Ligando con el gu¨ªa en Chile

Aunque en su ¨²ltimo libro, Llamada perdida, se convierte a s¨ª misma en una hero¨ªna de c¨®mic, entre otras cosas, la escritora peruana no tiene el superpoder de la invisibilidad. Siempre acaba haci¨¦ndose presente en sus libros y en sus art¨ªculos. Autora de Sexograf¨ªas y de Nueve lunas (el libro sobre el embarazo que a nadie le regalar¨¢ su suegra), hace tiempo que se deshizo del pudor. ¡°Yo es que soy exploradora de otro tipo de confines¡±, insin¨²a, al hablar de la aventura que vivi¨® en el desierto chileno de Atacama hace un par de a?os.

?Qu¨¦ la llev¨® all¨ª?

Un viaje de prensa de casi dos semanas cuando trabajaba como redactora jefe de una revista femenina. Rutas a pie, a caballo, a ver los g¨¦iseres de madrugada¡­

All¨ª se han filmado muchas pel¨ªculas espaciales y, de hecho, la NASA usa el desierto de Atacama para preparar las misiones a Marte.

S¨ª, los americanos miran a los marcianos desde all¨ª. Hay otra cosa desconcertante que te encuentras: a las madres de los desaparecidos, buscando huesos.

?C¨®mo?

Se sabe que Pinochet arroj¨® all¨ª los cuerpos, que, dadas las condiciones clim¨¢ticas, se mantienen. Se han encontrado miembros completamente conservados. Hay que ver el documental de Patricio Guzm¨¢n Nostalgia de la luz.

Y usted no estaba en su h¨¢bitat natural¡­

No. Ten¨ªamos que subir y bajar monta?as, llegar a las cumbres, deslizarnos por toboganes de arena, seguir un camino bordeando un r¨ªo rocoso y sembrado de cactus que parec¨ªan penes gigantes. Al final, me ca¨ª y me torc¨ª el tobillo.

?La llevaron al hospital?

No, me cargaron como a una reina inca.

?Alguna exploraci¨®n digna de sus libros?

Intent¨¦ ligarme al gu¨ªa. Los gu¨ªas en esos parajes son como el hombre de tus sue?os m¨¢s est¨²pidos. Imag¨ªnese, un tipo que prepara un p¨ªcnic en medio de la nieve, con jam¨®n ib¨¦rico, cebiche, salm¨®n y vino de primera. Un p¨ªcnic superburgu¨¦s en un sitio virgen, o que por la noche te lleva a un observatorio para ver Saturno y luego a bailar y a comer alrededor del fuego. Y el tipo habl¨¢ndote de sus historias, alguien que conoce el camino, que sabe c¨®mo llegar.

?Resisti¨® a sus encantos?

Fue muy profesional. No me acept¨® en el Facebook hasta un a?o despu¨¦s.

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