Contraste fiestero en tierra Inca
Cuzco acoge dos antag¨®nicas celebraciones populares con la llegada del solsticio de invierno, la peregrinaci¨®n de Qolloriti y la Virgen del Carmen, en Paucartambo
Cuzco es un lugar de extremos. Su clima, su gente y sus tradiciones dan fe de esta din¨¢mica de polaridades. De hecho, la creencia subrepticia de todo lo que sucede en Cuzco es la armon¨ªa de los opuestos en una sola e indivisible unidad. Lo femenino y lo masculino, lo animado y lo muerto¡ todo es una sola cosa, imposible definir y entender sin sus partes.
Por su puesto, sus fiestas populares son el testimonio fiel. Cuzco celebra durante todo el a?o diversos santos, aniversarios y dem¨¢s festividades, pero junio es el mes por excelencia en este tipo de ritos tradicionales. Principalmente porque el a?o andino termina con el solsticio de invierno (de verano en el hemisferio norte), comenzando una nueva temporada de cultivos, de intenciones, de sue?os y esperanzas.
Llega, adem¨¢s, el momento de la peregrinaci¨®n del Se?or de Qolloriti y la celebraci¨®n de la Fiesta de la Virgen del Carmen, en Paucartambo, las m¨¢s reconocidas romer¨ªas cuzque?as. Ambas con pr¨¢cticas muy diferentes, de una caminata por la nieve y mucha oraci¨®n se pasa a un jolgorio de cervezas y danzas descontroladas, pero ambas sagradas y profanas al mismo tiempo. As¨ª es Cuzco.
Taytacha Qolloriti
La fiesta del Se?or de Qolloriti, tambi¨¦n llamado Taytacha (padre, en castellano), es una de las celebraciones m¨¢s antiguas de Am¨¦rica y una de las m¨¢s renombradas, incluida en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco. Se trata de una celebraci¨®n aut¨®ctona que evolucion¨® por influjo de la religi¨®n cat¨®lica a inicios del siglo pasado. Inicialmente era una peregrinaci¨®n de los habitantes de Cuzco, quienes part¨ªan desde todas sus regiones (llamadas naciones en esta fiesta) hacia la monta?a Sinakara, cerca del pico Ausangate (el quinto m¨¢s alto de Per¨²), cima tutelar y de veneraci¨®n en Cuzco, a m¨¢s de cinco mil metros de altura. Esencialmente se celebraba la uni¨®n del hombre con la naturaleza. Qolloriti, en castellano se traduce como Estrella de Nieve.
Hoy la imagen en la monta?a tiene el rostro de Jesucristo. Seg¨²n la historia reciente, un ni?o campesino de la zona llamado Mariano Mayta estaba cuidando del ganado mientras pastaba cuando se le apareci¨® otro ni?o de nombre Manuel a ayudarle; inmediatamente, el n¨²mero de reses de la familia se multiplic¨®. El cura del pueblo, Pedro de Landa, estuvo intrigado y algunas fuentes dicen que quiso conocerlo, y otras capturarlo. El cualquier caso, la leyenda asegura que el ni?o Manuel desapareci¨® y se fundi¨® en una roca que tom¨® la forma de Jesucristo, que actualmente conforma el Santuario del Se?or de Qolloriti.
Sin embargo, pese a los cambios, sigue siendo aquella fiesta que fusiona la belleza de la plegaria humana ¨Cexpresada en danzas, teatro, m¨²sica, ritos¨C y la belleza imponente de la naturaleza. No tiene fecha fija, pero suele realizarse entre mayo y junio; el d¨ªa principal coincide con la ¨²ltima luna llena antes de Chorpus Christi. Dicen que esta fiesta es milagrosa y que sus peregrinos (se congregan diez mil cada a?o, aproximadamente) deben acudir tres veces seguidas, como m¨ªnimo, a saludar al Taytacha para que sus sue?os se cumplan. Los caminantes recorren un arduo camino entre monta?as durante m¨¢s de 24 horas, soportando temperaturas de hasta cuatro grados bajo cero. Aun as¨ª, algunos peregrinos aseguran que el ritmo repetido del paso los introduce en un estado de meditaci¨®n en el que no sienten cansancio. Y cuando lo hacen, los hermanos de las naciones ¨Cencarnados en Ukukus, los guardianes que conectan a las monta?as con las personas¨C son los que levantan el ¨¢nimo al grito de ¡°?hayo, hayo!¡±, que no es una palabra quechua, sino una onomatopeya de aliento.
Adem¨¢s, 200 comparsas van a acompa?adas de miles de quenas (flautas andinas) y tambores al ritmo del chaquiri, una marcha que se traduce como ¡°pies de viento¡± en espa?ol. Hay leyendas de gente que, efectivamente, vuela caminando, as¨ª como de apariciones, de entidades oscuras y dem¨¢s mitos.
La Peregrinaci¨®n del Se?or de Qolloriti de este a?o celebra el 2 de junio la caminata de las 24 horas hacia Tayankani y el nevado Ausangate. Antes, los m¨¢s avezados Ukukus ¨Ctambi¨¦n conocidos como Pabluchas¨C, sub¨ªan hasta la cumbre para traer bloques de hielo y fusionar sus aguas sagradas con las aguas de su pueblo. Esa pr¨¢ctica se ha perdido actualmente, pero s¨ª que siguen subiendo para realizar la iniciaci¨®n de nuevos danzantes, rezar y buscar en las entra?as de la monta?a a la Estrella de Nieve.
Fiesta de la Virgen del Carmen
Dicen que la imagen de la Virgen del Carmen lleg¨® a Per¨² desde Espa?a junto con la imagen de la Virgen de la Candelaria. La primera se trasladar¨ªa a Paucartambo (2.830 metros), a 109 kil¨®metros hacia al este de la capital de Cuzco), y la segunda a la regi¨®n de Puno, al sur del Per¨², en la frontera con Bolivia. Por su importancia en el mapa, Puno tendr¨ªa as¨ª a la virgen m¨¢s bonita, pero al parecer el mensajero se confundi¨® y la llev¨® a Paucartambo. Desde entonces, los pune?os (que celebran en febrero la fiesta Virgen de la Candelaria con la imagen de la Virgen del Carmen) viajan a Paucartambo a pelear por lo suyo, pero los locales, aguerridos, cuidan a su Mamacha bonita, la guardan y la honran cada a?o, orgullosos, entre el 15 y el 18 de julio.
Desde sus inicios, la fiesta de Paucartambo tiene cierto aire transgresor, p¨ªcaro, travieso y un poco fan¨¢tico. Hoy es reconocida como una de las fiestas m¨¢s descontroladas del pa¨ªs, con mucha cerveza, fiesta y algarab¨ªa. De hecho, no solo la celebran los cuzque?oa, sino visitantes llegados desde otra partes de Per¨² e incluso del extranjero. Eso s¨ª, entre semejante caudal de bebida, por la calle transitan tambi¨¦n oraciones de una fiel feligres¨ªa.
Informaci¨®n
Se?or de Qolloriti (2 de junio)
Paucartambo (16 de julio)
C¨®mo ir. Frente al Coliseo Cerrado, en la Avenida de La Cultura de Cuzco, salen autobuses a Mawayani por 10 soles (3 euros). El trayecto dura tres horas. Desde este peque?o pueblo empieza la caminata de cinco horas al Santuario. Es recomensable llegar antes del martes a mediod¨ªa, porque de ah¨ª empieza la gran caminata de 24 horas al nevado.
Abrigo y agua. Suele hace mucho fr¨ªo y pocas comodidades en el camino. Hay que llevar tienda pasa pasar la noche, sacode dormir, ropa t¨¦rmica, alimentos cal¨®ricos (chocolate, panes) y mucha agua. En el trayecto s¨ª se puede comprar comida.
C¨®mo ir. Desde el Control de San Jer¨®nimo parten colectivos (Starex) para 11 personas; el trayecto cuesta entre 15 a 25 soles por persona (unos 8 euros). El recorrido dura tres horas. Reservar alojamiento para dormir en Paucartambo durante las fiestas es casi imposible, salvo que lo hagamos con varios meses de antelaci¨®n. Una buena alternativa es el Manicomio azul, una zona de acampada en la que el precio (por persona) es de 15 soles (4,50 euros). Llevar tienda.
Tres cruces. Resulta muy recomendable visitar tambi¨¦n el mirador de Tres Cruces, frontera natural entre la sierra y la selva en esta zona de Per¨². Resulta asombroso contemplar el paisaje selv¨¢tico tropical desde 3.800 metros, literalmente sobre las nubes. Lo mejor es hacerlo al amanecer, pues la salida del sol produce un efecto visual por el que parece que llegan a aparecer varios soles. Los autobuses a Tres Crucen salen del mismo Paucartambo.
Durante estos d¨ªas se teatraliza la disputa entre los Qollas del altiplano (Puno) y los Chunchus (de Paucartambo) por la posesi¨®n de la Mamacha del Carmen. Disputan danzando jocosamente sobre el puente Carlos III, construido en 1775 sobre el r¨ªo Mapacho, con m¨²sicas y cantos, mientras cientos de curiosos abarrotan este peque?o y encantador pueblito de casas de adobe. Desde los viejos balcones, los traviesos saqras tratan de distraer a los protectores para coquetear a la Virgen. Al final, quien tenga el encanto y aprobaci¨®n de la Mamachita tendr¨¢ una mejor recompensa en su vida.
Paucartambo es una fiesta de color y de bastante locura, un correlato del Cuzco religioso y el Cuzco cervecero, una convivencia extra?a para muchos, pero perfectamente asimilada en un lugar como este. Al final de la fiesta, los Qollas y los Chunchus se cantan mutuamente la tradicional despedida, en la que, dicen, se ver¨¢n ¡°el a?o entrante¡±. Despu¨¦s se despiden con abrazos, como hermanos en guerra.
Existen opiniones divididas sobre esta fiesta y la de Qolloriti. Esta ¨²ltima es vista como ceremonial, mientras que la de Paucartambo como profana. Como sea, ambas producen en sus asistentes estados de felicidad ¨²nicos, como una uni¨®n ¨ªntima y explosiva con el entorno, sea ¨¦ste la naturaleza, las monta?as o la gente bailarina. Una reuni¨®n sagrada, podr¨ªa decirse.
Ambas celebraciones est¨¢s abiertas a los turistas for¨¢neos, al que solo se le pide respeto por tradiciones que, quiz¨¢, pueden parecer muy contrarias a las suyas. Se trata de una experiencia ¨²nica, porque permite conocer un Cuzco inmaterial que huele, que respira, que suda y que llora; probablemente, la versi¨®n m¨¢s hermos de la capital andina.
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