24 horas en Las Vegas
¡®Love¡¯, el gran espect¨¢culo del Circo del Sol sobre el grupo brit¨¢nico, brilla en una visita donde tambi¨¦n destacan los restaurantes de dos chefs espa?oles, Jos¨¦ Andr¨¦s y Juli¨¢n Serrano
Dec¨ªa la guionista Diana L¨®pez Varela que ¡°Las Vegas es un fen¨®meno ¨²nico e irrepetible, un extra?o invento donde los estadounidenses se permiten relajar su f¨¦rrea moral y estirar sus limites bajo un concepto de fantas¨ªa propio de su industria del cine¡±. Es dif¨ªcil encontrar una definici¨®n m¨¢s precisa de la ciudad del pecado, una urbe que se alza fantasmag¨®rica en medio de un desierto, pose¨ªda por la ¡°incre¨ªble bater¨ªa de letreros luminosos¡± de la que habl¨® Tom Wolfe, luces y construcciones que parecen surgidas del imaginario de Hollywood una ma?ana de resaca.
La ciudad bautizada por Antonio Armijo, arrebatada despu¨¦s a los indios mexicanos, finalmente urbanizada a principios del siglo XX y para¨ªso m¨¢s tarde de la mafia, se hizo famosa por ser el patio de recreo de Elvis Presley, Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr. y compa?¨ªa, creando por el camino una m¨ªstica enraizada en el juego, el alcohol y la permisividad.
Sin embargo, la llegada del siglo XXI ha llevado cambios al Strip, la famosa avenida que divide Las Vegas y donde se agrupan los hoteles m¨¢s c¨¦lebres, ese Strip que visto desde el autom¨®vil en marcha inspir¨® a Robert Venturi y Denise Scott Brown su libro de 1972 Aprendiendo de Las Vegas. Ah¨ª desarrollaron su tesis de que ¡°las anomal¨ªas e incertidumbres le dan validez a la arquitectura¡±. ¡°La impunidad de Las Vegas¡±, dijo Venturi sobre esa arquitectura de la comunicaci¨®n, del simbolismo y la iconograf¨ªa de la cultura popular. Denise Scott Brown, que vio la ciudad por primera vez con una implacable luz diurna, la asoci¨® con la Acr¨®polis de Atenas tal como debi¨® ser cuando los templos ten¨ªan los m¨¢rmoles pintados. Han pasado 42 a?os desde la publicaci¨®n del libro y ahora destacan los spas, los hoteles de lujo ya sin concesiones al kitsch, los espect¨¢culos que son homenajes al buen gusto, los restaurantes de primera clase: la urbe parece virar hac¨ªa nuevos objetivos aunque su coraz¨®n siga latiendo con la misma arritmia desenfrenada de siempre.
9.00 Un desayuno dulce
El hotel por antonomasia de Las Vegas, el Bellagio, estrella de la trilog¨ªa cinematogr¨¢fica Oceans, uno de los favoritos del Rat Pack, merece una visita para desayunar en el Jean Philippe (1) y ver las fuentes de chocolate m¨¢s grandes del mundo (en Las Vegas nada es peque?o) mientras se come uno de los fabulosos dulces del local (sus brioches son memorables).
12.00 Las fuentes del Bellagio
No se pierda en el Bellagio un espect¨¢culo cl¨¢sico de Las Vegas (hay un espect¨¢culo cada 30 minutos a partir de las doce de la ma?ana) y, si su cartera se lo permite, coma o cene en el restaurante Picasso (2), donde el chef espa?ol Juli¨¢n Serrano se ha erigido como uno de los referentes gastron¨®micos de la ciudad (no deje de pedir su impresionante men¨² degustaci¨®n). Para aventuras menos costosas, el Buffet es una buena opci¨®n: por unos 15 euros puede comer hasta hartarse.
13.00 La hora de relajarse
Cuando aprieta el calor, busque refugio en el interior de uno de esos hoteles elegantes pensados hasta en el m¨¢s insignificante de los detalles y que simbolizan la nueva sangre de Las Vegas. En el Cosmopolitan se encuentra uno de los mejores spas de la ciudad, el Sahra Spa & Hammam (3): m¨¢rmol, madera e iluminaci¨®n ultramoderna dan la bienvenida al visitante, que puede optar por ser conservador y solicitar el masaje tradicional o lanzarse y pedir el Red Flower, un tratamiento a base de agua caliente (muy caliente) que revitaliza piel y m¨²sculos, basado en los ba?os turcos y rematado con una ducha de vapor.
14.00 La comida de los campeones
En el B&B. Burger & Beer (4), regentado por dos bestias negras de la gastronom¨ªa estadounidense como Joe Bastianich y Mario Batali, pueden presumir de tener una de las mejores cartas de cervezas de la ciudad, magn¨ªficas hamburguesas y espeluznantes batidos (espeluznantes por gigantescos). Un restaurante americano de precios ajustados (para Las Vegas) donde uno puede relajarse durante un rato. Que est¨¦ situado dentro del hotel Venetian puede aprovecharse para echar un vistazo a la segunda planta del hotel, donde el hu¨¦sped puede dar un paseo en g¨®ndola en unos canales de agua reales: una obra de ingenier¨ªa kitsch que vale la pena visitar.
16.00 Sof¨¢s en la piscina
Aunque ligeramente apartado del Strip, vale mucho la pena visitar el SLS Hotel & Casino (5). En este nuevo hotel, dise?ado por Philippe Starck y donde (como es costumbre en Las Vegas) no se ha reparado en gastos, la piscina tiene una barra y sof¨¢s¡ dentro de la piscina; las habitaciones cuentan con todo lo imaginable, y la oferta gastron¨®mica es descomunal e incluye un restaurante, The Bazaar, de Jos¨¦ Andr¨¦s, el chef espa?ol que ha arrasado en Estados Unidos. Por cierto, el logo del hotel es un mono, as¨ª que espere ver monos por todas partes, incluidos los ascensores.
19.00 Todo lo que necesitas es amor
El Cirque du Soleil tiene hasta siete espect¨¢culos al un¨ªsono en distintas partes de la ciudad y hay algunos como el 0 (sobre agua) que son exclusivos de Las Vegas. Sin embargo, nosotros recomendaremos Love (6), el espect¨¢culo alrededor de los Beatles que cuenta probablemente con el mejor dise?o de producci¨®n de la historia del circo y con una banda sonora de excepci¨®n, obviamente. Las entradas son caras, pero el show lo merece y es una gran manera de emplear dos horas en una ciudad cuyo asfalto arde durante 10 meses al a?o por culpa de una climatolog¨ªa que no da tregua. Eso s¨ª, mucho cuidado con las consumiciones en el bar oficial: una cerveza (peque?a) vale 14 euros y un agua sale por 6.
21.00 En brazos del cabaret
En la ciudad hay multitud de establecimientos que tratan de mezclar el cabaret, el espect¨¢culo en vivo y la gastronom¨ªa, no llegando en muchas ocasiones a los m¨ªnimos exigibles en dos de las tres ofertas. El resultado es que uno come mal viendo un buen espect¨¢culo o come bien viendo un espect¨¢culo terrible¡ o incluso come mal viendo algo terrible. El Rose.Rabitt.Lie (7) es la gran excepci¨®n: un espect¨¢culo no intrusivo, delicado y muy divertido que se integra perfectamente en la atm¨®sfera de un local cuyos c¨®cteles tienen fama de ser los mejores de la ciudad. Adem¨¢s, la cocina es exquisita (no deje de pedir los incre¨ªbles tacos de caviar), la carta de vinos inacabable y los postres apabullantes (pida el de chocolate, pero tenga en cuenta que le va a ser imposible acab¨¢rselo). Y el precio, cr¨¦aselo o no, es bastante competitivo.
22.00 La opci¨®n rom¨¢ntica
Los que deseen una velada m¨¢s ¨ªntima (y sin acompa?amientos musicales) para finiquitar un d¨ªa largo deben saber que la mejor carne de Las Vegas se sirve en el DB Brasserie (8): este restaurante franc¨¦s con un servicio impecable, atm¨®sfera tranquila, aire acondicionado a una temperatura agradable (recuerde llevarse una chaqueta, la va a necesitar en Las Vegas). El filete de ternera es fant¨¢stico, as¨ª como los entrecots o los entrantes, pero d¨¦jese aconsejar por el jefe de sala, que, por cierto, habla espa?ol. De hecho, en Las Vegas habla espa?ol hasta el apuntador.
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