Machu Picchu, sin ¡®tour¡¯ ni men¨²

Cerca de la plaza central de Cuzco, el hostal Loki ocupa una casona colonial considerada monumento nacional. Es una alternativa econ¨®mica para alojarse en la ciudad peruana que brinda la posibilidad de un check-outa la una de la tarde. Ideal para dormir la ma?ana despu¨¦s de disfrutar de la noche cuzque?a. Conviene recuperar fuerzas antes del viaje a Machu Picchu.

Cuzco

Nada m¨¢s poner un pie en la ciudad peruana, el viajero se convierte en v¨ªctima de agencias tur¨ªsticas que ofrecen paquetes para visitar Machu Picchu y restaurantes de men¨² en todos los idiomas. No se deje tentar por el ceviche para guiris y pasee las calles del centro inundadas de arquitectura barroca. La degustaci¨®n (con prudencia los est¨®magos delicados) ser¨¢ intensa a lo largo del d¨ªa si se anima a probar todo lo que esconden bajo sus cestas de mimbre las atentas mujeres de los puestos callejeros; termine su recorrido en el Mercado Central de San Pedro, donde, desde primera hora, los locales tientan con zumos de fruta y sopas humeantes; no se pierda tampoco los puestos m¨®viles que recorren el lugar; contin¨²e hacia el fondo hasta encontrar el comedor inundado de olores que brotan de las sabrosas mezclas cocinadas por madres e hijas, y d¨¦jese caer en alguna mesa donde podr¨¢ comer por un euro y ser¨¢ tratado como uno m¨¢s.

Maras y Moray

Combine el paseo por la ciudad con una reserva en alguna agencia para ir a ver las salineras de Maras y las ruinas de Moray. Aseg¨²rese de que las entradas vienen incluidas, que el precio no supere los 10 euros y que dispongan de espacio suficiente en la furgoneta. No existe otra manera f¨¢cil de acceder a estos lugares sin transporte propio, por lo que ser¨¢ inevitable aguantar la t¨ªpica parada para comprar souvenirs.

Las terrazas de las salinas ¡ªformadas por unas tres mil cuadr¨ªculas¡ª parecen piezas de land art. No es indispensable que compre almuerzo para la excursi¨®n, no solo porque el regreso a Cuzco ser¨¢ a buena hora sino porque al llegar a las salinas para gozar de este sistema de riego natural que emana de la monta?a ser¨¢ convidado con todo tipo de frutos secos de la zona que podr¨¢ probar sin l¨ªmite y adquirir a precio razonable.

Entradas y reservas

Puede adquirir su entrada a Machu Picchu directamente en la Direcci¨®n Regional de Cultura de Cuzco (avenida de la Cultura, 238; Condominio Huascar-Wanchaq). Normalmente no hay problema de aforo haci¨¦ndolo con un par de d¨ªas de antelaci¨®n. Sin embargo, si desea ascender tambi¨¦n el Huayna Picchu deber¨¢ reservar online con dos o tres meses de margen (www.machupicchu.gob.pe). Si dispone de carn¨¦ de estudiante internacional ISIC no lo olvide en casa, le ahorrar¨¢ la mitad de los 40 euros que cuesta el ingreso a las ruinas.

Pregunte en su hostal por las opciones para contratar el transporte hasta la Hidroel¨¦ctrica, punto a partir del cual caminar¨¢ hasta Aguas Calientes, y reserve previamente su alojamiento, conociendo que existen opciones para todos los bolsillos. La mayor¨ªa de operadores tur¨ªsticos rentabilizan sus trayectos ofertando billetes econ¨®micos a viajeros independientes en las plazas restantes en sus veh¨ªculos. El d¨ªa anterior a la partida es recomendable hacer acopio de provisiones en Cuzco. Una gran botella de agua ser¨¢ su mejor compa?era de viaje, especialmente si se tom¨® unos piscos la noche anterior.

Aguas Calientes

Aunque madrugar ser¨¢ inevitable, el trayecto no dejar¨¢ de fascinarle. La carretera, siempre estrecha y serpenteante, asciende por encima de los 4.000 metros para despu¨¦s adentrarse en la selva alta a trav¨¦s del Valle Sagrado. Es dif¨ªcil pronosticar la hora de llegada a la Hidroel¨¦ctrica, pues este emocionante viaje puede extenderse desde unas ideales cinco horas hasta ocho horas, seg¨²n la climatolog¨ªa. As¨ª que la llegada ser¨¢, como muy tarde, sobre las 15.30. Si examina cuidadosamente las cumbres que le rodean, vivir¨¢ el primer affaire con la zona. No tenga prisa, si¨¦ntese si quiere a comer en los puestos que all¨ª encontrar¨¢.

Durante las siguientes dos o tres horas recorrer¨¢ el camino que sigue las v¨ªas del tren acompa?ado por el r¨ªo Urubamba. Lleve consigo repelente de insectos y una linterna, ya que es muy probable que llegue a Aguas Calientes entrada la noche. A¨²n aturdido por lo irreal de la localidad, se acostar¨¢ temprano arrullado por el incesante rugir del r¨ªo.

Madrug¨®n

Existen dos opciones para subir a la entrada del parque. Si busca una opci¨®n r¨¢pida y no le importa rascarse el bolsillo, los autobuses que salen de la terminal a la salida del pueblo le dejar¨¢n arriba en 15 minutos. Si desea ahorrarse los ocho euros por trayecto y se encuentra en buena forma, no dude en subir por la empinada escalera que encontrar¨¢ a la derecha del puente met¨¢lico. Aunque ninguna de las dos opciones le ahorrar¨¢ el madrug¨®n, har¨¢ las paces con su reloj una vez alcanzada la cima. El escenario iluminado por los primeros albores lo compensar¨¢ todo.

En la puerta del recinto puede contratar un gu¨ªa oficial a precios bastante competentes. Si no trae toda la lecci¨®n aprendida, le resultar¨¢ m¨¢s que ameno. Para acceder al parque necesitar¨¢ mostrar el pasaporte junto con su entrada. Una vez en el interior, d¨¦jese conquistar. A pesar de sentirse atrapado por tan magn¨¦tico enclave, recuerde que ha de volver a la Hidroel¨¦ctrica antes de la hora acordada con su transportista para regresar a Cuzco. No se abrume, la experiencia inca viajar¨¢ con usted desde este momento.

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