24 horas en Lyon

Dicen los que saben que por Lyon pasan tres r¨ªos, el R¨®dano, el Saona y el Beaujolais. Visto con perspectiva, quiz¨¢ el ¨²ltimo sea el m¨¢s determinante para establecer una relaci¨®n entre usted y la ciudad. Este famoso vino cuyos vi?edos se encuentran al norte de Lyon tiene un gran protagonismo en una capital con devoci¨®n por la buena mesa.

Entre los h¨¦roes nativos de Lyon destacan Antoine de Saint-Exup¨¦ry, creador de El principito, y, por supuesto, Paul Bocuse, precursor de la nouvelle cuisine. Las seis brasseries que lidera junto con Jean Fleury (Le Nord, Le Sud, L¡¯Est, L¡¯Ouest, Marguerite y Fond Rose) y su renombrado restaurante de las afueras L¡¯Auberge du Pont de Collonges (1) constituyen un buen reclamo en esta ciudad ¡ªde 480.000 habitantes, m¨¢s de dos millones en el ¨¢rea urbana, la segunda m¨¢s grande de Francia¡ª desplegada a los pies de dos colinas y que gracias a sus r¨ªos transmite una grata sensaci¨®n de amplitud.

10.00 Una ¡®brioche pr?lin¨¦e¡¯

Una manera de integrarse ser¨¢ desayunar en el mercado Les Halles Paul Bocuse (2). H¨¢gase cuanto antes con una brioche pr?lin¨¦e, t¨ªpica de Lyon, y d¨¦jese llevar. A la vista saltan productos de la cocina francesa de primer orden expuestos con tal mimo que tan pronto se sentir¨¢ en un huerto como en una lonja. Si no quiere gastar dinero, salga de aqu¨ª cuanto antes. Si no le importa improvisar, mire los escaparates de Cellerier o Sibilia, observe las ostras y coquillages de Merle o los quesos de Mons; atenci¨®n a los regionales Tomme de Savoie y D¨¦lice de Chartreuse. Para construir un sue?o perfecto es suficiente.

11.00 Paradas en la ¡®casi isla¡¯

El tramo de ciudad entre los dos r¨ªos se llama presqu¡¯?le (casi isla). Se podr¨ªa visitar la ciudad sin salir de ella y no pasar¨ªa nada. Llamar¨¢n su atenci¨®n la Op¨¦ra (3), con la c¨²pula remodelada por Jean Nouvel en la Place de la Com¨¦die, y el palacio de Saint Pierre en la Place des Terraux (4), renovado en 1997 por Gabriel Moratamet. En esa misma plaza intervinieron Christian Devret y Daniel Buren para mezclar los juegos de surtidores de agua con el rigor del ajedrez que configuran las baldosas blancas y negras. El Museo de Bellas Artes de Lyon expone la colecci¨®n de Jacqueline Delubac (m¨ªtica actriz de entreguerras que fue mujer de Sacha Guitry y luego gran coleccionista de arte) hasta el 16 de febrero de 2015. Dos librer¨ªas le requerir¨¢n: la cl¨¢sica Passages (5) y, m¨¢s escondida, Le Bal des Ardents (6). Como sugiere su nombre (el baile de los ardientes), el fondo de literatura er¨®tica promete.

12.00 Crujiente almendrado

Cruzando el r¨ªo, una opci¨®n de comida es el Caf¨¦ du Rh?ne (7), entra?able local puramente franc¨¦s. Tendr¨¢ buenas vistas del monumental hospital H?tel-Dieu de Lyon (8), donde Fran?oise Rabelais fue m¨¦dico entre 1532 y 1535. Suya es la frase ¡°ciencia sin conciencia no es m¨¢s que ruina del alma¡±. Por aquellas fechas cre¨® a los gigantes de apetito insaciable Gargant¨²a y Pantagruel. Rabelais conceb¨ªa el humor como algo curativo y confiaba en que las aventuras de estos bestias goliardos consolaran a los enfermos.

Basta cruzar el puente de la Guilloti¨¨re para llegar a la Place Bellecour (9), cl¨¢sico punto de encuentro. Antes puede detenerse en Perroudon y probar una tuile g¨¦ante, dulce crujiente almendrado que aqu¨ª se ofrece en proporciones pantagru¨¦licas.

14.00 Donde se juntan los dos r¨ªos

Ya est¨¢ cerca de La Confluence (10) (al oeste de la ciudad, en la confluencia de los dos r¨ªos), nuevo distrito que va a dar mucho que hablar. Asistir¨¢ a la puesta en marcha de un concepto de barrio sostenible, perdurable, laboratorio energ¨¦tico y creativo. Antiguo reducto industrial donde quedaban la Azucarera o las dos prisiones (ahora reformadas) que, buscando el efecto Guggenheim, pretende revitalizarse a partir del Mus¨¦e des Confluences, obra del estudio de arquitectura austriaco Himmelb(l)au. Reci¨¦n inaugurado, ofrece una mirada in¨¦dita sobre la aventura del hombre en la tierra desde sus or¨ªgenes hasta nuestros d¨ªas con piezas como p¨¢jaros de la Cochinchina o mand¨ªbulas de Homo sapiens. El paseo por el barrio mezcla arquitectura funcional y nuevas familias en bici o entregadas al running al borde del r¨ªo. Entre tanta modernidad, el lugar ideal para una parada t¨¦cnica sigue siendo el antiguo Caf¨¦ Joseph (28, Rue Bichat).

16.00 Un caf¨¦ ¡®vintage¡¯

De camino al barrio de la Croix Rousse (11) se puede seguir en la presqu¡¯?le o cruzar al Viejo Lyon. Si se queda, atenci¨®n a la Place des C¨¦lestins (12) (la del hist¨®rico Teatro des C¨¦lestins), cuyo jard¨ªn corri¨® a cargo de Michel Desvignes y Christine Dalnoky; y al Caf¨¦ des Jacobins (13) (en la misma Place des Jacobins), el m¨¢s vintage de la ciudad. Si cruza encontrar¨¢ el Lyon de cuento, la majestuosa catedral de Saint-Jean (14), turistas y chocolater¨ªas como Sirops Crozet (15) (12, Rue du Boeuf).

La colina de la Croix Rousse le reserva buenas vistas y mucho entretenimiento. Barrio de reminiscencias revolucionarias gracias a los combativos canuts (obreros de la seda), bohemio, ben¨¦volo y atrevido con galer¨ªas (Catherine Mainguy, Pascale Raunet), tiendas (Twig 7, La Fabriq) o bares (Des Capucins).

18.00 Jard¨ªn de rosas

Si llega con fuerzas al parque de la T¨ºte d¡¯Or (16) disfrutar¨¢ de un amplio espacio verde con lago, animales y jard¨ªn de rosas que por momentos le har¨¢ sentir en la sabana africana. Sepa que detr¨¢s le espera la Cit¨¦ Internationale, un macroproyecto arquitect¨®nico y urban¨ªstico a cargo de Renzo Piano que incluye el Palais de Congr¨¦s y el Mus¨¦e d¡¯Art Contemporain.

20.00 Felicidad en la mesa

La contribuci¨®n del concepto bouchon (t¨ªpica tasca de comidas tradicional de reducidas dimensiones) a la felicidad es notoria. Encuentre uno a su medida y disfrute. No hay mejor opci¨®n para rendirse dignamente al final del d¨ªa. Ensaladas con m¨¢s triperie que lechuga o generosas andouillettes lyonnaises (salchichas) servir¨¢n para acompa?ar el vino de Beaujolais. Puede terminar con una copa de Chartreuse. Le ayudar¨¢ a entrar en calor antes de salir. La calefacci¨®n central siempre fue muy ¨²til en la zona. De vuelta a la cama, no se confunda y se interne por uno de los muchos traboules (peque?os pasajes) de itinerario laber¨ªntico. Enchufe el piloto autom¨¢tico, usted ya me entiende.

• Use Lahoz es autor de la novela El a?o en que me enamor¨¦ de todas (Premio Primavera 2013).

{ "active": true, "code": "187265", "elementType": "offerExtension", "id": 24, "name": "LYON", "service": "tripadvisor" }