Un sabor alem¨¢n

Una visita a los vi?edos de Ossian resulta instructiva y emocionante. Cepas como gruesos troncos de ¨¢rbol, con m¨¢s de 150 a?os, emergiendo sobre una capa de fina arena, que hincan sus ra¨ªces directamente en el suelo buscando agua en la capa de arcilla, bajo una luminosidad reverberante en el limpio cielo azul velazque?o de las tierras altas segovianas. Viejos y retorcidos n¨¢ufragos en una playa castellana, salvados de la desaparici¨®n.

La bodega, una creaci¨®n del inefable e inquieto Javier Zaccagnini, es ahora propiedad de Pago de Carraovejas. Nueva propiedad y nuevos aires de la mano de Pedro Ruiz Aragoneses, director y en¨®logo. No contento con elaborar uno de los mejores blancos de Rueda, lanza al mercado un vino al m¨¢s puro estilo alem¨¢n.

Para esta pirueta ha contado con el asesoramiento de Klaus Peter Keller, uno de los grandes del Rheinhessen, en el Palatinado-Renano. Y donde unos utilizan las variedades riesling, m¨¹ller-thurgau y otras, Pedro Ruiz tira de sus viejas vi?as prefilox¨¦ricas de verdejo.

El resultado es sorprendente: un blanco refinado, de ordenada plenitud y acidez suave y refrescante, nunca ¨¢spera, que regala un fruto maduro y sabroso junto con aromas herb¨¢ceos propios del varietal. Todo con la impronta indeleble del terru?o que aporta una notable estructura y un paso de boca largo y persistente.