Vistas madrile?as al Palacio Real

Es un t¨®pico y est¨¢ mil veces dicho. Pero nunca tan acertado como en las apartosuites de Charo Garc¨ªa Silgo. De Madrid al cielo¡­ en el ascensor que nos catapulta a la terraza de los Jardines de Sabatini, donde podremos gozar de una de las mejores vistas del Palacio Real y el Templo de Debod. Ambiente chill-outen verano, con c¨®cteles nocturnos y un original men¨² de tapas servidos de martes a s¨¢bado a partir de las ocho de la tarde, que es la hora de la fresca para los ¨¢ngeles inanimados de Vel¨¢zquez en el Prado.

De Madrid tambi¨¦n a los s¨®tanos, donde la propietaria del establecimiento nos reserva una colecci¨®n ¨²nica de coches antiguos heredada de su padre, que ten¨ªa en este mismo emplazamiento de la Cuesta de San Vicente un concesionario de autom¨®viles con el que puso a conducir a medio Madrid.

Hoy el viajero est¨¢ obligado a descargar las maletas en la entrada y continuar hasta un aparcamiento concertado no muy lejos del hotel. Las habitaciones pueden esperar. Todo conduce enseguida a los s¨®tanos, donde se guardan 22 de los 150 veh¨ªculos cl¨¢sicos que forman este museo accesible a trav¨¦s de otro ascensor que Charo llama ¡°la m¨¢quina del tiempo¡±. En efecto, metro a metro, descendemos de ¨¦poca, hasta 1910, a?o de fabricaci¨®n de los primeros Ford T. Ah¨ª se exhiben un Cadillac de 1963 que perteneci¨® a Franco, un Hispano Suiza ¡ªla pieza m¨¢s valiosa¡ª, un Packard, varios Ford y hasta una Vespa con sidecar que fue utilizada en la pel¨ªcula Amanece que no es poco. Algunos de ellos se pueden alquilar por horas con ch¨®fer. Basta con solicitarlo en recepci¨®n.

Si bien es cierto que las zonas comunes se limitan a un sal¨®n y un desayunador en la entreplanta, a menudo se celebran exposiciones de j¨®venes artistas locales que atraen tambi¨¦n al vecindario. Los desayunos alcanzan su m¨¢xima expresi¨®n con el tradicional brunch dominical, aunque los madrugadores tienen la opci¨®n de pedir un continental a partir de las 5.30.

Claro que las habitaciones disponen de cocina para estos menesteres. Son estudios con capacidad para alojar a tres personas y suites con dormitorio y sal¨®n para cuatro personas. Sobrias, muy amplias, decoradas con mucha sencillez y, algunas, empapeladas de motivos florales al gusto brit¨¢nico. Si descorremos las cortinas casi se puede tocar el Palacio Real. Entre las aristocr¨¢ticas balconadas del palacio y estas apartosuites tur¨ªsticas solo median los Jardines de Sabatini.

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