De Casa Manteca al Ohj¨² Club
Delicias gaditanas en el mercado de Abastos, un largo paseo por el laber¨ªntico centro hist¨®rico y una escapada a San Fernando, cuna de Camar¨®n. Y en Puerto Real, el restaurante del chef Mauro Barreiro
En C¨¢diz (www.cadizturismo.com) uno puede cruzar la puerta de Casa Manteca (1) para confirmar que no hay lugar en el mundo donde sirvan mejor la mojama (papel de estraza, finas escamas y teselas, las cuentas con tiza) o darse un ba?o en la playa del Balneario (2) un domingo de Levante y mojar los pies junto a una caletera (piel bronceada durante 11 meses) para, en un par de horas, estar bailando el Floating messiah de Guy Gerber & Puff Daddy en el Ojh¨² Club. Con 126.000 habitantes, C¨¢diz podr¨ªa encerrarse en la limitaci¨®n geogr¨¢fica (la bah¨ªa y el mar le dan el aspecto f¨ªsico de isla o de taza) y en el peso de sus arraigadas e intensas tradiciones (carnavales, cantes, procesiones), pero la ciudad sabe contar, cada vez m¨¢s, una historia tan diferente como moderna.
9.00 Centro hist¨®rico dual
En el laber¨ªntico centro hist¨®rico la dualidad es extrema: tradici¨®n y modernidad; mar y tierra; patios y torretas; at¨²n de almadraba y carne de Retinto. Las energ¨ªas para tanto ying y yang las cogemos en el desayuno de la librer¨ªa-caf¨¦ La Clandestina (3) (Jos¨¦ del Toro, 23). Tartas caseras, productos ecol¨®gicos, prensa internacional y ambiente bohemio. Despu¨¦s, nada mejor que abordar la plaza de Mina (4) desde alguna de sus esquinas: Herzog podr¨ªa haber rodado algo de Fitzcarraldo entre sus ficus, higueras y palmeras. Extremo o no, estamos en C¨¢diz y aqu¨ª todo es exagerado¡ menos el humor y los parabienes que reciben en medio mundo los chocolates Pancracio (Jos¨¦ del Toro, 2), ciento por ciento gaditanos (desde el Nuevo Mundo llegaban los barcos repletos) y con un envoltorio tan elegante como sofisticado. Por lo dem¨¢s, la botella de vodka con aroma de cacao mejor comprarla a ¨²ltima hora: el paseo hoy ser¨¢ largo.
10.30 Juego de espejos
Llegan nuevos aires a los escaparates y comercios: en Babia (Valverde, 3) hay marcas de tendencia para chicas; en La Orejita Triste (San Pedro, 10), la dise?adora Sandra Arce crea prendas ¨²nicas y atemporales que bien podr¨ªan lucirse por uno de los barrios del este londinense. Pero junto a estas conquistas de modernidad, habr¨¢ escapadas al pasado, como la subida a pie hasta la barroca Torre Tavira (5) (Marques del Real Tesoro, 10). Una forma diferente de ver la ciudad a vista de pajarillo en su C¨¢mara Oscura, vigilante y vig¨ªa, que jugando con la luz y los espejos ofrece miradas inacabadas de las calles y sus paseantes. Como propina, en la azotea, uno toma el aire, busca a alguno de los protagonistas de las im¨¢genes m¨¢gicas y disfruta del perfil de la catedral.
12.30 Fiebre de mercadeo
El aperitivo se ha hecho esperar, pero el Rinc¨®n Gastron¨®mico en el mercado de Abastos (6) (Plaza Topete s/n) est¨¢ a un paso. Degustar las delis de la provincia (en el puesto Explotaci¨®n Ganadera Camelo hay quesos payoyos de la sierra; en Gadisushi, la mezcla de los makis con el pescado de la bah¨ªa, y en Gadesbeer, la cerveza artesana de la provincia, Maier) ha de hacerse con tiento: hay que dejar hueco para la comida. Y comer en C¨¢diz es algo muy serio.
14.00 Gastronom¨ªa ¡®made in¡¯ Atl¨¢ntico
Toca acercarse a La Candela (7) (Feduchy, 13), casa de comidas de moda estos d¨ªas entre los gaditanos. El pulpo asado y los carpaccios son imprescindibles. Para quienes quieran curiosear por los alrededores del paseo mar¨ªtimo, ya en la playa de la Victoria (8), nada mejor que conocer el Restaurante Bar Arsenio Manila (Paseo Mar¨ªtimo, 12): recomendable su ensalada de ostras y guacamole. Quienes se animen a ir a¨²n m¨¢s all¨¢, en el chiringuito Nah¨² Beach, en la zona de Cortadura, espera un wok marinero, un tartar de at¨²n de almadraba y un buen trago que bien merecen la pena el paseo en el coche. Luego, claro, est¨¢n las vistas: la playa larga y profunda, el mar al acecho y el sol avanzando.
16.00 Una isla que se ve a lo lejos
¡°Ya las est¨¢n derribando las murallitas de C¨¢diz, de Puerta Tierra se ve la isla de San Fernando¡± (9), que dice aquel viejo cante de la zona. Porque as¨ª es. De C¨¢diz a la cuna de Camar¨®n hay algo m¨¢s de diez kil¨®metros. Una carretera rodeada de agua (el oc¨¦ano a derechas, la bah¨ªa a izquierdas) que nos acerca a uno de los epicentros del flamenco. La pe?a flamenca de Camar¨®n de la Isla (Manuel de Arriaga, s/n), con actuaciones todas las semanas, es un buen punto de partida para conocer una ciudad con una calle Real que ya quisieran muchas capitales: popular, con edificios se?oriales y llamativos, y siempre llena de vida (bueno, menos las tardes de verano con el Levante en calma). Una copa de manzanilla de Sanl¨²car en la Gran V¨ªa (plaza del Rey, 2) y una segunda en la Venta de Vargas (plaza de Juan Vargas, s/n) bastan para intuir un ambiente ¨²nico.
19.00 Canela y mazap¨¢n
De regreso a la ciudad y antes de la ducha, es momento de llevarse souvenirs. Algunos inmateriales: el paseo colonial por el parque Genov¨¦s (10); el olor a canela y mazap¨¢n del Horno La Gloria (11), y otros m¨¢s pesados (algo de la tierra en El Veedor (12) (Veedor, 10), a medio camino entre bar y ultramarinos; curiosidades y artesan¨ªa en Usted Est¨¢ Aqu¨ª (13) (Jos¨¦ del Toro, 12). Adem¨¢s, est¨¢ la pista personal y barroqu¨ªsima de quien firma: el Oratorio de la Santa Cueva (14), casi escondido en la calle del Rosario, de extra?a belleza, donde contemplar, entre otras obras, tres lienzos de Goya.
21.00Dos sitios para cenar
C¨¢diz pone la cena y el visitante dispone. Proponemos dos opciones. El joven chef Mauro Barreiro tiene entre sus manos el no-tan-secreto mejor guardado de la provincia: La Curiosidad de Mauro Barreiro (15) (Real, 210, Puerto Real). A 10 minutos en coche de C¨¢diz, un espacio di¨¢fano y claro donde disfrutar de una propuesta extraordinaria para los sentidos. Para quienes prefieran seguir perdi¨¦ndose por las calles del centro, est¨¢ el Bar Sur (16) (Fern¨¢ndez Ballesteros, 5), precisamente el lugar que Barreiro suele recomendar.
23.00 Bailes y buenas vistas
Para cerrar la noche nada mejor que una copa antes de descansar. Para amantes de la historia, est¨¢ el Archivo de Indias (17) (San Antonio Abad, 8); para los indies, el Medussa (Beato Diego de C¨¢diz, 10); para bailongos, el Suite (Brasil, 7) en el paseo. En verano tuvo mucho ¨¦xito la variada programaci¨®n de conciertos en el Baluarte de la Candelaria (18) (Marqu¨¦s de Comillas, s/n); para el invierno, la sala Supersonic, en la Punta de San Felipe, programa con gusto grupos de la escena indie-rock nacional. Para rematar la jornada, qu¨¦ mejor que unas buenas vistas. De ah¨ª que la opci¨®n sea el Hotel La Catedral (19) (plaza de la Catedral, 9). Con un nombre tan elocuente poco m¨¢s hay que a?adir.
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