Murcia recupera Par¨ªs
La ciudad acoge la recreaci¨®n de tres batallas hist¨®ricas, como la liberaci¨®n de la capital francesa en 1944, dentro del encuentro cultural ¡®Revive la Historia¡ de Cine¡¯ del 17 al 19 de octubre.
Un oficial de la Aviaci¨®n actual fotograf¨ªa a una anciana s¨²bdita de Carlos II que explica a unos ni?os c¨®mo funciona un mosquete. Un poco m¨¢s adelante, un tr¨ªo de requet¨¦s discute su papel en la Guerra Civil, mientras un franquista de apenas 16 a?os se esfuerza por liar un cigarrillo que, seguramente, nadie le va a dejar fumar. A la vez, un chaval, que podr¨ªa ser uno de los hermanos de Robert Doisneau, juega con una GameBoy. Cerca del campamento de los pilotos brit¨¢nicos de la batalla de Inglaterra, algunos oficiales expatriados en India toman el t¨¦, unas enfermeras nazis atienden a un herido en un hospital de campa?a y unos soldados norteamericanos, como salidos de M*A*S*H, disfrutan del clima tropical de Vietnam¡ Todo esto ocurre en Murcia.
La ciudad es sede, por cuarto a?o consecutivo, del encuentro hist¨®rico-cultural Revive la Historia¡ de Cine, en cuya sexta edici¨®n participar¨¢n, del 17 a 19 de octubre, unos quinientos recreadores de Espa?a, Polonia, B¨¦lgica y Portugal, entre otros pa¨ªses, poniendo en escena algunas de las m¨¢s importantes batallas de la historia. Esta vez, concretamente, el Levantamiento de Varsovia de 1944 (viernes 17, 18.45, plaza de Santo Domingo), el Cruce del Rin en 1945 (s¨¢bado 18, 17.00-20.00, avenida Teniente Flomesta) y la Liberaci¨®n de Par¨ªs de 1944 (domingo 19, 13.00, jard¨ªn del Malec¨®n). Esta ¨²ltima, aunque sin campos El¨ªseos, s¨ª contar¨¢ con un peque?o arco del Triunfo renacentista que recibir¨¢ a los veteranos espa?oles de las Fuerzas Armadas brit¨¢nicas y francesas que visitar¨¢n la ciudad con ocasi¨®n de este encuentro.
Queda para el debate si estas recreaciones hist¨®ricas, tan populares en el entorno anglosaj¨®n, son aficiones educativas, o si el ver a los soldados muertos en batalla levantarse al terminar esta, oliendo a ropa limpia y abrazando sonrientes a sus hijos bien criados y sin miedo, banaliza las matanzas de estos conflictos b¨¦licos. Como podr¨ªa discutirse si lo que atrae a ni?os y adultos al campamento, que acompa?a a dichas recreaciones a modo de museo vivo, es la historia y no las diversas actividades complementarias (zona de airsoft con galer¨ªa de tiro infantil, actuaciones musicales y actividades en que las Fuerzas Armadas muestran y explican sus equipos).
Lo que resulta indudable es la reciente proliferaci¨®n en Espa?a de estos pasatiempos y el n¨²mero creciente de visitantes y asistentes a las recreaciones que, en Murcia, incluyeron en el pasado la batalla de la pel¨ªcula Un puente muy lejano, y las ocupaciones que se deshacen este a?o. Sea como fuere, resulta una alegr¨ªa que la murciana Santo Domingo, al acabar la batalla no siga siendo la Varsovia ocupada.
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