Retiro con vistas al universo en Gran Canaria

Podr¨ªa pasar que te vieras flotando boca arriba sobre una colchoneta rosa a las dos y media de la ma?ana en una elegante piscina, con los ojos cerrados para disfrutar con tus pensamientos. Podr¨ªa pasar tambi¨¦n que de repente los abras y el espect¨¢culo de la noche estrellada rompa ante ti. Has llegado de un jacuzzi con el agua a 34 grados en compa?¨ªa de los amigos con los que compartes la casa. Tardaste en meterte entre burbujas, la sensaci¨®n de calor abrasaba. Hay una forma desconocida de disfrutar de una estancia en Gran Canaria. Al margen de hoteles, apartamentos y casas rurales. La respuesta est¨¢ en vivir la experiencia como en casa, o como si tu propio hogar fuera por unos d¨ªas una mansi¨®n. Villagrancanaria.com dispone de m¨¢s de 90 casas en la isla donde elegir.

Exploramos La Salvia, una de las que m¨¢s destacan en Salobre Golf Resort de Maspalomas, en el sur de Gran Canaria, urbanizaci¨®n tierra adentro en San Bartolom¨¦ de Tirajana. Solo en esta zona, esta empresa de alquiler de villas tiene otras 55 para elegir, con capacidad para entre dos y catorce personas. Sus precios, que var¨ªan seg¨²n la temporada del a?o y el tipo de alojamiento, oscilan entre 80 y 990 euros al d¨ªa y se pueden arrendar a partir de cinco d¨ªas.

Una mirada al espacio

Para llegar a Salobre Golf serpenteamos desde la salida en el kil¨®metro 53 de la autopista GC-1 por una estrecha carretera con vistas a las enormes parab¨®licas de la Estaci¨®n de Seguimiento Espacial, que d¨¦cadas atr¨¢s trabaj¨® en los vuelos del programa 'Apolo' de la NASA. A lo lejos distinguimos las dunas de Maspalomas, a quince minutos de distancia en coche. Dentro de este complejo tur¨ªstico con impactantes vistas a las escarpadas monta?as del centro de la isla hay un hotel de cinco estrellas, dos campos de golf, lagos, un minimercado y muchas villas. Las calles tienen nombres como Swing, Driver y Green. La entrada est¨¢ vigilada, la tranquilidad garantizada. Podr¨ªa pasar tambi¨¦n que durante la estancia logres terminar el novel¨®n de setecientas p¨¢ginas que se te atragantaba.

La Salvia ocupa una superficie de doscientos cincuenta metros cuadrados en una ¨²nica planta. La superficie total de la finca es de mil metros cuadrados, entre jard¨ªn, parking y dos piscinas, una de ellas para ni?os hasta cuatro a?os. En la entrada, una carta te informa de los lugares cercanos m¨¢s recomendables donde proveerse de lo necesario o para hacer una escapada. La decoraci¨®n es elegante. Un macet¨®n con un gran cactus preside el centro del sal¨®n. La villa est¨¢ equipada con aire acondicionado, wifi y dos ba?os, uno con salida directa al jacuzzi. Dispones de servicio de limpieza, productos b¨¢sicos de bienvenida para pasar el primer d¨ªa y, cada ma?ana, una variedad de panecillos alemanes frescos de buenos d¨ªas. En La Salvia el tiempo importa menos. Lo que ocurre en el mundo se guarda con el hielo de los c¨®cteles en el congelador.

Barbacoa con estrellas

La villa est¨¢ pensada para disfrutarse al exterior. Bajo un amplio porche, una mesa comedor, un espacio de encuentro con sillones de mullidos cojines y once hamacas donde podr¨ªas entrar f¨¢cilmente en trance. Hay espacio de sobra en el c¨¦sped entre la piscina y la valla exterior para jugar a las palas. El aparcamiento tiene capacidad para invitar a muchos amigos y la casa todo lo necesario para montar una barbacoa. Podr¨ªa ser que regreses de La Salvia con el recuerdo de mucho brindis con gintonic.

Al amanecer te despertar¨¢ el sonido de los p¨¢jaros. Y por la tarde podr¨ªa pasar que, despu¨¦s de una larga siesta, despiertes exactamente con la misma temperatura con la que te acostaste y la brisa meciendo las s¨¢banas. Una buena hora para correr por la urbanizaci¨®n en la que apenas hay veh¨ªculos (salvo los buggies de los campos de golf). Atardece. El recorrido termina frente a la casa m¨¢s impactante: La Calma, 380 metros cuadrados de vivienda en hormig¨®n, piedra y acero cort¨¦n con dos plantas y garaje. La discreci¨®n es total. ?Qui¨¦n ocupar¨¢ un caser¨®n as¨ª? De noche, la imagen de las cristaleras iluminadas impacta. Corremos sobre nuestros pasos. El universo nos espera sobre la colchoneta en nuestra villa.

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