielorruso.

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