Las alegres tierras de Baco

Finales de septiembre ofrece la oportunidad de viajar por la vendimia en Espa?a. A la degustaci¨®n de sus excelentes creaciones se a?ade el atractivo de conocer gran variedad de paisajes y pueblos donde el vino es parte de su alma. Viaje que nos permite intervenir en la recolecci¨®n; visitar y alojarnos en bodegas hist¨®ricas o modernas; participar en cursos de cata; degustar la gastronom¨ªa regional o conocer el patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico. Un viaje de paisaje, vino y bodega.

01 Coraz¨®n del albari?o

En Cambados (Pontevedra), coraz¨®n marino del albari?o, se da la mayor y m¨¢s espl¨¦ndida concentraci¨®n de pazos y torres, cuya canter¨ªa contrasta con vi?edos y sembrad¨ªos. Por lo que un recorrido por la comarca del Saln¨¦s puede resultar inolvidable. Empecemos por visitar el monasterio de Armenteira, exponente del rom¨¢nico gallego que une a su belleza arquitect¨®nica un paisaje boscoso donde la luz crea incre¨ªbles celos¨ªas. Fue construido por los monjes del C¨ªster, que introdujeron la variedad albari?o en la zona. A trav¨¦s de un paisaje de ensue?o, con pazos, h¨®rreos y cruceros de granito, llegamos a Barrantes, casa-torre solariega cuyos fundamentos se remontan a finales del siglo XV. La magn¨ªfica bodega, construida en granito del pa¨ªs, se levanta junto al pazo. Cerca, Fefi?anes, con su pazo que es palacio ¡ªmagistral edificio del siglo XVI y de visita obligada¡ª. Integrado en un conjunto monumental que forma plaza con la iglesia de San Benito, construida en 1588, se trata de la obra arquitect¨®nica m¨¢s serena y enso?adora de todas las moradas palaciegas gallegas. Y a la hora de dormir (tambi¨¦n de comer o beber), el Pazo Carrasqueira, casa rural del XVII convertida en hotelito y bodega. El que guste sentir el rumor del oleaje tiene el parador, frente a la r¨ªa de Arousa.

02 Rioja de crianza

Pasear por el vi?edo riojano, de suaves pendientes entre los meandros del r¨ªo Ebro, es adentrarse en la historia enol¨®gica espa?ola, que ha tenido en el Rioja el paradigma del vino de crianza. Por aqu¨ª pas¨® el Camino de Santiago, sembrando la ruta jacobea de hermosas joyas rom¨¢nicas. Los monjes benedictinos de Borgo?a transitaron por estas tierras trayendo devoci¨®n, cepas y conocimientos vitivin¨ªcolas.

Para empezar, el barrio de la Estaci¨®n en Haro. All¨ª, junto a las v¨ªas del viejo ferrocarril, se agrupan algunas de las bodegas que han hecho historia y dado lustre al Rioja: CVNE, Vi?a Tondonia, Rioja Alta, Muga o la ¨²ltima en llegar, Roda. En las cavas subterr¨¢neas de estas bodegas hay vinos que parecen tocados por la inmortalidad.

En la Rioja Alavesa, Marqu¨¦s de Riscal ejemplifica la mejor s¨ªntesis de clasicismo y modernidad. La bodega de Elciego, construida en 1883, se enriquece con la Sede Social creada por el arquitecto Frank O. Gehry. As¨ª, las viejas prensas hidr¨¢ulicas verticales, aut¨¦ntica reliquia, conviven con el titanio y las formas voladizas del genial arquitecto.

Y en Laguardia, villa medieval minada de bodegas subterr¨¢neas, simb¨®licamente defendidas por murallas jubiladas, el viajero puede visitar bodegas como Ysios, proyectada por Santiago Calatrava y que ya forma parte del paisaje con su perfil sinuoso y la ondulada esbeltez de su cubierta laminar en aluminio recort¨¢ndose sobre la sierra de Cantabria.

03 Fino de Jerez

En la costa atl¨¢ntica gaditana, separados por kil¨®metros de playa, se encuentran pueblos de tanta belleza como tradici¨®n marinera: Sanl¨²car de Barrameda, a orillas del Parque Nacional de Do?ana, donde el fino es manzanilla. Y en la campi?a, so?ando con el mar, Jerez de la Frontera, con sus vi?edos sobre tierra blanca, entre caballos, arte y vino. Hay en Jerez, El Puerto de Santa Mar¨ªa y Sanl¨²car preciosas bodegas, sin parang¨®n en el mundo enol¨®gico, cuya visita nos transporta a otra dimensi¨®n. Como la de Gonz¨¢lez Byass, una de las mayores de Espa?a, y desde luego la mayor de Jerez. Aqu¨ª nace, en 1844, T¨ªo Pepe, el primer fino. Sus naves de crianza, verdaderas catedrales del vino como Los Ap¨®stoles, La Cuadrada o La Concha, transportan al visitante a otra dimensi¨®n enol¨®gica llena de magia.

En Sanl¨²car de Barrameda, Antonio Barbadillo, fundada en 1837, es toda una instituci¨®n. No s¨®lo posee la bodega mayor y m¨¢s importante, sino que ha sido el pionero en lanzar al mercado una manzanilla en rama. Pero donde destaca Barbadillo es en la elaboraci¨®n de sus reliquias, viejos vinos generosos, de soberbia factura, tanto amontillados como olorosos y dulces.

Osborne, William & Humbert, El Maestro Sierra, Emilio Lustau o Fundador Pedro Domecq,? cuyo complejo recuerda el Jerez del siglo XVIII¡­, todas merecen una visita a sus instalaciones tocadas por la gracia gaditana y el embrujo de sus vinos.